La ciudad de Rosario, conocida por ser una de las más golpeadas por la violencia en Argentina, ha sido escenario de una semana marcada por la tragedia, con el asesinato de cuatro trabajadores en diferentes circunstancias, un claro indicio del recrudecimiento de la violencia en la región.
Este auge de la violencia se ha relacionado con medidas gubernamentales recientes que han generado tensiones y represalias por parte de grupos criminales.
El inicio de esta escalada de violencia coincide con el cambio de liderazgo en la provincia de Santa Fe, con la asunción de Javier Milei como presidente y Maximiliano Pullaro como gobernador.
Pullaro, reconocido por su enfoque de mano dura contra la delincuencia, ha enfrentado numerosas amenazas de muerte por su política carcelaria restrictiva.
Esta postura ha generado una respuesta violenta por parte de los grupos criminales, quienes han coordinado ataques coordinados y calculados, descritos por los medios locales como “asesinatos digitados”.
Los métodos utilizados por los delincuentes reflejan un claro intento de sembrar terror y enviar un mensaje a las autoridades. Los recientes asesinatos de dos taxistas, un chofer de ómnibus y un pistero han dejado un reguero de muerte y miedo en la ciudad.
Los crímenes, ejecutados de manera similar y con notas que señalan a las autoridades provinciales, subrayan la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta contundente por parte del gobierno.
Patricia Bullrich intervino con medidas en la provincia
En este contexto, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha anunciado medidas firmes, incluyendo el envío de fuerzas federales y la propuesta de nuevas leyes para combatir el crimen organizado.
Bullrich hizo un llamado a la acción decisiva, expresando la determinación del gobierno de “terminar con el hormiguero” y liberar a Rosario de la influencia narcocriminal.
El reciente aumento de la violencia en Rosario es un recordatorio de los desafíos persistentes en la lucha contra el crimen organizado en Argentina y la importancia de una respuesta integral y coordinada para garantizar la seguridad y la paz en la región.