El Poder Ejecutivo presentó un proyecto en Legislatura provincial con el objetivo de que sea declarada la emergencia en la especialidad de anestesiología. Esto se debe a la gran demora que está produciendo en los hospitales el conflicto con los profesionales del sector y en particular las renuncias masivas, que impiden la realización de cirugías programadas.
Por ejemplo, se indicó que desde el hospital Infantil Humberto Notti hay 300 cirugías sin hacerse, con los problemas que esto genera, y que la programación de cirugías – en este nosocomio- se ha reducido 40% respecto de una situación normal.
Por otro lado, desde los Anestesiólogos – muchos de ellos se encuentran en un reunión de Federación de Asociaciones de Anestesiologíase en Buenos Aires- indica que se debe pagar lo que corresponde y que faltan insumos para trabajar como es debido. Además, se criticó que sean reemplazados con residentes, quienes aun no han terminado su formación. Y recordaron que muchos de sus colegas están emigrando a otras provincias –incluso a Chile- en búsqueda de mejores condiciones laborales.
Vale decir que, según datos relevados por el Ministerio de Salud, existen en la provincia 229 anestesiólogos con matrícula activa, de los cuales solo 61 poseen cargos de planta, a pesar de los ofrecimientos del Poder Ejecutivo. En tanto, un salario promedio es de 80 mil pesos mensuales por 24 horas de trabajo semanales.
En persona a la legislatura
La ministra de Salud, Ana María Nadal, fue en persona a la Legislatura a entregar el proyecto y pidió el acompañamiento opositor ante una situación que no dudó en calificar como “crítica” para el sistema de salud.
Para graficar la situación, ejemplificó que la no prestación de servicios de los anestesiólogos ha ampliado a 300 las cirugías pendientes que hay solamente en el hospital Notti. “Frente a esta actitud corporativa las cirugías programadas se han reducido en un 40% frente a los periodos normales”, indicó también.
“Esta situación se agrava doblemente porque las personas que asisten al sistema público son aquellas que tienen cobertura exclusiva estatal, de manera que hoy se ve afectada la salud de aquellas personas que resultan ser más vulnerables”, agregó Nadal.
El proyecto de 8 artículos declara la emergencia en anestesiología por 18 meses en todos los servicios del sector público provincial, retira limitaciones para la contratación de profesionales y establece que las renuncias de quienes prestan servicios en el sector se harán efectivas recién a los 120 días de su presentación.
Además, quiénes renuncien no podrán volver a ser contratados por la administración pública en los próximos cinco años. Por otro lado fija que los anestesiólogos que hayan presentado la renuncia y se nieguen a seguir brindando servicios, podrán ser suspendidos entre 1 mes y 5 años.
Contratación de ex residentes
El proyecto, además, abre el juego para la contratación de ex residentes y ex jefes de residentes, y establece que el Ministerio de Salud podrá reasignar al personal en funciones y horarios para enfrentar la crisis.
El conflicto salarial con los anestesiólogos viene agravándose desde hace semanas, con renuncias masivas en los hospitales que han complicado la prestación de salud. Desde el Gobierno denuncian, además de renuncias masivas de los anestesistas, la negativa de formar nuevos anestesiólogos, la no aceptación de cargos de planta y la imposición de convenios para prestar servicios.
Los profesionales, además, se van a otras provincias como San Luis porque reciben mejores remuneraciones, lo cual fue minimizado por la ministra Nadal. La funcionaria aseguró que en el nuevo hospital de esa provincia (Ramón Carrillo) hay “dos regímenes” de contratación, uno estatal y otro privado, y es sólo en el privado donde hay mejores sueldos.
También señaló que Mendoza sigue siendo la provincia de referencia en materia sanitaria en la región cuyana y que, por ello, recibe pacientes tanto de San Juan como de San Luis.
