El conferencista, filósofo y ensayista argentino, quien además es poeta y autor, Santiago Kovadloff tuvo a su cargo el cierre del encuentro “Reflexiones de fin de año sobre Argentina: ¿un nuevo paradigma?”.
A sala repleta en el Salón Fader del Hotel Sheraton (Ciudad de Mendoza), Kovadloff fue el artífice del broche de oro de un encuentro que también tuvo a Alejandro Catterberg y a Marina Dal Poggetto como expositores centrales.
Fiel a su estilo de invitar a la reflexión por medio de la introspección y con preguntas abiertas y de respuestas múltiples, de esas que invitan al propio interlocutor a llegar a una respuesta, Kovadloff se refirió al panorama político - social de Argentina, a los roles del oficialismo y la oposición y hasta la facilidad con que algo tan potente como la palabra puede convertirse en una despiadada herramienta de ataque,
“Estos 141 años de Los Andes representan la proyección de la palabra como recurso de convivencia, de crítica, de autocrítica y de reflexión orientado a un dialogo de mayor calidad cívica”, destacó el filoso filósofo durante el encuentro que se celebró en el aniversario 141 de diario Los Andes.
Analizando los roles sociales de los medios y del periodismo, Kovadloff comparó del vínculo entre Los Andes y los lectores como el que se genera entre un autor (en este caso, el periódico) y un lector, quien recurre al diario para buscar comprenderse a sí mismo por medio de la lectura.
Para el también traductor de literatura en lengua portuguesa y miembro de número de la Academia Argentina de Letras y de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, este vínculo es parte de la gesta de civismo que se debe proseguir como sociedad.
“La pregunta que debemos hacernos es hacia dónde creo yo que se orienta Argentina. Y yo me preguntaba en ese sentido qué porvenir tiene la oposición en el país. ¿Qué se requiere de una oposición hoy en día para que tenga un significado verdaderamente especial?”, se preguntó a sí mismo Kovadloff. Y preguntó a los asistentes al encuentro.
ECONOMÍA Y EDUCACIÓN
Para el filósofo egresado de la Universidad de Buenos Aires, Argentina está asistiendo a un logro fundamental: el cumplimiento de la palabra y el descenso de la inflación,
“Ese descenso de la inflación genera nuevas expectativas. Si esto se consolidará y la economía de Argentina se mantuviese en estabilidad, la oposición debería preservar este capital ganado en la política, y debería hacer de él su propio capital”, reflexionó Kovadloff con su característico tono de voz grave y pausado.
En la búsqueda de la respuesta al rol que debería ocupar la oposición a futuro -no muy lejano-, Kovadloff se detuvo en el descrédito que ha experimentado la democracia en sus más de 40 años ininterrumpidos. Y resaltó que ello no es mérito de Milei, de quien dijo que su gobierno hace un fuerte reduccionismo de la situación, sino de quienes no lograron reivindicar los valores democráticos en todos estos años.
“¿Cuál es la función de la educación frente a esto? La concepción que el presidente tiene del calentamiento global, por ejemplo, ¿revela comprensión de lo que sucede?”, esbozó en otra de sus preguntas abiertas, de esas que -dijo- deja “para intercambiar ideas”.
Para el ensayista y filósofo, la sociedad argentina debería apuntar a “disfrutar de los logros económicos” que el Gobierno consigue. No obstante, destaca como obstáculo que el ideario de imagen republicana y el discurso republicano propiamente dicho ha perdido credibilidad. Y fue precisamente ello lo que culminó en la elección de Milei como presidente.
“Hay que entender a la educación como uno de los fracasos rotundos a revertir. ¿En qué se ha convertido la educación en Argentina? Estamos viendo hasta qué punto las demandas desde el punto de vista sindical han absorbido el perfil de lo que es un educador”, sostuvo, con tintes de acidez.
En ese sentido, invitó a la sociedad a encontrar el significado de “educar”, especialmente en un país como Argentina.
“Un maestro es, primordialmente, alguien que transmite la alegría de aprender en torno al debate de los contenidos del saber. Es alguien que fomenta el intercambio de ideas con la posibilidad de buscar conocimiento a través del diálogo”, reflexionó e invitó a reflexionar el filósofo.
“Todo esto que, me parece, es fundamental en el horizonte de la construcción de la ciudadanía parece hoy muy debilitado. Y si la oposición tiene aspiraciones de protagonismo, no debe olvidar el papel que la educación debe tener en un programa venidero”, siguió.
DEMOCRACIA Y REPUBLICANISMO
Para Kovadloff, si bien es posible vivir en democracia sin vivir republicanamente, eso implica que la tolerancia al debate de ideas seguirá teniendo escaso valor.
“Hay muchas maneras en una nación de perder protagonismo. Y una de ellas es durar. Argentina corre el riesgo de durar. La pregunta, entonces, es ver si podemos tomar los fracasos previos para convertirlos en un proceso de aprendizaje”, siguió.
Para el filósofo contemporáneo, la libertad de expresión es la posibilidad de que el disenso tenga sentido cívico.
“Cuando se ataca al periodismo homologándolo con la basura, se está reduciendo de un modo muy riesgoso. No se puede atacar al periodismo en general”, alertó Kovadloff.
“Una vez le preguntaron a Borges que opinión tenía de los alemanes y él dijo ‘lamentablemente no los conozco a todos’. He aquí el tema”, concluyó.