El aporte de la familia Corvalán se encuentra entre los más distinguidos y valiosos de Argentina, al tiempo que es -quizás- uno de los menos conocidos de la historia nacional también.
Por esto mismo es que la la iniciativa de bautizar a la biblioteca del Club Social Belgrano (CABA) con nombre de Rafael Jorge Corvalán –amigo y compañero de Juan Bautista Alberdi en la Generación del 37- es una noticia muy celebrada a la hora de poner en valor su apellido. Fue en coincidencia de lo que hubiese sido su cumpleaños 150.
Sobre todo para los familiares de este hombre que viven en Mendoza y quienes encuentran en este homenaje una reivindicación a la persecución que sufrió toda la familia de Corvalán de parte de Juan Manuel de Rosas oportunamente, y que derivó en que la familia perdiera su casa y 16 calles en la actual zona de Belgrano (CABA).
“Como tataranieta de Rafael Jorge Corvalán, es un orgullo que las autoridades de la institución que funciona en ese predio, el Club Social Belgrano, pusiera en valor el nombre de quien dedicara su vida a proclamar la libertad. La llevaba en la sangre”, resumió Haydee Silva López, quien vive en Mendoza y es socia honorífica del mencionado club.
El establecimiento se encuentra en uno de los sectores comprendidos por estas 16 calles –que salieron a remate luego de la muerte de la esposa de Rafael Jorge, Candelaria del Cerro de Corvalán, lo que ha permitido recuperar, al menos en lo simbólico, la casona de los Corvalán y parte de la historia grande de esa familia.
UNA FAMILIA NOTABLE
Manuel Corvalán Sotomayor es uno de los más grandes próceres que pasó por Mendoza y de relevancia nacional que ha dado la historia argentina, aunque parece haber quedado invisibilizado ante la luz de la historia grande del país.
Corvalán Sotomayor fue quien recibió la noticia en Mendoza de la Revolución de Mayo de 1810 y fue el encargado de dar aviso en esta parte de Argentina de la novedad.
“Manuel Corvalán Sotomayor fue, además, asistente del general José de San Martín en la campaña libertadora, y con su dinero uniformó a las tropas de las invasiones inglesas”, agregó Haydee, chosna de la figura.
Sin embargo, Corvalán Sotomayor (quien vivió entre 1874 y 1947) no fue el único ilustre de esta familia. También sobresalió su hijo, Rafael Jorge del Corazón de Jesús Corvalán Melo Basabilbaso (1809 – 1900). Y con Rafael Jorge, quien no vivió en Mendoza, la historia tampoco parece haber sido del todo justa.
Porque, al haber estado enfrentado a Juan Manuel de Rosas –pese a que su padre fue edecán de este último-, no pudo comprar una vivienda a su nombre, y los terrenos le fueron quitados a él cuando falleció su esposa.
REIVINDICACIÓN
Rafael Corvalán y Juan Bautista Alberdi estudiaron juntos y, siendo periodistas y abogados, crearon un magazine donde se le daba a la mujer un lugar digno.
Enfrentado a ellos, Rosas – por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires- ordenó cerrar esta publicación, y tanto Corvalán como Alberdi debieron exiliarse en Uruguay.
De regreso en Buenos Aires, Alberdi –a quien le habían retirado la beca, además- vivió en la casa de Corvalán como un familiar más. Y juntos dieron forma a las “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”.
En su función de juez, además, Corvalán peticionó la creación de la Iglesia de la Inmaculada, conocida como la Redonda de Belgrano.
“Al tener sólidos principios liberales, Rafael Jorge Corvalán fue perseguido por Rosas. Y cuando murió su esposa, mi tatarabuela y a nombre de quien estaba la casa de la familia, él queda viudo. Y no le creyeron que él le había dado el dinero a su esposa para comprar la casa, por lo que se la quitaron”, resume la tataranieta de Corvalán.
Precisamente en ese terreno se encuentra la casona donde funciona el Club Social Belgrano y la biblioteca que, desde el 23 de abril pasado, lleva el nombre y la placa de Rafael Jorge Corvalán.
Justamente cada 23 de abril se conmemora el nacimiento de Corvalán. Y la placa que allí se instaló permaneció muchos años en Rivadavia (Mendoza), resguardada por su nieta, Ofelia Corvalán de Bernasconi, “Ocha”.
“La vida de los patriotas, personas que se sienten con verdadera responsabilidad de la sociedad que representan, fue muy castigada, y sobre todo quienes tenían como estandarte a la libertad”, resumió la tataranieta de Rafael Corvalán, Haydee Silva.
“Hacen falta patriotas como fueron ellos. Hoy en la casona de las Barracas de Belgrano vuelve a estar el nombre de un líder de la libertad, de mi tatarabuelo, el doctor Rafael Jorge Corvalán”, concluyó.