Acampar en las inmediaciones del hermoso paisaje de la Laguna del Diamante era una de las cuentas pendientes para Gonzalo Cuervo y para Lourdes Ausili, quienes son estudiantes y hace ya casi dos años que están de novios.
Por eso, calendario en mano, decidieron preparar la carpa e iniciar la marcha hacia este hermoso punto turístico, situado a casi 200 kilómetros de la capital mendocina, y a 3.300 metros sobre el nivel del mar.
Si bien la pareja observó el pronóstico del tiempo, lejos estuvieron ambos de imaginar que un fin de semana de disfrute iba a convertirse en una de las peores pesadillas en vida de las que tengan memoria.
Es que la lluvia que se pronosticaba para el sábado se anticipó al viernes, convertida en una inesperada tormenta de nieve que los dejó varados en un refugio durante una semana.
Frente al frío extremo, Gonzalo tuvo dudas de seguir adelante con el plan. Lourdes, en cambio, sintió directamente miedo. Pero continuaron tal cual lo previsto y, al amanecer, la nieve era inminente y también la necesidad de evacuar.
Cargaron entonces la camioneta y emprendieron la retirada. Ya nevaba con fuerza. A los pocos metros divisaron dos vehículos con turistas y un camión de Gendarmería. Estaban apostados para informarles que era imposible continuar la marcha.
“Pegamos la vuelta, no se veía nada. Lo único que atinamos a hacer fue a rezar”, describe Gonzalo, quien tiene 27 años y está a punto de egresar como ingeniero en Mecatrónica en la UNCuyo.
Aislados junto a otra gente en una cabaña de Gendarmería comenzó la espera. A pocos metros, otra familia permanecía en un trailer.
“A cada rato nos parecía que podíamos irnos, pero pasaban las horas y lejos de allanarse, los caminos se complicaban cada vez más”, recuerda.
Transcurrió un día, luego dos, tres, cuatro, cinco. “Fue un golpe anímico por la incertidumbre”, dice Gonzalo. Y Lourdes se angustiaba al punto de llorar. “Con lo puesto y comiendo lo que había sobrellevamos ese tiempo eterno. Eso sí, hemos sido muy bien atendidos por todo el personal”, advierte. A través de los equipos de comunicación, se les informó a ambas familias que los chicos estaban a salvo.
Gonzalo reflexiona: “Nunca imaginé tanta nieve en enero. Uno puede pensar en lluvia y barro, pero jamás en esto”. Y remata: “Fue cinematográfico”.
Unas horas antes de que se cumpliera una semana del inicio de la odisea, finalmente, gracias al trabajo coordinado de la Dirección de Ambiente y Ordenamiento Territorial; Recursos Naturales Renovables; Vialidad; Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza; Escuadrón 28 de Gendarmería Nacional; Defensa Civil y Ejército Argentino se logró despejar el camino y traer de vuelta a los nueve visitantes aislados.
“Se hizo lo mejor que se pudo con los escasos recursos existentes”, concluyó Gonzalo, para finalizar: “Más allá de los pronósticos, todo puede fallar”.
Paso a paso
Todo se inició el día viernes 29 de enero pasado cuando, a partir de las 8 de la mañana, comenzó una nevada atípica para esta época del año, que en menos de una hora acumuló 50 cm. de nieve en la Laguna del Diamante.
Debido al temporal, tres vehículos que estaban acampando no pudieron iniciar el regreso y uno de ellos quedó varado en una de las curvas de la Pampa de Caramillo, a 3.750 metros sobre el nivel del mar donde la acumulación de nieve había obstruido el camino.
Guardaparques del refugio de Laguna los bajaron a la zona de los refugios donde se hospedaron a siete personas en el refugio de Guardaparques y otras dos personas en el refugio de Gendarmería.
El director de Recursos Naturales, Sebastián Melchor, agregó: “Hay que destacar la intensa e impecable labor llevada a cabo por todos los actores involucrados en el rescate. Los visitantes tuvieron albergue, comida y comunicación con los familiares cada día provisto por el personal de Guardaparque y Gendarmería”.
Por otro lado, 10 personas fueron rescatadas también el miércoles del Cerro Real de la Cruz, en el o Paso del Portillo de Tunuyán. El grupo estaba haciendo trekking por la zona, pero el temporal los dejó aislados.
Más tarde otro grupo de 20 personas que andaban a caballo por la zona también fueron rescatados y debió transcurrir casi una semana para que pudieran ser evacuados.