Rodolfo Montero es Licenciado en Economía y acaba de asumir como Ministro de Salud y Deportes de Mendoza. Lo hace en un contexto complejo desde lo macroeconómico, cargado de incertidumbre por los cambios que apunta a generar el actual gobierno nacional. En diálogo con Los Andes, desmenuzó un análisis de las condiciones del sistema, el impacto de las medidas anunciadas y cuales son sus expectativas.
-¿Cuál quiere que sea su impronta en esta gestión?
-De reforma. Más allá de lo que hay que hacer, que es resolver los problemas coyunturales y las crisis, eso está siempre en el Ministerio de Salud. Pero no me gustaría quedarme solo en eso, me gustaría destinar tiempo a reformar lo que por tantos años he estudiado y he propuesto.
-¿Cuál es el impacto de las medidas del DNU del gobierno nacional sobre el sistema de salud local?
-Creo que en términos generales es positivo: la Argentina necesita ir hacia un proceso de desregulación en algún punto y sobre todo de simplificación normativa.
Pero en salud hay algunas cosas que generan ciertas dudas y que hay que esperar la reglamentación. Pueden tener impacto en la provincia. Por ejemplo, todo el tema de prepagas, de aumento, de destopear los que tenían menos de seis salarios mínimos, que van a tener que contribuir al Fondo Solidario de Redistribución. Habrá una migración de gente que tenía una prepaga hacia el sistema público y a nivel provincial impacta sobre los costos de nuestro sistema de salud público.
Hay que analizar después la letra chica de la venta libre de medicamentos, así como qué pasará con los afiliados cuando quiebren prepagas. El tema de la venta libre de medicamentos fuera de la farmacia creo que es una marcha atrás (...) también tienen efectos secundarios y deberíamos controlar.
Por otra parte, en términos generales yo no encuentro las reformas estructurales que el sistema de salud necesita.
-¿Qué faltó?
-Por ejemplo, el PMO, lo que tenemos obligación de cubrir en Argentina es extremadamente amplio y lo poco que queda afuera vía judicial se cubre igual. Hay que sincerar esa situación porque nosotros no podemos cubrir más que los países más desarrollados del mundo teniendo gasto en salud per cápita siete u ocho veces menor. Gastamos ocho veces menos que Europa pero pretendemos cubrir mucho más.
Nada se dijo sobre qué es lo que queremos garantizarle a la población, porque cuando uno dice vamos a cubrir el 100% de todo con este presupuesto, estás mintiendo. En el fondo estás cubriendo para algunas personas muchísimo y para otras personas muy poco, es lo que se llama restricción implícita en salud.
Nada se dijo del PAMI, de las inequidades en las obras sociales y otras inequidades en el sistema de salud argentino. Tampoco del descreme que se potenció (...) si los que tienen ingresos altos se llevan su platita a una prepaga, la obra social queda desfinanciada, empieza a tener problemas, rompes la solidaridad del sistema. Pero lo de los genéricos es un enorme avance: ahora vos vas a prescribir solamente el genérico y eso es un muy buen avance para el sistema y le va a permitir reducir costos (...) El hecho de meter a todas las prepagas dentro de la ley de obras sociales yo creo que también es bueno, contribuye con la solidaridad.
- Y ¿sobre la receta electrónica?
-El decreto obliga a la prescripción en papel y eso suena muy lindo para la ciudad de Buenos Aires o para algunas provincias. Para otras es más complejo. Nosotros en Mendoza estamos mejor en ese sentido, porque venimos trabajando en el tema de transformación digital. La tenemos desarrollada con lo cual nosotros vamos a largar la prescripción mucho antes de esa fecha establecida. Ya estamos listos para largarla. La complicación es que si vos lo haces obligatorio en un plazo tan chico (mediados de año), tenés que garantizar la conectividad en zonas alejadas.
-¿Cómo evalúa el sistema de salud que recibe y cuáles son las áreas críticas?
-El sistema de salud de Mendoza es un sistema muy robusto, desde lo público y lo privado, es un sistema que está regionalmente muy desarrollado, hay una red de prestadores, tenemos muy buenos profesionales y muy buen desarrollo en el territorio.
Hay muchas cosas para seguir mejorando. Hay problemas coyunturales hoy graves dentro del sistema. Ya venía el tema de la importación de algunos insumos y algunos medicamentos, pero ahora se ha profundizado sobre todo en temas costos (...) Hay programas acordados por Nación y ese dinero no está llegando, como Incluir salud que es co-financiado con nosotros.
-¿Por qué hay cosas que nunca se resuelven?
-Yo creo que en muchos casos la mayoría de los problemas estructurales del sistema de salud no lo hemos podido abordar porque no hemos establecido una política de estado en salud, no hemos podido consensuar, y eso que en salud es muy fácil. Hemos hecho un plan estratégico que vamos a hacer público para tratar de consensuar las medidas más importantes que tiene que llevar a cabo el sistema de salud. Es un objetivo en el corto plazo, empezar a trabajar muy cerca de la obra social provincial y del sector privado.
-¿El objetivo es que haya una mesa permanente de diálogo con el sector privado?
-Sí, vamos a armar lo que se llama un Consejo Provincial de Salud. Ya está creado hace unos cuantos años pero lo vamos a poner en marcha.
-¿Qué otras líneas de acción son importantes?
