La receta electrónica avanza a paso firme. No sólo ha sido establecida como obligatoria a partir de julio por el gobierno nacional sino que es algo en lo que Mendoza se desarrolla con sus propios tiempos y espera comenzar a implantar a partir de junio o julio. Si bien se trata de una estrategia a la que se le atribuyen diversos beneficios, sobre todo en cuanto a facilidad, trazabilidad y accesibilidad, también hay cuestiones que pueden funcionar como obstáculos.
José Lodovico, presidente del Círculo Médico de Mendoza, hizo referencia a cuáles son “los pro y los contra” que los médicos ven al respecto.
Entre las virtudes señaló que permite que el médico tenga acceso a toda la medicación que se le ha recetado el paciente, gracias a lo cual tiene mayor control de la historia clínica.
Por otra parte, destacó que es más cómodo para el paciente acceder a la receta digital que a la manual porque muchas veces no consigue el turno correspondiente. Agregó que para el médico muchas veces resulta también más cómodo.
Pero por otra parte, advirtió que deben tenerse en cuenta algunos aspectos que pueden resultar condicionantes: la dificultad de acceso para muchas personas en diversos planos.
“El problema que nosotros vemos es que es un sistema que se va a implementar a partir del primero de julio y solamente teniendo en consideración que van a ser válidas las recetas electrónicas a partir de esa fecha y ya no la manuscrita”, dijo en relación a lo dispuesto por el gobierno nacional. “Entonces nosotros consideramos que lo que realmente tienen que hacer es que tienen que alargar el periodo de convivencia entre los dos tipos de recetas”, advirtió.
Es que opinó que eliminar la receta papel de manera abrupta encarna dos problemas. Primero, que hay un costo tecnológico que deben absorber todas las entidades médicas, es decir, hospitales, clínicas, prestadores de salud y financiadores. “Por ejemplo - detalló- las prepagas, las obras sociales, todos deben tener una plataforma electrónica como la tiene Pami u Osep, de tal forma que eso es un costo que no sabemos si las empresas de salud, que están en una dificultad económica en este momento, pueden absorber y en cuánto tiempo”. Y continuó: “Lo segundo, que es lo más importante, es que este tipo de tecnología excluye a muchos pacientes que no tienen acceso a la conectividad, que no tienen acceso a la tecnología o que teniéndola no tienen los conocimientos para utilizarla, y especialmente la gente mayor, que configuran una gran población de nuestros pacientes, es decir, la gente de 70, 80 años, nosotros lo vemos en el consultorio habitualmente, muchas veces no tienen mail, muchas veces usan el celular simplemente para llamadas, pero no tienen Whatsapp. Y bueno, esto excluiría a gran parte de la población por un tema de conectividad y de manejo de la tecnología. Eso me parece que es un punto en contra que tiene la receta digital”.
De hecho, ya el Ministro de Salud, Rodolfo Montero, había advertido sobre estos desafíos. “El decreto obliga a la prescripción electrónica y eso suena muy lindo para la ciudad de Buenos Aires o para algunas provincias. Para otras es más complejo. Nosotros en Mendoza estamos mejor en ese sentido, porque venimos trabajando en el tema de transformación digital, la tenemos desarrollada, la complicación es que si vos lo haces obligatorio en un plazo tan chico (mediados de año), tenés que garantizar la conectividad en zonas alejadas”, dijo a Los Andes en una entrevista a poco de asumir en diciembre.
Cuándo se comenzaría a usar la receta electrónica en Mendoza
Aunque la gestión del presidente Javier Milei dispuso la implementación de la receta electrónica de manera obligatoria a partir de julio, Mendoza no comenzará a utilizarla en esa fecha. Es que, según explicaron diversos referentes, las provincias tienen cierta autonomía al respecto y en el caso de Mendoza tiene su propia legislación por lo que hará sus propios procesos.
En la Dirección de Farmacología de la provincia explicaron que se hará en etapas y que aún no hay una fecha definida para el inicio del uso más masivo del recurso. Por lo pronto, no deberá usarse de manera obligatoria desde julio.
Se espera entre junio y julio comenzar a aplicarla en efectores públicos y paulatinamente ir ampliándola al resto del sistema. En este sentido, llegará primero a aquellos nosocomios que ya tengan más avanzada la digitalización, concretamente, implementada la historia clínica digital. Es que uno de los desafíos que tiene una provincia como Mendoza es que hay zonas más alejadas en las que la conectividad no es buena o hay menos desarrollo. Todo esto se da en paralelo de una estrategia del Ministerio de Salud local, que ya había comenzado a fortalecerse en la gestión anterior y que apunta a avanzar en la digitalización del sistema de salud. Esta es una pata.
Pero además, la idea del Ministerio es contar con un sistema propio en el que confluya la información y que se vincule con otros sistemas. Es decir que cada obra social o prepaga tendrá su plataforma para la emisión de recetas, y la intención es que los distintos sistemas dialoguen entre sí. Es parte de los requisitos estipulados por Nación: que los sistemas que se utilicen sean “interoperables”.