Los nueve días de confinamiento que terminaron ayer en Mendoza, por la adhesión al DNU del presidente Alberto Fernández para bajar la circulación y disminuir los contagios de coronavirus, dejaron satisfecho al Gobierno provincial por el comportamiento de la población, pero también arroja datos sobre quienes violaron este formato de cuarentena.
Si bien desde el Ministerio de Seguridad aseguraron que recién entre hoy y mañana estarán los datos detallados, se supo que se aplicaron entre 180 y 200 multas por infracción al artículo 205 del Código Penal y que hasta el miércoles pasado, luego del fin de semana largo, habían sido procesadas 92 personas. Al respecto, el subsecretario de Relaciones Institucionales de esa cartera, Néstor Majul, reconoció que “siempre hay trasgresores”, aunque minimizó la cantidad frente a quienes respetaron las medidas. “Muchos de los que multamos fue por circular a la hora que no estaba permitido y no podían justificar qué estaban haciendo”, explicó.
En esa línea, Majul prefiere bajar el tono de la situación y elige destacar que “la gente respondió, hizo un esfuerzo enorme entendiendo que eran 9 días y que luego se volvería a las restricciones previas, como dijo en su momento el gobernador, Rodolfo Suárez”.
Cabe recordar que durante el confinamiento sólo podían trabajar quienes se desempeñan en actividades consideradas esenciales, se podía circular para comprar en comercios de cercanía dentro del horario establecido y trasladarse a mayor distancia o fuera de ese horario para asistir a una persona o por alguna urgencia debidamente justificada.
En cuanto a las reuniones familiares, fueron pocas las denuncias. Según indicó el funcionario, “la gente a las 18 se iba a su casa, se cumplía. La mayoría de las llamadas por juntadas en casas resultaron ser reuniones entre convivientes, aunque generaban ruidos molestos porque tenían la música fuerte”, precisó.
Por tanto, no hubo muchas sanciones basadas en este motivo. Más allá de las llamadas con denuncias, Majul señaló que la policía que circulaba en móviles tenía la orden “de pararse y preguntar si notaban alguna situación irregular o que resultase sospechosa”.
El servicio público de pasajeros fue uno de los canales que permitió ver cómo la población se quedó en sus hogares. Así, según informaron las autoridades provinciales, durante el fin de semana largo las transacciones no superaron las 80 mil por día, en todos los recorridos urbanos. Mientras que a partir del miércoles 26, cuando comenzó la semana hábil de los nueve días de confinamiento, los viajes en el transporte público de pasajeros del Área Metropolitana del Gran Mendoza no fueron más de 190 mil por jornada, lo que representa una disminución de 60%.
Hay una disposición del DNU 334 a la que el Gobierno provincial no adherirá. La normativa nacional prevé que las mismas restricciones entren en vigencia también el próximo fin de semana (sábado 5 y domingo 6), pero desde el Ejecutivo mendocino se aclaró que Mendoza seguirá con la apertura con límites anterior al último confinamiento.
Restricciones a locales comerciales
En cuanto a los comercios, los considerados esenciales podían abrir y atender hasta las 18, mientras que el resto sólo podía funcionar con envíos a domicilio y con la modalidad ‘pase y lleve’.
Los restaurantes podían funcionar también con la modalidad de retiro, hasta las 18, mientras que el servicio de delivery de comida estaba autorizado hasta las 23.
El control de los mismos recayó en cada comuna y, hasta el cierre de esta edición, el Ministerio de Seguridad no tenía aún las cifras sobre cuántos locales fueron multados por no respetar la normativa. “Igual sabemos que los comercios cumplían a rajatabla y que a las 18 cerraban, así nos lo han adelantado los municipios”, indicó Majul.
Al margen de los controles municipales y para asegurar que las medidas se cumplieran, el Gobierno provincial dispuso cerca de 400 controles diarios, entre puestos fijos e intermitentes, en los que participaron unos 3.500 efectivos por jornada. “Esto permitió controlar muchísimo la documentación, por lo que también se labraron actas viales y se hicieron controles de alcoholemia”, explicó el funcionario. Durante el desarrollo de los operativos, además, fueron retenidas licencias y vehículos.
Sobre las fiestas clandestinas
Si bien, al igual que en los casos anteriores, aún no están los números definitivos sobre imputados y multados, desde Seguridad indicaron que las fiestas clandestinas que se identificaron y desarticularon “fueron entre diez y doce”.
Dentro de ese total, cinco ocurrieron este último fin de semana, incluyendo la que fue desactivada el viernes en La Crucecita, donde el gobernador Rodolfo Suárez presenció el operativo al tomar conocimiento del hecho. “La más populosa fue de 100 personas, pero la mayoría eran de entre 20 y 50, no superaban esa cantidad. En todos los casos hubo aprehendidos que fueron identificados y puestos a disposición de la fiscalía”, detalló Majul.
Además de la mencionada en La Crucecita, los eventos desactivados tuvieron lugar en Luján de Cuyo, Godoy Cruz, Guaymallén y Capital. Más allá de las sanciones, el funcionario remarcó que “en todos los casos fueron detenidos los organizadores y secuestrados los equipos que se estaban utilizando”.
