Hablar de estadísticas en suicidio y en lo que tiene que ver con la salud mental es complicado, ya que detrás de cada uno de esos fríos números hay vidas humanas. No obstante, también son los números los principales indicadores de la realidad. Desde que comenzó la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020, se incrementaron las atenciones por cuadros y situaciones relacionados a la salud mental en Mendoza, de la misma manera en que aumentaron los suicidios.
El 2021 fue el año más crítico de los últimos cuatro, tomando como punto de partida el 2019, último año de la prepandemia. Respecto a las atenciones en los principales hospitales especializados en salud mental de la provincia, en 2021 las intervenciones psiquiátricas y psicológicas prácticamente se duplicaron en el hospital El Sauce comparadas con las de 2019, mientras que durante el primer semestre de 2022 (últimos datos procesados hasta el momento) la tendencia anunciaba una estadística más cercana al 2021 que al 2019.
En cuanto a suicidios, en toda la provincia se registraron 120 en 2019, mientras que en 2021 fueron 157 los casos (casi 31% más). Y en ambos escenarios, el rango etario con más presencia es el de jóvenes y adultos de entre 20 y 49 años.
“La OMS (Organización Mundial de la Salud) ya ha declarado al suicidio como la segunda causa de muerte evitable en personas de entre 14 y 30 años (la primera son los siniestros viales). Además, hay otra cifra complicada y que tiene que ver con que en el mundo se produce un suicidio cada 40 segundos”, destacó a Los Andes la directora de Salud Mental y Adicciones de Mendoza, Elizabeth Liberal.
“A ello se suma que la OMS ha evidenciado que durante los tres años posteriores a un desastre se pueden esperar altos picos, tanto en suicidios como en lo que es atención de salud mental. Y la pandemia es considerada un desastre”, añadió.
Según resaltó la funcionaria, esto es lo que se conoce como “sindemia”, que se genera a raíz de la conjunción de la pandemia y el efecto en la salud mental. “La pandemia fue algo que ocurrió de una manera imprevista y arrasadora y esto afectó a todas las edades. En el caso de los adultos mayores, no olvidemos que continuamente se contaban los muertos día a día, y la franja más centralizada era esa. Entonces, el adulto mayor vivió en una soledad y rumeando temores, incertidumbres, miedo. Y cuando tenés estrés sostenido, aparecen estos cuadros”, apuntó la especialista.
Agregó: “En el caso de los jóvenes y resto de la familia, se dieron situaciones de crisis como pérdida de trabajo, ruptura de familia, en el contexto de miedo, incertidumbre y muerte. La palabra, que es la mediadora, estaba muy obturada y no había escuelas, ni clubes deportivos ni centros de adultos”.
En ese sentido, reforzó cómo venía y sigue trabajando el Ministerio de Salud de Mendoza en lo que tiene que ver con salud mental. “En el abordaje del suicidio hay que trabajar en prevención, asistencia y posvención. La posvención debe ser inmediata -y sobre todo en los niños y adolescentes, ya que muchas veces se replican estas conductas. Por eso es fundamental trabajar con acciones dirigidas en las escuelas, con las maestras, con los padres, los barrios y, fundamentalmente, con amigos y compañeros. La salud física y la salud mental es una sola, el sujeto es uno solo y lo que le pasa en el cuerpo, incide en su cabeza y viceversa”, agregó Liberal.
Más intervenciones
Durante 2019, en el hospital El Sauce se intervino en 8.269 episodios relacionados a psiquiatría, psicología y guardia interdisciplinaria, de acuerdo a los registros del Ministerio de Salud. Ya en 2020, el año en que estalló la pandemia, la cifra ascendió a 9.309, mientras que el pico se dio en 2021, con 15.410 atenciones, es decir, 86% más que en 2019.
Y si de 2022 hablamos, al menos durante el primer semestre del año pasado se registraron 6.691 intervenciones referidas a salud mental, por lo que el panorama llevaba a que el escenario cierre más cercano al de 2021 que al de 2019.
En el hospital Carlos Pereyra, en tanto, no se evidenció ese marcado incremento. De hecho, entre 2019 y 2021 hubo una leve baja de intervenciones psiquiátricas y psicológicas: 39.669 en 2019 frente a 39.207 en 2021.
