Ser reina de la vendimia no estaba en los planes de Paloma Oro. No vivió esa algarabía de niña en su casa. No conoce el teatro griego Frank Romero Day, ni presenció el Carrusel o la Vía Blanca de las Reinas. Pero claro, esas ganas de tener la capa y la corona la acompañaron, en secreto, en algunos momentos de su infancia.
“Cuando era chica no viví la Vendimia en casa como lo hacen muchas familias. Solo veía las fotos de las reinas y sí, fantaseaba con ser una de ellas, pero nunca se lo dije a nadie. No se vivía en mi casa ese fanatismo, así que este año voy a estrenar todo. Estoy feliz. Todo nuevo para mí. ¡No veo la hora de tirar un melón desde mi carro!”, dice entusiasmada.
Paloma nació y creció en Villa Tulumaya, el pueblo “cabecera” de Lavalle, pero fue representando al distrito de Jocolí que obtuvo la banda y la corona como Reina Departamental el pasado 27 de enero, en una noche que recuerda como “mágica e inolvidable”.
Su llegada a la elección, cuenta, fue un poco accidental. A través de una peluquera amiga, la contactaron y la convencieron para participar de la elección departamental. “Me llamaron y luego fueron a mi casa para insistirme que tenía que presentarme. Y aquí estoy”, relata esta joven que confiesa haber sufrido la exposición los primeros días de reinado. Ahora, asegura, lo lleva mejor y lo disfruta más.
Una vida marcada por la resiliencia
La soberana que representa al secano mendocino tiene apenas 19 años. “Me siento muy madura en la vida personal, pero una bebé en el mundo de la Vendimia. Hay mucha gente que sabe mucho y para mí es todo nuevo”, argumenta.
Es que Paloma guarda varias lágrimas que se volvieron de plomo con el tiempo, unos cuantos sueños por cumplir y una historia de resiliencia que emociona.
Se crió sin papá, tiene un hermano 12 años menor que vive con la expareja de su madre, y la convivencia con su mamá “ha sido siempre muy complicada”, al punto de vivir violencia doméstica desde muy pequeña y tener que salir a trabajar desde los 14 años para poder pagarse los gastos propios, mientras estudiaba en el colegio secundario.
Hasta hace un mes trabajó de moza en un restaurante, pero pidió licencia cuando salió reina departamental. “Espero retomar después de las actividades vendimiales”, asegura.
Actualmente, la soberana vive con unos “tíos adoptivos”, Maxi y Lore, a quienes les agradece el techo y la contención. “Tener una mamá complicada me marcó la vida. Tuve que vivir en diferentes casas porque era muy difícil convivir con ella. Ahora que no vivimos juntas, nos llevamos mejor”, cuenta.
Paloma no solo terminó la secundaria, sino también comenzó a estudiar, el año pasado, la licenciatura en Kinesiología.
Eligió esa carrera por su amor al deporte, especialmente al vóley, que practicó casi toda su vida y que la cobijó en momentos “difíciles y muy estresantes”, confiesa esta soberana que se encuentra de novia hace unos meses con “Lauti”, un chico que la deslumbró apenas conoció. “Algo raro en mí que alguien me atrape. Pero apenas nos conocimos ya nos queríamos ver todos los días”, comenta.
El deporte, como “salvataje” para infancias y adolescencias
Por eso, uno de los sueños de Paloma es que se pueda concretar el proyecto social que presentó en el área de Cultura de Lavalle cuando se inscribió para la elección departamental de reinas. Ella misma lo tituló: “Inclusión deportiva y desarrollo del vóley”.
“El objetivo es fomentar el deporte por medio del vóley. Organizar torneos amistosos, crear otros equipos en Lavalle, para cualquier edad. Generar charlas sobre Salud, Nutrición y prevención de lesiones. Y, a largo plazo, detectar talentos locales. En la categoría Sub14 hay buenos equipos en Lavalle. La idea es sumar más. Además, el vóley es un deporte económico. Si no tenés una pelota, te la inventás y, si no tenés una red, te la imaginás”, plantea risueña.
Y agrega: “Me gusta porque incluye a la gente, te saca de tu vida…Es decir, si estoy estresada o mal, me pongo a entrenar con amigos. Creo que a muchos adolescentes les pasó lo mismo con el deporte. Es una forma muy sana de salir de tu mente”.
Si bien sueña con obtener un título universitario, Paloma se encuentra en un dilema. Para estudiar Kinesiología debe viajar a diario a la Ciudad de Mendoza y a veces, reconoce, esa logística se le hace “tediosa”. Más aún cuando debe cumplir con obligaciones laborales.
“Y ahora con Vendimia, será más difícil llevar todo al día”, dice esta joven, que no descarta estudiar Turismo en su pueblo mientras genera proyectos vinculados al vóley y la inclusión.
Eso sí, ni remotamente se le ocurre a la soberana mudarse de Villa Tulumaya. Paloma ama el secano lavallino. Y tiene cuatro muy buenas razones. “No me voy de acá por la gente. Acá la gente es más tranquila, es más cálida, es más humilde y más sencilla”, remata.
Coronada de historia y futuro
Parafraseando el nombre del espectáculo central de la Vendimia, le preguntamos a cada candidata: ¿Cuál es el momento de su historia personal que la ha marcado? y ¿Qué sueña para su futuro?
“Creo que dos cosas me marcaron mucho. Sin duda, tener una mamá complicada me marcó la vida. Tuve que salir a trabajar de chica y estudiar al mismo tiempo (ver texto central). Creo que también me marcó el paso que fue terminar la secundaria y comenzar la etapa de la universidad. Me costó mucho esa transición. Es como el sentimiento de que tenés que hacerte cargo de tu vida, que ya no sos una niña. Tenés que pensar en qué vas a hacer en el futuro.”
“Mi sueño es ser Reina Nacional (en lo posible); tener un buen trabajo, conseguir mi título universitario; poder vivir sola y ser totalmente independiente. También sueño con viajar mucho y, por último, casarme y tener hijos. Tradicional (se ríe).”
Ping pong real
-¿Cuál es la mejor serie en streaming?
-Soy muy de ver series y una que me encantó fue “Anne, with an E”. Eso sí, no me gustó para nada el final de la serie. Creo que se merece otra temporada esa serie; es hermosa. Por lo general, me quedo con las series románticas. Son las que más me gustan. Después, películas me cuesta más engancharme.
-¿Qué canción encabeza hoy tu playlist?
-Todas las canciones de Taylor Swift me gustan. Siempre hay en mi playlist alguna canción de ella. Pero si me tengo que quedar con una, elijo You are on your own, kid. Me encanta la música y la letra de esa canción. Está buenísima. Plantea esto de “viniste solo y te vas solo. Sólo te tenés a vos”. No sé mucho inglés, pero me encanta y me resulta fácil entenderlo. Hay algunas cosas, como frases de canciones, sobre todo, que trato de entender la letra. Por ahí me pongo a ver alguna peli en inglés y, por ahí, entiendo lo básico.
-¿Cuánto tiempo le dedicás a tus redes? ¿Cuál preferís?
-Uso mucho las redes, sobre todo, Instagram. Lo más loco es que desde que salí reina departamental uso las redes menos que antes. Es raro, ahora que me escriben un montón me conecto menos. Antes subía más fotos o música. Creo que me da flojera contestar tantos mensajes (se ríe). Es hermoso recibir el cariño de la gente, realmente. Pero quizás ahora, que estoy más ocupada cumpliendo con la agenda de vendimia veo menos las redes que antes o contesto recién a la tardecita.
Seguí leyendo