Abuso de posición dominante
Sin ahorrar críticas, Nadal acusó a los anestesiólogos de abusar de su posición dominante y monopólitca. “Este grupo de profesionales pretende una posición de privilegio respecto a otros profesionales de la salud que realizan tareas de igual o mayor criticidad y complejidad, pretendiendo no solo recibir salarios diferenciales sino también privatizar el servicio de anestesia poniendo en riesgo cierto la salud pública en nuestra provincia”, expresó.
Según datos relevados por el Ministerio de Salud existen en la provincia 229 anestesiólogos con matrícula activa, de los cuales solo 61 poseen cargos de planta, a pesar de los ofrecimientos del Poder Ejecutivo.
También hay 768 anestesistas residentes que no pueden completar los servicios porque el gremio que los nuclea “se niega a proceder a la formación de los mismos”. Nadal informó que el lunes se reunirá con los jefes de bloque de la oposición para pedir el apoyo al proyecto de emergencia.
No damos más
Arturo Salasa, representante de Anestesiólogos Autoconvocados indicó que están asombrados por la noticia, porque pensaban que estaban negociando con el gobierno cuando en realidad se estaba dilatando la discusión para que ellos –el gobierno- pudiera presentar un proyecto de ley.
“Estamos en una situación de extrema vulnerabilidad y ya no damos más. Esto demuestra que la provincia no es tan maravillosa como se la presenta ante foros empresariales. El sistema de salud está incendiado como no pasó nunca a este nivel. Y no es solo un problema de anestesiólogos, es vergonzoso que el gobierno diga que es sólo un problema del sector”, dijo Salasa.
Continuando dijo que lo que está sucediendo en Mendoza es que hay una falta de política sanitaria seria, previsible y racional en cuanto al recurso humano. “El estado de los hospitales siempre tuvo sus falencias edilicias o instrumentales, esto ha ido avanzando con el tiempo mientras los salarios retrocedían. Cobramos cuatro veces menos que en San Luis, por ejemplo, y hemos pasado de ser los héroes de la pandemia a ser criminales”, indicó Salasa recordando que en 2020, en plena pandemia, el aumento salarial fue de 0%. “Esto es un golpe a la cara, añadió indignado.
También dijo que les llame la atención que convoquen a otros especialistas para suplirlos, porque para ellos, habla de un profundo desconocimiento y que les “sorprende que venga de una ministra de Salud”.
Miedo
El anestesiólogo dijo que la gente debería tener miedo cuando entre a un quirófano sin la presencia de un especialista debidamente formado. “Deberían tener miedo, yo no me subiría a un avión si no tiene un piloto experimentado. Soy mendocino y orgulloso, pero esto le muestra al país que la provincia no brinda garantía sanitaria”, añadió.
Continuando, dijo que les sorprende el nivel de amenaza en el tono de la ministra al presentar el proyecto y le hace sentir vulnerado en su integridad. “Si algo me pasa responsabilizo al gobierno. Yo temo. Y en vez de estar garantizando la salud están cometiendo negligencias atroces”, remarcó.
También recordó que cobran 80 mil pesos por 24 horas de trabajo semanales en el estado y que no es compatible con la profesión de altísimo riesgo que implica estándares de seguridad muy elevados. Además, explicó que pagan seguros de mala praxis “carísimos” y que si cometen un error con un paciente lo pagan con su libertad, su carrera y su vida. “No podemos permitir que no se garanticen las condiciones de trabajo como corresponden. Estamos cansados y frustrados por la falta de reconocimiento”, dijo. Finalmente, indicó que no sería de extrañar que el lunes próximo se realicen – pese a la amenaza del gobierno- renuncias masivas el próximo lunes.
Resta decir que otros reclamos de los anestesistas consultados para esta nota tienen que ver con la falta de instrumental adecuado, con la presencia de demasiados residentes en los quirófanos ya que se quiere “abarrotar” la especialidad para dominar el mercado. “Qué pueden aprender si hay 5 residentes en un quirófano. Y además a un anestesiólogo solo lo puede reemplazar otro anestesiólogo. Los pacientes no deberían dejarse anestesiar por un residente o por un médico que no tiene la especialidad”, cerraron.