Las vacunas parecen instaladas como algo propio de la infancia, mientras que con los años también se ha ganado conciencia sobre la importancia que tienen entre los adultos mayores. Sin embargo, en el grupo entre medio, los adultos jóvenes están menos atentos al asunto, pese a que hay vacunas que deben tener al día.
Quizás una muestra de que para muchos las vacunas no son algo en agenda se vio durante la pandemia de Covid cuando los jóvenes adultos eran los que registraban menor nivel de adhesión a la campaña, es decir que de todas las franjas etarias eran los menos vacunados.
“La Semana de Vacunación de las Américas está orientada a todas las edades”, apuntó Iris Aguilar, directora de Inmunizaciones de Mendoza. La mayoría de las publicaciones parecen dirigidas sobre todo a la vacunación en los más pequeños, porque es la etapa de la vida en que el calendario de vacunación concentra la mayor cantidad de vacunas, tendientes a proporcionar protección contra cuadros graves de enfermedades para las que son más vulnerables desde pequeños, pero también otras que protegen durante toda la vida.
“Hace años que estamos intentando revertir la idea de que la vacunación es solo para niños”, afirma Miriam Rozenek, infectóloga y geriatra del Hospital Italiano de Buenos Aires. “La vacunación es prevención en los niños, en los adultos y en los adultos mayores. En cada etapa hay vacunas específicas que ayudan a evitar complicaciones graves, hospitalizaciones y hasta la muerte”, advierte.
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En la Semana de la Vacunación se busca generar conciencia sobre los beneficios de esta estrategia que logró diezmar graves enfermedades.
Además, los especialistas reconocen que en ocasiones no es una cuestión de miedo, sino de relevancia. “Muchas veces la vacunación no es una prioridad para los adultos, que consultan por problemas más urgentes, mientras dejan relegada a la prevención. Por eso es importante que los profesionales de salud tomen la iniciativa y hablen activamente de vacunación en cada consulta”, agrega Rozenek.
Vacunar para prevenir
Desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS) remarcan que la caída en los niveles de vacunación en América es preocupante: el continente está atravesando el mayor riesgo de rebrotes de enfermedades prevenibles de los últimos 30 años.
Vacunarse, por otro lado, contribuye a reducir el uso del sistema de salud, ya que evita internaciones y permite preservar la calidad de vida de todas las personas. “La vacunación impacta directamente en la independencia funcional, en la capacidad de seguir viviendo activamente. No es solo evitar una enfermedad, es poder seguir teniendo una vida plena”, resume Hebe Vázquez, infectóloga y coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de Funcei.
La 23ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA) y la 14ª Semana Mundial de Inmunización se desarrollan del 26 de abril al 3 de mayo de 2025. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), junto con los países y territorios de la Región de las Américas y sus socios, buscan convocar conciencias con el siguiente llamado a la acción: “Tu decisión marca la diferencia. Inmunización para todos”.
Este año, la campaña está alineada con la Iniciativa para la Eliminación de Enfermedades, cuyo objetivo es acelerar la eliminación de más de 30 enfermedades transmisibles y afecciones relacionadas para 2030, 11 de las cuales son enfermedades prevenibles mediante vacunación.
Vacunas para adultos jóvenes
El Ministerio de Salud de la Nación detalla que entre los 15 y los 64 años, “la vacunación en esta etapa de la vida es crucial para recibir refuerzos de vacunas ya aplicadas, brindar protección contra otras enfermedades así como completar esquemas”.
Menciona dos vacunas a las que hay que estar atentos. Por un lado, la doble bacteriana: también conocida como vacuna dT o doble adultos, protege contra la difteria y el tétanos. Habrá que iniciar o completar el esquema de 3 dosis, luego continuar con una dosis de refuerzo cada 10 años. Es gratuita.
Además, la doble o triple viral. La vacuna triple viral protege contra el sarampión, rubéola/síndrome de rubéola congénita y paperas; en tanto, la vacuna doble viral protege contra el sarampión y la rubéola/síndrome de rubéola congénita. Hay que recordar que hay un brote de sarampión en la región.
El Ministerio detalla que toda persona a partir de los 5 años debe acreditar 2 dosis de vacuna con componente contra sarampión y rubéola aplicadas después del año de vida. En tanto, las personas nacidas antes del año 1965 se consideran inmunes por haber estado expuestas a ambos virus. La vacuna doble o triple viral está incluida en el Calendario Nacional de vacunación por lo tanto no requiere orden médica y está disponible en vacunatorios y hospitales públicos de manera gratuita.
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El Ministerio de Salud de la Nación detalla que toda persona a partir de los 5 años debe acreditar 2 dosis de vacuna con componente contra sarampión y rubéola aplicadas después del año de vida.
La recomendación es que aquellas personas nacidas después de 1965 que no sepan si tienen aplicada la vacuna, se la coloquen. El plan permite protección de por vida.
Aguilar subrayó que los adultos jóvenes, tienen que tener al día la doble adultos -porque la mayoría fueron alcanzados por vacuna contra hepatitis B, A, Sarampión- y que deben volver a recibirla cada 10 años. Por ello, si la recibieron cuando correspondía, en sexto grado o a los 11 años, el primer refuerzo les toca a los 21 años y a partir de allí cada 10 años se aplica una dosis. Destacó que muchos llegan a aplicarla por un accidente o alguna situación de por medio que hace que vayan por el refuerzo que han postergado. Además, si se ha superado la década se debe reiniciar el esquema.
“La vacuna contra hepatitis B es una vacuna que ya hace años que está incorporada dentro de quíntuple a los 2, a los 4, a los 6 meses y un refuerzo a los 15 meses de vida. Por lo tanto, ya tenemos adolescentes grandes que están con el esquema completo de vacuna de hepatitis B. Lo mismo que la vacuna triple viral, sarampión, rubéola y paperas, que se pone al año y al ingreso escolar, también tenemos adultos jóvenes con esquema completo para estas tres enfermedades”, explicó la médica.
Dijo lo mismo en cuanto a la hepatitis A, en tanto la vacuna está disponible de manera gratuita en calendario para los nacidos a partir del primero de enero del 2004 y por lo cual ya hay adultos jóvenes con el esquema de vacunación completo para esta enfermedad.
Aguilar señaló que, como son adultos jóvenes y la enorme mayoría son sanos, no tienen comorbilidades, no tienen indicación de otras vacunas dentro de las que son de calendario, por lo tanto, no lo tienen como una necesidad sentida.
Otras vacunas
Hay otras vacunas para este segmento, aunque no todas son de calendario ni obligatorias y tienen que ver con enfermedades respiratorias. La vacuna antigripal es una de ellas, y es gratuita para grupos de riesgo. La otra es la de Covid pero que rara vez se aplica tras haberse superado la crisis epidemiológica y que quedó recomendada para grupos de riesgo.
“Si son adultos jóvenes sanos y se quieren vacunar contra la gripe, tienen que acceder en el sector privado y si se quieren poner la del dengue, no es una vacuna en calendario” y sería el mismo caso.
Lo mismo sucede con la vacuna contra el Covid, que es una recomendación. “Ese grupo etario obviamente, que tiene la indicación o la recomendación de la aplicación de una dosis anual, no tiene la necesidad sentida o percibida de que sea un grupo de riesgo y no es un grupo que demande la vacuna, a diferencia de los mayores de 50, sobre todo mayores de 60 años, que sí demandan mucho la vacuna Covid, aunque obvio, no como en la pandemia”, dijo Aguilar.