-Transformación digital es sin duda una de las columnas vertebrales. No es solamente algunas aplicaciones o la historia clínica electrónica, es una reforma estructural del sistema de salud, de cómo funciona, porque se va a necesitar reformular todos los procesos. Eso te otorga muchísima información para la gestión, al paciente, para el autocuidado, que no es menor y tiene impactos grandes dentro del sistema de salud.
El 90% de las reformas, de todas las 300 páginas de reformas del librito, casi no son viables si no tienen transformación digital.
- ¿Cuánto depende el sistema de salud de Mendoza de Nación? Teniendo en cuenta que se viene ajuste pero la provincia siempre dijo que recibía menos y eso puede ser favorable.
-En salud no pasa tanto. La salud está delegada en las provincias, y el 95% del presupuesto que se gasta en salud es provincial. En lo público de Nación hay algo del tema vacunas, algunos programas de medicamentos de alto costo (...) En nuestra área puntual, nosotros no tenemos envíos de dinero discrecionales para salud.
Puede verse afectada en programas como Incluir Salud o el Remediar o si dejamos de recibir vacunas. Pero quiero dejarlo claro: no creo que pase, te diría que casi con seguridad, nadie cortaría los procesos de vacunación, los procesos de medicamentos, o este tipo de programas de enfermedades de alto impacto o complejas.
-Con el deterioro del poder adquisitivo de la gente que ya se ha volcado más al sistema de salud público: ¿Es de esperarse que haya más demanda, aún con cobertura de salud? ¿Cómo se preparan?
-No tengo duda que va a haber una migración y vamos a recibir mayor volumen de pacientes. Aunque al principio no, el tema de los coseguros está impactando en las guardias y consultas desde noviembre aunque aún no está cuantificado.
-¿Y eso impactará en la calidad de la prestación de servicios?
-Yo espero que no y estamos trabajando para que no. Eso implica que nosotros tenemos que reorganizar muchas cosas dentro del sistema. Pero si nuestro flujo aumenta muchísimo, vamos a tener problemas, no podemos mentir. Hoy estamos respondiendo y estamos respondiendo relativamente bien.
- Ahí van a confrontar con otra problemática: la escasez de médicos que hay en algunos sectores y la migración ¿Ustedes han pensado alguna estrategia para mejorar esto?
-Sí, dentro de ese plan estratégico, después de transformación digital, viene el tema de recursos humanos, donde hay 20 o 30 reformas propuestas que van en la línea de cómo sostenemos el recurso humano. Pero es cierto que el sistema de salud tiene muchos problemas que acarreamos durante muchos años y el básico tiene que ver con pretender cubrir muchísimo con un presupuesto, tenés que ajustar por distintos lados. Y yo creo que en algún punto, hace muchos años, que las remuneraciones de los médicos no están del todo bien y hay que trabajar, pero también se han hecho avances. También tenemos que tener más flexibilidad para poder potenciar, sin duda, las especialidades que necesitamos.
- ¿Qué puntaje le daría a la respuesta en atención en los hospitales y en los centros de salud?
-Yo le pondría un puntaje relativamente alto a todos los niveles. Pero porque hacemos mucho con muy poco. Pero hace 40 años que hablamos de fortalecer la atención primaria y la verdad es que se debilita. Es la que mejora la salud de la población pero el puntaje en eso es bajo, porque evidentemente hemos fracasado en el fortalecimiento de la atención primaria. La verdad es que lo que ha pasado es una mayor concentración de los recursos y de la capacidad de respuesta en los hospitales (...) Hay que cambiar la forma de financiar el sistema de salud.
-¿Cuáles son los aspectos fundamentales del plan?
-El fortalecimiento desde lo institucional, con la articulación, transformación digital y eficiencia. Medidas que tienen que ver con la calidad, con la salud mental; hay líneas estratégicas para el Servicio Coordinado de Emergencias y para el plan de catástrofe, hay líneas que tienen que ver con la investigación, con recursos humanos, con infraestructura, con el proceso de compra de medicamentos, compras conjuntas con Osep.
-¿Cuáles son los principales desafíos que tiene Osep?
- Hay que hacer muchas reformas. Tenemos que replantearnos el espíritu porque tiene crisis cíclicas. Hoy está más saneada desde lo financiero porque el gobierno contribuyó el año pasado, porque este año salió la ley que aumentaba los ingresos de la obra social, y porque se ha trabajado. Pero va a volver a tener problemas porque la verdad es que sus ingresos están atados a los sueldos y los costos seguirán el ritmo de la inflación. El 40% del presupuesto de OSEP se va a medicamentos. Entonces, agruparnos, tener mejor poder de negociación, lograr mejores condiciones, lograr mejores descuentos en la compra de medicamentos, es importante.
Creo que hay que repensar cómo nos articulamos en el territorio también: muchas veces nuestro prestador tiene problemas, fundamentalmente por recursos humanos y el de ellos también, entonces, si nosotros lográramos articular la prestación de servicios y no duplicar, por ejemplo, creo que podríamos lograr mejor oferta, más eficiencia en el uso de los recursos.
-¿Cuál cree que va a ser la relación con Ampros?
-Yo tengo fe en que va a ser muy buena porque yo siempre he tenido buena relación con el gremio. Y durante los años que fui jefe de gabinete siempre fui el titular de la paritaria y siempre negocié con el gremio. Es un gremio con el que se puede hablar, con el que se priorizan políticas de salud, pero es un gremio con el que tuvimos buenos niveles de debate e hicimos cosas buenas. Espero que sea una relación contributiva para ambos lados.