Pero, al igual que en El Sauce, los primeros seis meses de 2022 evidenciaban un alza sostenida en comparación con los otros dos años de referencia: sólo en el primer semestre del año pasado se registraron 20.230 atenciones.
En ambos centros de salud mental, además, hay un marcado protagonismo de las personas comprendidas entre los 20 y los 49 años de edad.
“Dentro de la salud mental, estar aislados es algo inconcebible. La persona aislada tiene más sufrimiento y mayores probabilidades de sufrir una crisis. En la red que se teje socialmente y en la red barrial, por ejemplo, uno está más contenido”, describió la directora de Salud Mental y Adicciones de Mendoza..
“Y cuando en esos escenarios hay señales de alerta, la gente nos protege. Pero en la pandemia no estuvieron las escuelas, ni los clubes deportivos ni los lugares donde los adolescentes se forman con los pares. Sufrieron de una soledad bastante difícil”, advirtió.
Suicidios
En cuanto a los suicidios en Mendoza, también hubo un crecimiento entre 2019 y 2021. Mientras que en el último año de la prepandemia se registraron 120, ya en 2020 aumentaron a 128 episodios.
En tanto, en 2021 –último año procesado hasta el momento- hubo 157 casos, es decir, 31% más que en 2019 y 23% más que en 2020. Sin embargo, los registros de los últimos años están muy por debajo de los 186 casos que se registraron en 2018.
“En el mismo momento en que se declaró la pandemia, en Mendoza nos encontramos mejor preparados. A través de la Dirección de Salud Mental, ya habíamos armado equipos de salud mental y camas de internación en todos los hospitales generales. Si uno tiene un familiar o un amigo que tuvo un intento de suicidio, no es lo mismo ser internado en un hospital cerca de la casa que llevarlo a un lugar alejado. Porque todavía se estigmatiza a la salud mental y son temas bastante tabúes”, indicó Liberal.
La funcionaria y especialista destacó que, al igual que ocurre con cualquier cuadro o patología vinculada a la salud mental, el aislamiento se convierte en un factor de riesgo en los suicidios, al tiempo que el vínculo con las personas más cercanas es la herramienta más importante para trabajar en su prevención.
148: una línea telefónica de asistencia
En 2019, Mendoza realizó las primeras jornadas provinciales de suicidio. Participaron más de 300 profesionales que se capacitaron para intervenir en distintas situaciones de prevención, acción y posvención.
Además, entre las acciones que se tomaron para los adolescentes, se abrió en Godoy Cruz un centro integral para atención y acompañamiento llamado MODO SÍ.
La Provincia también cuenta con la línea 148, opción 0, que opera todos los días, incluidos los fines de semana, de 8 a 20 con un equipo interdisciplinario a disposición de quien lo precise. Es un centro de escucha inmediato disponible para cualquier consulta. Los profesionales que aquí se desempeñan tienen vinculadas sus líneas de celular con el 148 (opción 0).
“La función que cumplen las profesionales -actualmente psicólogas y trabajadoras sociales- es brindar contención, acompañamiento, orientación y asistencia a toda la población mendocina que demande este servicio”, explicó la coordinadora del área de Prevención y Capacitación, Alina del Canto.
“En los casos en los que se requiere pronta atención presencial, las profesionales realizan las articulaciones oportunas para facilitar el acceso al servicio de salud mental, proveyendo mientras tanto el acompañamiento y sostén necesarios hasta la ocurrencia del turno en el efector correspondiente”, sumó .
Durante la segunda mitad de 2021 y durante el transcurso de 2022 se incrementaron notablemente las intervenciones motivadas por problemática del suicidio, lo que implicó un importante recurso en la prevención, tanto a nivel de las personas afectadas por este problema como por los familiares y allegados en riesgo luego de un suicidio consumado (intervenciones de posvención).
Los principales objetivos de la línea 148 (opción 0) son garantizar el acceso a una atención inmediata a problemas de salud mental a la población, brindar contención emocional, orientación y acompañamiento inmediato a personas en situación de crisis de salud mental y proveer atención a personas en espera de un turno en el efector correspondiente.
