La situación procesal del médico Gustavo Arzuza (50) -condenado a 4 años de prisión por la muerte de una paciente- podría cambiar drásticamente, ya que, según una primera opinión de la Corte provincial, la muerte de la paciente Isabel Gattari (48) no habría sido accidental, sino de un homicidio simple. Por lo tanto, el doctor debería recibir una pena de hasta 25 años de cárcel.
En agosto de 2019, los jueces Rafael Escot, Diego Lusverti y Graciela Urciuolo condenaron al Arzuza a cuatro años de prisión, al sostener que que no se podía probar el homicidio simple con dolo eventual con el que llegó imputado al juicio por la muerte de Isabel Gattari. Esta paciente se sometió en 2016 a una liposucción y una operación en los glúteos, que terminaron siendo fatales.
Esta condena fue cuestionada tanto por el Ministerio Público Fiscal como por la querella y los defensores, Martín Ríos y Matía Aramayo, esgrimiendo distintos motivos.
En junio del año pasado, la Sala Penal de la Suprema Corte –conformada por Omar Palermo, José Valerio y Mario Adaro- fallaron a favor del Ministerio Público Fiscal, que había solicitado el cambio de carátula a “homicidio simple”. Los ministros indicaron que debía remitirse el asunto a jueces a designar para que fijaran la nueva pena.
Si bien los tres ministros de la Corte estuvieron de acuerdo en el cambio de carátula, Palermo fundamentó la cuestión teniendo en cuenta cuestiones subjetivas. En cambio, Valerio y Adaro, hablaron de intencionalidad.
A partir de estas diferencias, los abogados defensores presentaron en la Corte un recurso de casación horizontal, novedosa modalidad que admite una doble instancia en el máximo tribunal. Por eso, ahora, la misma Sala Penal, pero conformada por otros magistrados, deberá decidir si se trató de un homicidio simple o bien –como sostiene la defensa- de un homicidio culposo, ya que no existió dolo eventual.
La recordada detención de Arzuza
En abril de 2017, antes de ser condenado por la muerte de Gattari, Arzuza y su socio, el médico Carlos Gassibe (65), fueron condenados por la muerte del paciente Roberto del Barco (45), quien falleció en una clínica de la calle Pedro Molina de Ciudad, en 2013. Los profesionales de la salud fueron condenados por el delito de homicidio culposo. Además, los inhabilitaron para ejercer la profesión por nueve años.
Pero en 2016 murió la paciente Isabel Gattari. En diciembre de ese año la Fiscalía de Homicidios realizó un allanamiento en una clínica de Capital y detuvo a Arzuza y a su novia y secretaria, la rumana Laura Duta, quien luego sería absuelta.
Arzuza debió ser trasladado en una ambulancia, porque presentaba un cuadro de infección en la zona genital y en las piernas. La infección se debía a que se había realizado en los últimos días una autocirugía para agrandar las proporciones de su pene. La complicación se produjo porque los implantes que se realizó -con piel de sus piernas- fueron rechazados por su cuerpo.
El 2 de diciembre de 2016, Betty Gattari se sometió a dos operaciones (implante de glúteos y lipoaspiración), en la clínica no habilitada que tenía Arzuza en Alem al 300 de Ciudad.
Al día siguiente comenzó a sentirse mal en su casa, en un barrio privado de Guaymallén. Ese día Dutta fue al lugar y le colocó suero. El fin de semana la salud de la paciente empeoró.
El miércoles 7 al mediodía, su novio la encontró tirada en el piso. Se había quitado la faja y tenía dificultades para respirar. Llamaron a Arzuza y, cuando el médico llegó, la mujer había fallecido.