De acuerdo a los datos que maneja el gobierno de Mendoza, la provincia se encuentra en una situación epidemiológica estable las últimas dos semanas aunque advierten que transita en una meseta alta de casos de Covid-19. Las notificaciones diarias están al mismo nivel de las que se presentaban en octubre, durante el pico de la primera ola.
En la reunión del miércoles del Consejo Federal de Salud (Cofesa), las provincias esbozaron su situación. Una de las conclusiones es que en términos generales están todas paradas más o menos en el mismo lugar: segunda ola en marcha con esa meseta alta de casos.
En ese marco, los ministros de salud plantearon que uno de los puntos más críticos que se presentan, además de la alta ocupación de camas, es el acceso a insumos para la atención de pacientes. Hay una alta demanda y el área Metropolitana de Buenos Aires, por ser el escenario más crítico del país y con mayor densidad poblacional, también concentra la demanda.
Uno de los más críticos es el oxígeno, que aseguran quienes prestan el servicio, que se prioriza para los hospitales en detrimento de la internación domiciliaria. El otro es la medicación para sedación que se utiliza para pacientes intubados que requieren respirador.
Sin embargo, en el gobierno provincial subrayan que por el momento no hay faltantes en Mendoza y que no hay pacientes que estén quedándose sin la atención que necesitan.
En casa de gobierno consideran que la situación epidemiológica es estable en toda la provincia con excepción de General Alvear donde hay un brote que genera alarma y por lo cual, por ahora es el departamento con más restricciones. Pero en términos generales, según los datos que maneja el entorno oficial, las curvas de casos y el resto de las variables con las que se evalúa la situación epidemiológica, dejaron la trayectoria ascendente hace dos semanas y se estabilizaron.
Variables a considerar
En el gobierno mendocino aguardan a publicación del Decreto de Necesidad y Urgencia del presidente Alberto Fernández para tomar decisiones. Son embaro esta mañana ya se anticipó que Mendoza fue incluida en la categoría 3 de 4 ordenadas por nivel de riesgo: de alto riesgo epidemiológico y sanitario.
Según los indicadores que manejan en la provincia, las variables que considera Nación para determinar el nivel de riesgo están estables. Esto si se comparan los últimos 14 días respecto de los 14 previos, cuando el gobierno central había incluido prácticamente todos los departamentos en parámetros críticos. Así, la razón de crecimiento de casos al 28 de abril era de 1,2 justamente el límite para pasar de un nivel de transmisión medio a uno alto (o zona roja como se la ha denominado). Esto implica un incremento de 20% entre estos dos períodos. A partir de 1,21 se pasa a este último. Eso da cierta tranquilidad a las autoridades luego de haber estado ubicada allí las semanas previas.
Otro de los indicadores es el de incidencia de casos cada 100 mil habitantes. Las dos últimas semanas el registro mendocino fue de 594,3 y en ese plano está a pleno en zona roja o de alta transmisión ya que se considera allí a partir de 150.
El escenario en terreno parece más complicado. Con una ocupación de camas críticas en torno al 92% en la región Metropolitana, se advierten dificultades para conseguir una cuando hay que ingresar un paciente. Los servicios de emergencia aseguran que se triplicaron los llamados las últimas semanas y que el 80% son por Covid. Asimismo que a veces demoran hasta 4 horas en conseguir un lugar.
Los proveedores de oxígeno para internación domiciliaria también advierten dificultades para abastecerse ya que se privilegia la asistencia a los hospitales.
Pero en el gobierno dicen que aún se está pudiendo dar respuesta, que la gente no queda sin atención y aguardan.