Uno de los animales más cercanos al humanos es el gato, quien se caracteriza por la falta de obediencia y hasta una chispa de superioridad de la que carecen los perros. Una reciente investigación reafirmó estas diferencias y concluye que los gatos poseen rasgos psicópatas, aunque desde otra perspectiva a esto se le puede llamar instinto.
Según destaca el sitio Ecoosfera, Megadiversidad es el concepto que ilustra a la perfección a la naturaleza. Es sorprendente pensar que las millones de especies evolucionaron desde organismos que son invisibles ante nuestra limitada vista. Ahora, miles de millones de años después, existe una inmensa variedad de especies que además de las diferencias físicas obvias, han adaptado sus comportamientos para lograr subsistir. Los gatos no escapan a esto y han desarrollado su comportamiento que, aunque ante los ojos humanos resulta un tanto subversivo, en realidad les sirvió en el pasado para la obtención de recursos.
El gato y sus rasgos “psicópatas”
Un equipo de investigación de la Universidad de Liverpool analizó el comportamiento de los gatos mediante una encuesta a más de 2 mil dueños de felinos. Y las conclusiones planteadas resultan un tanto inquietantes. “Es probable que todos los gatos tengan un elemento de psicopatía”, describen los autores en su artículo. Comportamiento que en su momento, ayudó a ancestros del gato doméstico a la “adquisición de recursos, como la comida, el territorio y oportunidades de apareamiento”.
Los investigadores basaron su estudio en un test aplicado a 2,042 dueños de gatos, en donde se evaluaron cinco aspectos distintos, la audacia, la desinhibición, la maldad, la antipatía hacia otros animales y hacia los humanos. La primera se refiere a la dominación y a los bajos niveles de miedo, mientras que la desinhibición se refiere al autocontrol. La tercera está intrínsecamente relacionada con la falta empatía ya sea hacia otros animales o hacia el humano mismo.
El test incluía 46 afirmaciones con las que los dueños debían describir el comportamiento de sus gatos. Incluían aseveraciones como “mi gato atormenta a su presa en lugar de matarla directamente”, “mi gato vocaliza fuerte sin motivo aparente” o “mi gato es muy excitable”. Los resultados concluyeron que los gatos domésticos poseen rasgos psicópatas, al menos desde el punto de vista de los humanos.
La psicopatía triárquica
“Los hallazgos proporcionan una visión de la estructura de psicopatía triárquica en los gatos”, dicen los investigadores. La psicopatía triárquica es un modelo que define la psicopatía desde la psiquiatría humana, como un trastorno compuesto de tres factores principales: la audacia, la desinhibición y la mezquindad.
Según los autores, dicho estudio y sus conclusiones, podrían ayudar a mejorar las relaciones entre humanos y gatos. Y en ese sentido, mejorar la calidad de vida de los felinos que se han ganado el corazón de sus dueños en más de una forma.
“A un gato con una puntuación alta en la escala de audacia le pueden venir bien grandes árboles para gatos y rascadores altos, ya que los elementos de CAT-Tri+ sugieren que un gato audaz disfruta explorando y trepando”, explica Rebecca Evans, de la Universidad de Liverpool. El estudio tiene como finalidad conocer a los traviesos felinos para satisfacer sus necesidades de vida, más que ingresarlos a la moral humana.
Tal vez debamos pensar mejor sobre cómo percibimos el comportamiento de los animales. Hemos catalogado a las especies como “salvajes”, “psicópatas” e incluso “no domesticables”, cuando el verdadero sentido está en comprender su presencia sin estándares. Después de todo nuestra percepción de algo no significa exactamente que algo sea de ese forma.
