Diucas, pepiteros chicos, caranchos, reina moras, picahuesos, jilgueros y cardenales copete rojo. Estas son las especies de aves a las que pertenecen los 21 ejemplares de aves autóctonas y silvestres que fueron liberadas y reinsertadas en el hábitat natural el martes pasado y en el humedal Desaguadero, situado en el límite entre Mendoza y San Luis.
La totalidad de estas aves habían sido rescatadas durante operativos realizados en Mendoza relacionados al tráfico ilegal de fauna. Incluso, en el caso de las rescatadas en Mendoza, se trata de especies cuyo hábitat natural no está en áreas urbanas donde fueron detectadas, sino en otras provincias (San Luis, entre ellas). Esto evidencia, entonces, que muchas de estas aves no solo fueron atrapadas para vivir en cautiverio sino que, además, fueron trasladadas ocultas en distintos vehículos que los trajeron a Mendoza.
La liberación se hizo en el sitio Ramsar de Desaguadero, para que las aves se desarrollen y vivan en el entorno al que pertenecen. Y del emotivo acto de liberación de las aves participaron alumnos y docentes de las escuelas 4-182 Aída Font (La Paz, Mendoza), y de la Escuela Generativa Desaguadero (San Luis). Además, asistieron autoridades ambientales de ambas provincias, y todos los presentes fueron testigos del emotivo momento en que las aves autóctonas rescatadas pudieron volver a su entorno, previa rehabilitación.
“Es muy importante esta instancia de liberación, porque es el mejor de los resultados de un trabajo que llevan adelante los equipos de Fauna. Los animales que han sido quitados de sus ambientes naturales hoy vuelven a ser libres. La conservación de los ecosistemas es una responsabilidad de todos y no entiende de límites políticos”, afirmó el director de Biodiversidad y Ecoparque del Ministerio de Energía y Ambiente, Ignacio Haudet.
También participó del acto el subsecretario de Ambiente de Mendoza, Sebastián Melchor.
UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Todas las aves que fueron liberadas el martes pasado habían sido víctimas de tráfico ilegal y habían llegado a los centros de rescate mal alimentadas, con falta de plumas y en un estado general que no les permitía volar por sus medios y en su entorno natural.
Además, el emotivo acto de liberación fue el momento perfecto para que los estudiantes tomaran conocimiento de qué es el tráfico ilegal, los peligros de esta actividad, cómo actúa la policía en esos casos y qué implica recuperar, tratar y finalmente liberar a estos animales en su hábitat.
Tanto desde el Gobierno de Mendoza como desde el de San Luis, las autoridades se comprometieron a continuar con estas actividades conjuntas. Y es que, por lo general, especies que pertenecen al ecosistema mendocino son traficadas en San Luis, y viceversa.
En ese sentido, Mendoza se encarga de la recuperación y tratamientos primarios de esos animales, que luego siguen su adaptación en la reserva puntana de La Florida (en las inmediaciones al dique del mismo nombre en la vecina provincia).
El tráfico de animales silvestres autóctonos se encuentra prohibido y penado por ley. Estas especies no se pueden capturar, ni vender, ni tener en domicilios.
En caso de ver o conocer a alguien capturando o cazando a uno de estos animales, el procedimiento es llamar al 911, desde donde derivará a personal de Fauna para que actúe de inmediato.
EL HUMEDAL DESAGUADERO
El sitio al que pertenecen estas aves liberadas recientemente es un sistema de lagunas y bañados encadenados, alimentados por los ríos Mendoza, San Juan y -esporádicamente- por los desagües del Bermejo.
Se trata del sitio Ramsar Desaguadero, que cuenta con una extensión de más de un millón de hectáreas, incluyendo diversos tipos de humedales y ambientes de secano. Cuenta, además, con una rica diversidad biológica asociada al humedal, con más de 50 especies de aves acuáticas y una comunidad de 2.000 habitantes locales, con costumbres y tradiciones vinculadas históricamente a las lagunas en la que residen en la actualidad 12 comunidades huarpes y pobladores criollos dispersos. Ellos son autodenominados como “laguneros”.