El barrio San Pedro marca el ingreso a la ciudad de San Martín, en el cruce de ruta 50 y avenida Eva Duarte de Perón, muy cerca del hospital Perrupato. El imponente polideportivo Torito Rodríguez mantiene camuflado al barrio, pero detrás de esta gran estructura dedicada a los deportes, reuniones culturales y hoy convertido en el principal centro de vacunación del departamento del Este, existe una interesante historia.
Por estos días, los vecinos preparan los festejos por los 50 años del barrio “de los laberintos”, llamado así por la conformación de las manzanas en forma de hexágono que sorprende a los visitantes. Sus calles no tienen nombres, pero cada una tiene asignada un número y en los ingresos al barrio hay planos explicativos sobre cómo manejarse en este “enjambre” de casas de techos abovedados.
“Estas manzanas con formas de panales de abejas son únicas en el país. Tenemos entendido que en una ciudad centroamericana construyeron un barrio con estas características. Lo notorio también es que, al ser de esta forma, los terrenos de las casas tienen distintas medidas: a unas familias nos tocaron casas con más metros de terreno y a otras, menos”, explica Enrique Álvarez un histórico vecino del lugar, donde viven casi 10.000 personas.
Cuenta que el barrio se construyó en tres etapas: la primera se entregó en 1971 “pero faltaban algunas conexiones, eran 444 casas. Ya en la segunda, otras 444, las recibimos en 1972 con todas las instalaciones de cocina y baño”. “Las veredas eran de un solo baldosón y las propiedades estaban divididas por palos de ecualiptos, ya que en esta zona se producían estas plantas”, comenta Álvarez.
Y recuerda que, al ser tan grande el barrio, varias empresas se encargaron de la construcción, entre ellas, Gutiérrez y Belinsky, Petersen, Thiele y Cruz y Dicasa SA.
Con 81 años, este trabajador bancario recuerda que el barrio fue construido sobre los terrenos de una antigua finca, la San Pedro, que tenía bodega y pertenecía a la familia Von der Heyde. “Estaba retirado del centro de San Martín, pero en realidad no me afectaba mucho, porque trabajaba como bancario en el ex Banco de los Andes de Villa Nueva, estaba a acostrumbrado a las distancias. En aquella época era un barrio muy grande, con financiamiento del banco Hipotecario y lo que teníamos cerca era la bodega Greco. Con el tiempo se construyó el hospital Perrupato pero al principio hasta teníamos una planta de tratamientos de líquidos cloacales propia, que funcionó por hasta hace pocos años, cuando finalmente el barrio quedó conectado a la red cloacal de la ciudad de San Martín”, detalla.
Sobre lo intrincado del barrio, Álvarez resalta que él fue jefe de manzana y por eso le resulta fácil ubicarse. “A la gente que está perdida le comento que para el lado de la bodega Fecovita están las manzanas de la 7 a la 10, o más cerca del barrio Mebna están las 18, 19 y 20, pero son 34 y así hay que darles algún tipo de referencia a la gente”, explica.
Enrique Stacchiola, otro referente histórico del San Pedro, destaca que el barrio se convirtió en una miniciudad porque contaba con todos los servicios: Registro Civil, destacamento, centro de salud, capilla, centro comercial y escuela. “Estábamos lejos y teníamos todo. Se hicieron 1.219 casas y recuerdo que nuestra unión vecinal es una de las pocas que daba ganancia. Así pudimos instalar el gas; contratamos una empresa que empezaba a utilizar los caños amarillos. La iluminación la hicimos a través de la empresa Bottino y para el pavimento, los vecinos acordamos pagar 60 bolsas de cemento para ese trabajo”, resume.
Stacchiola recuerda que cuando estaban construyendo las casas, él y otros compañeros de la escuela secundaria supervisaban la incorporación de los materiales. “A lo que correspondía, le sumábamos otras bolsas extra de portland, nunca de menos, por eso estas casas están muy bien construidas, porque tienen mucho cemento”, asegura.
Los festejos
Norma Giamportone, vecina del lugar, destaca justamente la construcción del barrio, “con techos de bóvedas y las casas están asentadas sobre rodillos, que permiten acompañar los movimientos de la estructura en caso de sismos”.
Ella, junto a un grupo de habitantes denominado Vecinos en Acción, han organizado una serie de actividades para celebrar los 50 años del barrio San Pedro. Hoy a las 20 se hará una misa de acción de gracias en la parroquia.
“Las actividades principales se llevarán a cabo la próxima semana, entre el jueves 18 y el domingo 21. Para ello contamos con el apoyo del municipio de San Martín que aportará el sonido e infraestructura para realizar espectáculos en vivo, divididos por noches: tropical, folclórica, milonga y para jóvenes. También está programada una bicicleteada, una peña y una feria de artesanos”, describe.
Norma informa que el jueves próximo habrá una ceremonia destinada a los distintos cultos para dar por iniciados los festejos centrales. Y también se tiene previsto homenajear a vecinos destacados. En este sentido,, van a recibir un homenaje Alberto Salomón y Emanuel Guevara, deportistas destacados en el futsal.
También recibirán una distinción tres comerciantes de la zona: Irene Trinca, Miguel Escobar y Hugo y David Arco .Y la primera maestra del barrio, Beba Vergara. El primer policía del complejo, Antonio González, recibirá un homenaje post mortem. Finalmente, se distinguirá a los vecinos Juana de Ávila, Enrique Stacchiola, José Luis Cartellone y Enrique Álvarez.