Rompiendo estereotipos: Débora, la embajadora de la aviación apasionada por “unir el cielo con la tierra”

A partir de este año, cada 9 de diciembre se conmemora el Día de la Mujer en la Aeronáutica. Débora (26) vive en Mendoza hace dos años y se ha convertido en una de las embajadoras de la aviación a nivel nacional. La historia de la joven -Tripulante de Cabina, Operadora de radio y Señalera de Aeródromo- que hace dos años trabajaba como moza en el Aeropuerto de Mendoza.

Rompiendo estereotipos: Débora, la embajadora de la aviación apasionada por “unir el cielo con la tierra”
Débora Cerdá (26) es Tripulante de Cabina, Operadora de radio y Señalera de Aeródromo. Hace dos años trabajaba como moza en el Aeropuerto de Mendoza y hoy es una de las embajadoras de la aviación a nivel nacional.

Débora Desiré Cerdá (26) nació en Las Parejas, un pueblo ubicado en la provincia de Santa Fe; aunque desde hace dos años vive en Mendoza. De joven -o, mejor dicho, de más joven aún- inició su carrera aeronáutica en Rosario y se convirtió en la primera mujer en obtener la licencia de Tripulante de cabina de Las Parejas, en 2016- En tanto, ya en Mendoza -donde se ha instalado- se recibió también de de Operadora de radio y de Señalera de aeródromo (“quien recibe y ‘estaciona’ el avión”, aclara para que quienes no estamos en el rubro aeronáutico lo entendamos).

“Es como que vine a romper con los estereotipos de pueblo; ese que dice que cuando nacés en un lugar como donde yo nací, tenés que irte a estudiar a Rosario, seguir con el novio de toda la vida y no alejarte nunca del todo de la familia. Me tocó recibir, en parte, algunas de esas críticas”, se sinceró Débora, o Delta Charlie -como la llaman de acuerdo a sus iniciales y al código aeronáutico-.

Débora Desiré Cerdá (26) vive y trabaja en Mendoza desde hace dos años.
Débora Desiré Cerdá (26) vive y trabaja en Mendoza desde hace dos años.

El 9 de diciembre es una fecha muy especial; no solo para Débora, sino para todas las mujeres que se desempeñan en el rubro. Y es que a partir de este año se conmemora en Argentina el Día de la Mujer en la Aeronáutica; y la santafesina -aunque mendocina, por adopción- es una de las embajadoras argentinas en las tareas de aviación. “Este reconocimiento es gracias a la iniciativa creada por la tarea loable de la Asociación Mujeres en Aviación Argentina, y en especial de mi colega y presidenta de la asociación, Vanina Busniuk; quién realizó el 9 de diciembre de 2018 el Primer Encuentro de Mujeres en la Aviación. Hubo participantes de distintas partes del país y del mundo”, resumió Débora.

Rompiendo estereotipos

Hasta hace no mucho tiempo -quizás algunas décadas-, el rol de la mujer en la aeronáutica estaba limitado a ser azafata y nada más; y el cambio de paradigma de los últimos años es algo que valora -y mucho- Débora Cerdá. “Cuando les cuento a las personas todas las funciones que hay en la aviación y de la que participan mujeres, se sorprende. Hay muchas mujeres que se desempeñan como despachantes, como mecánicas, que integran la Policía de Seguridad Aeroportuaria; y también hay mujeres integrantes de la aeronáutica en las Fuerzas Armadas”, enumeró la joven,

Cuando llegó a Mendoza, Débora comenzó a trabajar como moza en uno de los bares del Aeropuerto El Plumerillo. Mientras tanto, continuó con sus estudios y preparación hasta recibirse de Operadora de radio y Señalera de aeródromo. “Soy como pionera”, aclara con humildad quien también se ha desempeñado como Auxiliar de aeropuerto (en tareas de venta y carga).

“El rubro aeronáutico está como muy alejado, así lo ve mucha gente. Mi rol como embajadora, entonces, es fomentar y transmitir la misión y visión; valorizar a la mujer dentro del rubro, y transmitir cuáles son los oficios. En la parte práctica, lo hago reuniéndome con las personas, invitando a la gente que vaya a los aeropuertos”, reflexiona sobre su rol.

En todo el país hay 1.623 pilotos masculinos, mientras que solamente hay 22 mujeres que se desempeñan en la aviación. “En los aeroclubes de Mendoza (La Puntilla, General Alvear y San Martín) yo soy la única mujer en la aeronáutica; mientras que, en Mendoza somos siete las que estamos estudiando y formándonos”, agregó Débora.

Apasionada

Con su simpatía característica, Débora Cerdá reconoce que siempre ha logrado entablar “muy buena onda” con los pasajeros. “A veces, cuando me cruzo en el vuelo de vuelta con un pasajero con el que había compartido el vuelo de ida, me han hecho hasta regalos. De ser moza de aeropuerto pasé a conocer el mundo entero y tener contactos en todos lados. Mi trabajo me une con las personas, y ahí aprendí que estamos llenos de historias y que somos maestros y aprendices”, resume la joven, quien también ha incursionado en el periodismo deportivo.

“En lo personal soy apasionada en unir el cielo con la tierra; romper ciertos estereotipos fue trabajo arduo de años y día tras día”, concluye Delta Charlie.

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