“La esperanza es que se rechace. Cuando empezó el año los números no nos daban y ahora vemos que la diferencia no es tan grande”, indicó Lupe Batallán (22), activista provida y militante del Frente Joven respecto de lo que piensa que sucederá hoy, cuando comience la votación en el Congreso Nacional respecto del proyecto presentado por el Ejecutivo para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
Batallán indicó que este año esperan una derrota pequeña en Diputados aunque con el mismo final que en 2018. “Vemos que el Gobierno está haciendo modificaciones para llegar a los números, que no le cierran. Ojalá no pase la ley. Y que haya mucha gente manifestándose, al igual que lo que ocurrió el pasado 28 de noviembre”, apuntó la joven referente nacional citando como ejemplo la reciente marcha “celeste”.
Desde hoy comenzarán horas clave para el tratamiento de esta ley que inició el pasado 30 de noviembre con el debate en comisiones. Desde ese día se sometió a juicio de los diputados el plan de los 1.000 días para proteger a las embarazadas y a sus hijos durante los primeros años de vida.
Así, la jornada se extenderá hasta mañana y es en la que por primera vez los miembros de la Cámara Baja de todo el país se reunirán de manera presencial desde que se declararon las medidas de emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
El proyecto de regulación del acceso a la IVE y a la atención postaborto propone que la intervención pueda realizarse hasta la semana 14 de gestación y además habrá objeción de conciencia para los médicos, entre otros puntos.
No son 500 mil
Batallán indicó que uno de los principales argumentos por parte de quienes defienden el aborto es que se hacen 500.000 de manera clandestina cada año. “Si son clandestinos no se puede saber cuántos son. Y además, vemos que tomaron por cierto este número para hacer un análisis económico. Pero esta cifra no surge de un estudio científico sino de estimaciones. No tiene pruebas subjetivas”, señaló Batallán quien además es estudiante de Derecho y escritora autora del libro “Hermana, date cuenta: no es revolución, es negocio”.
Por otro lado, dijo que se toman 65.000 internaciones que no son abortos inducidos. “De hecho, 57.000 de esos abortos son no especificados. Además, un 11% son abortos espontáneos y causas minoritarias. Solo 75 de esos 65.000 son por intentos fallidos de aborto. Creo que es esperable que muchas de esas internaciones sean por aborto espontáneo. Con lo cual, los datos sobre los que se argumenta epidemiológicamente no tienen valor”, remarcó la joven, recordando que en Uruguay también se manejan con números inflados ya que “están sobreestimados los abortos clandestinos”.
Por otro lado, opinó que los recursos en el país son escasos y que no deberían destinarse tres o cuatro millones del presupuesto a algo que no es prioritario. “Lo que me enoja es que desde el Congreso digan que es un debate científico”, destacó.
Hace apenas unas semanas cientos de familias mendocinas participaron de la marcha para oponerse al proyecto de legalización del aborto. Desde los Caballitos de Marly hacia la rotonda de Monseñor Orzali y también hacia la cancha de Independiente Rivadavia, fueron miles los que se convocaron con carteles alusivos. Desde el “Salvemos las dos vidas” hasta algunos mucho más efusivos en sus proclamas, quienes participaron del caravanazo dejaron en claro su postura elevando sus pañuelos celestes en la tarde del calor mendocino.
Argumentos
Para muchos, el debate en el Congreso de 2018 fue la oportunidad para interiorizarse en la temática pero también para descubrir la baja calidad conceptual de los representados. Para Batallán los argumentos que este año tienen los “celestes” son favorables y reconoció que en 2018 los discursos, realizados por personas destacadas en contra del aborto, deberían haber sido bajados a la gente común.
“Hay furcios de ambos lados. Pero también legisladores con muy buenos argumentos, como Gisela Scaglia o Graciela Camaño. De todas formas, en 2018 tuvimos un avance importante. Logramos que se instalara el mensaje de salvar a las dos vidas, no a la mujer y al bebé por separado. Eso fue un gran avance. Por otro lado, creo que quienes están a favor del aborto tienen una campaña debilitada”, subrayó.
Igual, admitió que el peso que el Ejecutivo, encabezado por Alberto Fernández, tiene en el proyecto de ley puede inclinar la balanza. “Se nos dieron vuelta algunos votos. Como el del diputado Ferreyra, de Jujuy, que estaba en contra y ahora votará a favor”, dijo.
Batallán añadió que si la ley finalmente sale puede presentársele al Gobierno un mes complicado, porque -según la joven- la mayoría de los argentinos no quiere el aborto y a ello se le suma el pronóstico de algunas encuestadoras que aseguran que podría haber disturbios sociales. “Para el Gobierno esto es una cortina de humo y creo que si la ley sale va a afectar la gobernabilidad. De hecho, si hay media sanción mucha gente va a salir a la calle”.
Para terminar, reiteró que deberían discutirse temas más importantes como la pobreza, la educación de los niños y las cuestiones psicológicas derivadas de meses de cuarentena impuestos por el Gobierno para paliar las consecuencias del coronavirus. “Es hipócrita que un sector que promulga el ‘no es no’ haga que se gaste tiempo en debatir un proyecto que ya se rechazó. Esta es una ley que va en contra del pueblo; va en contra de uno de los lemas del peronismo”, cerró.