Nacho había ensayado cada movimiento para no fallar. No podía fallar ese día. Tenía que patear la pelota en el momento preciso para que el secreto que venía guardando junto a su amor, Mariana, se revelara tal como lo habían imaginado. Era el gol de su vida y quería compartirlo con sus seres más queridos.
Rodeado de gente, Nacho tomó la pelotita de fútbol mientras sonaba de fondo el ya emblemático relato mundialista de cuando Gonzalo Montiel pateó al arco francés y nos convirtió en campeones. Entonces Nacho reboleó su pierna al mismo tiempo que ‘Cachete’, pero esta vez, la “redonda” explotó en el aire y de su interior salió un polvo celeste que lo inundó todo y que anunciaba que su bebé era varón.
“Revelación del bebé”, “Revelación del género” o “Gender Reveal” son los nombres que bautizan a esta nueva celebración que ya es furor en varios lugares del mundo (Chile, España o Estados Unidos) y que, en Mendoza, viene siendo cada vez más frecuente por varios motivos.
Según explican los organizadores de eventos, se trata de una modalidad en la que la razón principal del festejo es develar el sexo del bebé en camino. Así, se dice a todos y de una vez si será “nena” o “nene”. Para ello se compran bengalas, pelotas, piñatas, globos y hasta morteros que largan un polvo o un confeti celeste o rosado, según el género. Incluso hay rellenos de torta cuyo color aclara el misterio.
Pero claro, la noticia es lo último que se dice. En el medio, hay juegos de acertijo, apuestas o votación previa por parte de los invitados y hasta “chascos” o pistas falsas, como pinchar un globo con un polvo o papel picado de cualquier otro color. “Todos quieren saber si será nena o varón porque, en el fondo, son chusmas, entonces se juega con la expectativa de toda la familia y amigos y se hace muy divertido” cuenta Roxana Di Marco, organizadora de eventos.
Según Luz Coronel, encargada de un salón de eventos, es una tendencia que crece y que la celebran incluso parejas que no están de acuerdo con la estigmatización del color según el género. “En esos casos se soluciona con polvo o relleno de torta con colores pasteles o neutros y solo se escribe si en una tarjeta si será nena o nene. El objetivo principal es celebrar”, explica.
En la mayoría de los casos, se pide al o la obstetra de la madre que escriba cuál es el sexo del bebé y luego la pareja lo revela en el festejo de diversas formas. Otras veces, solo se echa mano a los polvos de colores y al cotillón temático.
Maru, encargada de un reconocido cotillón del centro mendocino, asegura que se venden cada vez más artículos para este tipo de festejo y, lejos de reemplazar al famoso “Baby Shower”, éste se suma al calendario festivo durante el embarazo, ya que –afirma– son diferentes objetivos. “Ahora se está llevando cotillón para esas fiestas y se pide mucho más que antes. A veces vienen los tíos y abuelos. Son cosas diferentes, no se reemplaza; de hecho, el cotillón es distinto para cada celebración”, aclara.
Una excusa para compartir la alegría
Ignacio de la Rosa, el periodista y flamante papá que celebró el género de su bebé hace unos días, cuenta que sacó la idea de la red social TikTok, pero él le agregó enseguida su impronta futbolera a la revelación de su bebé. Para él se trata de una ocasión más para celebrar la llegada de una nueva vida y, de paso, dejar de lidiar con las preguntas sobre el género del bebé, que se repetían sin cesar a partir de las 20 semanas de embarazo de la mamá.
“En nuestro caso hicimos doble festejo: el cumpleaños de mi esposa, Mariana, y el de la revelación de género del bebé. Te ayuda mucho a evitar que la gente te siga preguntando”, dice risueño, y agrega que la celebración también fue una buena excusa para recibir el amor de los suyos.
“Cuando lo exteriorizás al género de tu bebé es una emoción muy grande; los ves felices a los demás por vos. Tenía muchas ganas de contarlo y una vez que se comparte es hermoso. Creo que nunca en mi vida había recibido abrazos tan fuertes como los que recibí ese día. Sentís que la alegría es compartida. Es un abrazo muy genuino. Particularmente lo fue con mi papá”, cuenta emocionado.
Paula Daldi fue mamá hace un año y medio y también celebró con su familia y amistades la revelación de género de su bebé. Ella lo hizo en un salón de eventos y con la colaboración de monetaria de ambas familias. La empresaria señala que la Revelación del bebé es un encuentro para “festejar al bebé, recibir un montón de amor y ponerle onda” a la dulce espera.
