El vuelo planeado para el domingo 24 rumbo a Moscú tuvo que ser reprogramado, por lo que se esperan definiciones sobre cuándo partirá para traer, al menos, unas 400 mil dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus. Sin embargo no se logrará la promesa del Gobierno nacional: 5 millones de dosis antes de finales de enero.
Se espera que el avión de Aerolíneas Argentinas se produzca durante este lunes. Será el tercer viaje que hará a Moscú, tras el realizado el 24 de diciembre último para las 300.000 vacunas de la primera dosis y el efectuado hace poco más de una semana con otras 300.000, para la segunda dosis. Estas vacunas fueron destinadas al personal de salud.
El Gobierno nacional firmó con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (FRID) un contrato por cuatro millones de la dosis 1 y un millón de la dosis 2 para que arriben antes de fin de enero, es decir un total de 5 millones, además de un convenio por 14,7 millones para febrero.
Pero el objetivo no logrará cumplirse a fin de mes, de mantenerse la actual organización de los vuelos. Es que la capacidad máxima de cada avión podría llegar a 1 millón de dosis, utilizando parte de la cabina, pero para eso todavía restan algunos trámites burocráticos.
Además, la producción de la Sputnik V viene demorada. Por ese motivo, en el Gobierno se analizó la posibilidad de postergar la aplicación de la segunda dosis -no genera problemas, 21 días es el mínimo-, tal como expresó la viceministra de Salud Carla Vizzotti, algo que luego quedó descartado y desmentido por otros funcionarios.
¿A qué se debe el retraso del vuelo a Moscú? Si bien están confirmadas las cantidades establecidas en el contrato, la administración de Vladimir Putin debe ratificar oficialmente el cronograma para desarrollar cada uno de los viajes que transportan las vacunas Sputnik V del laboratorio Gamaleya.
La decisión de transportarlas en diversas tandas tiene que ver con costos pero también con la necesidad de preservarlas y evitar problemas con el almacenamiento con refrigeración a varios grados bajo cero.
La realización de un cronograma puntilloso en esta nueva etapa también está relacionada con la disponibilidad de tripulación para viajes que demandan unas 40 horas, entre ida y vuelta y el tiempo de carga en Rusia.
De todas maneras, los gremios, especialmente el de los pilotos (APLA) que conduce Pablo Biro, se han puesto a disposición para la realización de esta tarea. Se trata de los vuelos sin escala más largos en la historia de Aerolíneas Argentinas.