Secuelas del Covid-19: tras superar la enfermedad se han reportado consecuencias graves

Aunque es reciente para saber si algunas serán permanentes, se ha detectado impacto cardiovascular, neuropsiquiátrico y pulmonar.

Secuelas del Covid-19: tras superar la enfermedad se han reportado consecuencias graves
Además del riesgo de contraer coronavirus, también hay consecuencias preocupantes para los que se contagiaron. Ignacio Blanco / Los Andes

El virus Sars Cov-2 tiene sólo 7 meses y el mundo está lidiando con las infecciones que provoca. Pero aunque de manera incipiente, ya se está apreciando que en algunos casos, no se trataría sólo de pasar la Covid-19, la enfermedad que provoca.

Especialistas están identificando consecuencias posteriores que perdurarían a mediano plazo y quizás después también. Se menciona el impacto a nivel cardiovascular, neuropsiquiátrico y pulmonar.

“Un estudio reciente -con resultados preocupantes- llevado a cabo en Alemania halló que, de 100 pacientes recuperados, el 78% registró algún tipo de anomalía en el corazón más de dos meses después de ser dado de alta”, informa en una publicación BBC Mundo.

Explica que la mayoría (67%) había experimentado una forma leve de la enfermedad y en muchos casos, ni siquiera habían sido hospitalizados.

Pero esa es sólo una de las secuelas que se han identificado, dado lo reciente de la circulación de virus, no hay demasiada evidencia científica y se desconoce si son temporales o permanentes.

Menor capacidad pulmonar

“Se sabe, por ejemplo, que algunos síntomas pueden persistir no solo en los casos más graves de la enfermedad y que, además del daño a los pulmones, el SARS-CoV-2 puede afectar al corazón, los riñones, el intestino, el sistema vascular e incluso el cerebro”, detalla el informe. Esto puede conllevar cansancio y dificultad respiratoria y en muchos individuos afectar la calidad de vida.

La reducción de la capacidad pulmonar es una de las principales consecuencias que se han identificado, incluso en pacientes que no llegaron a un estado crítico.

Hace referencia a un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA, por sus siglas en inglés) y un seguimiento hecho en Italia.

De 143 pacientes evaluados 87,4% reportaba la persistencia de al menos un síntoma más de dos meses después de ser dados de alta. Se menciona fatiga y dificultad respiratoria. De ellos solo 12,6% había sido ingresado en cuidados intensivos.

También creen que podrían producirse daños permanentes y generarse fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica caracterizada por el daño al tejido pulmonar y la formación de cicatrices. Se asocia a la disnea y la fatiga.

Puede estar relacionado con el proceso de recuperación o ser consecuencia de la intubación durante la internación.

En ese marco, se señala el síndrome post-UCI (Unidad de Terapia Intensiva) que también se presenta en otros síndromes de respiración severos.

“El síndrome post-UCI puede incluir la pérdida de fuerza muscular, cambios en la fuerza motora o sensibilidad debido a la disfunción del nervio, a la depresión, ansiedad, cambios cognitivos, deterioro de la memoria y de la capacidad para razonar”, se detalla.

Secuelas neuropsiquiátricas

Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, en casos graves de COVID-19, la respuesta hiper-inflamatoria sistémica podría causar un deterioro cognitivo a largo plazo, como, por ejemplo, deficiencias en la memoria, atención, velocidad de procesamiento y funcionamiento junto con pérdida neuronal difusa.

Detalla que se han documentado que los procesos inflamatorios sistémicos en personas de mediana edad podrían llevar a un deterioro cognitivo décadas más tarde. Y advierte: “La evaluación a largo plazo de manifestaciones clínicas de esclerosis múltiple será necesaria en pacientes recuperados de la COVID-19”.

Remarca además que se han observado diversos tipos de manifestaciones clínicas neuropsiquiátricas, como encefalopatía, cambios de humor, psicosis, disfunción neuromuscular o procesos desmielinizantes, pueden acompañar a la infección viral aguda o pueden seguir a la infección por semanas, meses o potencialmente más tiempo, en pacientes recuperados.

Por otra parte, la entidad advierte sobre secuelas psicológicas: “Todos los grupos de edad, niños, adolescentes, adultos jóvenes y los adultos mayores son grupos poblacionales que tienen riesgo de sufrir secuelas psicológicas por las medidas de salud pública implementadas durante la pandemia”.

Otros órganos

Pero no sólo afecta los pulmones si no que se ha observado que sigue dañando otros órganos.

Una probabilidad es que afecte zonas con receptores ACE2 (enzima de conversión de la angiotensina 2) a través de los cuales el virus infecta las células.

Estas también están presentes en el corazón, el intestino y los riñones y se han observado daños en pacientes en condición más grave.

También se ha informado una mayor tendencia a la coagulación de la sangre, lo cual, si se descontrola puede llevar a trombosis venosa o bloqueo de una vía sanguínea y de allí a un derrame cerebral, embolia pulmonar o necrosis de las extremidades.

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