“En mi revelación del bebé hubo piñata y salió polvo verde porque fuimos jugando con el misterio toda la fiesta. Hicimos igual con el relleno de la torta, hasta que lanzamos bengalas de color celeste. Fue muy divertido. Pero creo que lo que más disfruté fue ver a mi familia junta. Era una cuota más de amor, sobre todo, para esa personita que estaba por nacer”, confiesa.
Pandemia y redes sociales: las causas del furor
Organizar un evento, sea en una casa o en salón de eventos para anunciar el sexo del futuro bebé es relativamente nuevo. Según coinciden las organizadoras de eventos comenzó la demanda tímidamente en el 2021 y, desde hace dos años, se ha convertido en una “consulta muy frecuente” por parte de las embarazadas, quienes alquilan salones y contratan decoración temática para el evento.
Según afirman Luz Coronel y Rocío Gómez, encargadas de un salón de eventos de Guaymallén, las fiestas para revelar el género del bebé se han popularizado hace menos de dos y parte del éxito se debe a su viralización en las redes sociales. “Se hacen aquí, en salones, cada vez más seguido y los clientes piden decoración especial. Son encuentros super lindos. No son tan frecuente como los Baby shower, pero hay demanda. Es que hoy cualquier cosa es motivo de celebración y se busca estar a la vanguardia de lo que está de moda”, señala Luz.
En esa línea, Roxana Di Marco, asegura que la “revelación del bebé” es una tendencia que “llegó para quedarse” porque tiene que ver con las ganas de festejar todo después de la pandemia por COVID-19 y luego porque hoy cualquier tipo de festejo se comparte en las redes. “La gente después de pandemia todo quiere celebrar y, además, mostrar. Se reactivó mucho el rubro de eventos. Por ejemplo, en prepandemia, no había tantos casamientos porque los chicos jóvenes preferían casarse por Civil y luego viajar. Después de la pandemia los recién casados se quieren casar con un fiestón y compartirlo en sus redes”, señala la experta.
Paula Daldi además de haber celebrado el género de su niño, también tiene una empresa de cotillón personalizado y decoración de eventos y asegura que la demanda que recibió para decorar este tipo de eventos “se duplicó” en el último año, lo que confirma, para ella, una tendencia en crecimiento.
“Es todo motivo de celebración y posteo en las redes sociales. Por eso, tanto la revelación del género del bebé como otras celebraciones tienen cada vez más en cuenta decoración personalizada para que sea ´instagrameable´. Por ejemplo, cuando se larga la bengala de humo con el color del sexo del bebé hay una decoración armada detrás. La pareja posa adelante y la foto queda muy bonita con el humo de color y la decoración”, describe Daldi, reflejando el cambio de época.
¿Baby Shower versus Revelación del Bebé?
La Revelación del Bebé es un evento que se realiza durante el embarazo y puede confundirse con el Baby Shower. Pero no, es algo muy distinto. De hecho, revelar el sexo del bebé no reemplaza a éste último y viene a sumarse al calendario “oficial” de los posibles festejos previo al nacimiento.
El motivo de organizar un Baby shower es, básicamente, celebrar la vida del bebé que está cercano a nacer (se realiza pocas semanas antes del parto), pero, sobre todo, apuesta a completar el ajuar para la criatura en camino. Después de eso, llegan los “consejos de crianza” a la futura mamá.
“Es un encuentro más materialista, digamos, porque cada invitada lleva un regalo para el bebé. Desde ropa, hasta elementos que serán útiles en los primeros meses y años. Es muy caro y a veces ayuda mucho a esa familia. Se juntan entre dos o tres o más y regalan cosas más importantes”, cuenta Paula Daldi, quien asegura que cada vez se van “sofisticando más ese tipo de eventos” y que ya dejó de ser un té de mujeres.
De hecho, Laura Cabanillas organizó un Baby Shower que fue “todo un evento”, asegura. Para la ocasión alquiló living, se decoró el lugar y hasta se contrató a un Disc Jockey. Y Si bien no hizo revelación de bebé en una fiesta, anunció con su pareja el género de su descendiente posteando la ecografía pertinente en sus redes sociales.
En el caso de la revelación del bebé suele ser un evento más íntimo y más informal, asegura Roxana Di Marco, organizadora de eventos. Incluso, hay una participación más activa de los hombres en el armado, en la sorpresa y en los juegos que se proponen, dice Di Marco, aunque Daldi advierte que esa tendencia “también está cambiando en los últimos años y todo está mixto y más compartido”.
Eso sí, los detalles en la decoración siguen siendo vital para “dar el toque” a cualquiera de las dos fiestas. Y los cotillones, claro, agradecidos.
