La muerte de Alejandro Benítez, el docente salteño que falleció tras sufrir un accidente en la ruta que une Cochabamba con Santa Cruz, generó un cruce diplomático entre el gobierno argentino y el de Bolivia.
El incidente derivó en acusaciones con relación al incumplimiento del compromiso de cooperación y reciprocidad para la atención de los ciudadanos que la Argentina y Bolivia firmaron en julio de 2019. Ese acuerdo surgió a raíz de otro caso que en su momento también generó impacto: el caso de Manuel Vilca, un joven argentino accidentado el 8 de diciembre de 2018 en Bolivia, que fue obligado a pagar miles de dólares por los tratamientos y al que, incluso, le cobraron el papel higiénico.
“Bolivia no está cumpliendo. Ese acuerdo está vigente, es por cinco años y no ha sido denunciado por Bolivia”, afirmó esta semana Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, para quien Benítez no fue atendido por el sistema de salud y falleció en el vecino país. A su vez, el gobierno de Salta presentó un pedido ante la Cancillería para que se realicen las gestiones necesarias ante el Estado Plurinacional de Bolivia a fin de que informe sobre las circunstancias que envolvieron la muerte.
El infierno que vivió el primer argentino que fue atendido en Bolivia
Manuel Vilca fue protagonista en 2018 de un episodio similar, aunque sin riesgo de perder la vida. Este músico jujeño había viajado en diciembre de aquel año a Bolivia y sufrió un accidente de tránsito. Vilca se había presentado con su banda “Grupo Diez Puntos” en un pequeño pueblito cercano a la ciudad de Totora, cuando ocurrió el hecho.
A partir de ahí, tanto él como el cantante del grupo fueron derivados a un hospital público de Oruro. En principio, les pidieron 1.300 dólares por las placas de titanio y el instrumental de la operación a la que fue sometido. Además, no le permitían irse hasta pagar la suma.
Tras conseguir el dinero, Vilca fue trasladado a la clínica Pro Salud de Cochabamba. Allí, los médicos constataron una fractura de la primera vértebra lumbar y advirtieron la necesidad de una cirugía de extrema complejidad. Por esta intervención, le pidieron cerca 10 mil dólares, una suma que finalmente fue abonada por el dueño de la banda musical.
Semanas después de la operación, Vilca fue trasladado a un hospital en Jujuy. Sin embargo, días antes del viaje, al pedir el resumen de los gastos, notaron que todavía había una deuda de unos 2.100 dólares, que incluía, entre otras cosas, el champú, el papel higiénico y el jabón de baño. Ahí fue cuando comenzaron a pedir ayuda en los medios de Jujuy.
Al enterarse de lo ocurrido, Gerardo Morales, gobernador de Jujuy, decidió gestionar su repatriación. Además, el Gobierno de Jujuy abonó el total de la deuda. “Desde el día que llegué fueron unos 6 mil dólares (de deuda), entre todos los gastos de internación, medicamentos y la visita del doctor”, contó por entonces Vilca, en declaraciones a la prensa.
Cómo se firmó el acuerdo de reciprocidad
A raíz de este hecho, el entonces secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, y la ministra de Salud de Bolivia, Gabriela Montaño, firmaron en julio de 2019 un acuerdo que buscaba “profundizar la cooperación entre ambos países en materia de asistencia médica en establecimientos de salud pública, sistemas de vigilancia epidemiológica y acciones sanitarias en las zonas fronterizas”.
El objetivo era que ambos países emprendieran negociaciones puntuales con la finalidad de alcanzar la colaboración mutua en la atención sanitaria brindada a los ciudadanos de un país en el territorio del otro, tanto en los niveles provinciales y otros subniveles, sobre la base de la equidad y la reciprocidad.
El acuerdo, aún vigente, establece la reciprocidad para la asistencia médica en casos de urgencias y emergencias en establecimientos de salud pública. Específicamente, los países firmantes acordaron garantizar la gratuidad y oportunidad de los tratamientos de las urgencias y emergencias que afecten a ciudadanos de una de las naciones que se encuentren en el territorio de la otra, independientemente de su estatus migratorio.