Isabel Flores de Oliva, conocida como la “Patrona de América,” se convirtió en el epicentro de las leyendas que rodean a las fuertes lluvias relacionadas con la llegada de la primavera. Esta es la historia de la santa por la que Argentina solía celebrar el 30 de agosto como feriado.
La tormenta de Santa Rosa, que suele ocurrir entre los últimos días de agosto y los primeros de septiembre, afecta a un sector importante de Sudamérica. Mientras se cree que su aparición está relacionada con la transición hacia la primavera y el choque de masas de aire cálido con frentes fríos, también está asociada a la leyenda que narra cómo Isabel Flores de Oliva salvó a su ciudad natal de una invasión de piratas holandeses.
Aunque algunos argumentan que los piratas abandonaron su intento de ataque debido a la repentina muerte de su capitán, Isabel Flores de Oliva, también conocida como Rosa de Santa María, ganó el amor y la admiración de la gente por su acto considerado heroico. Pero, ¿quién era esta mujer y cuál es la verdadera historia detrás de la tormenta de Santa Rosa?
El origen de la leyenda
Isabel Flores de Oliva nació en Lima, Perú, el 30 de abril de 1586. A pesar de tener la opción de casarse y formar una familia, ella rechazó estas expectativas y optó por seguir una vida de devoción religiosa. Cambió su nombre a Rosa de Santa María y se entregó por completo a la oración y la penitencia. También brindó atención a enfermos y necesitados en su hogar, construyendo una especie de enfermería.
La leyenda de Santa Rosa se remonta a agosto de 1615, cuando una banda de piratas holandeses liderados por Joris van Spilbergen intentó asaltar Lima. En medio del pánico y la huida de los habitantes, Rosa, junto con otras mujeres, decidió refugiarse en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario para orar. Durante su fervorosa oración, una tormenta de proporciones nunca antes vistas se desató a lo largo de las costas de Lima. Esta tormenta destruyó numerosas embarcaciones piratas y obligó a los atacantes a abandonar sus planes y huir.
La población atribuyó a las oraciones de Rosa el hecho de que la ciudad fuera salvada de la invasión. Por este motivo, su representación a menudo incluye un ancla a sus pies, simbolizando los barcos que se retiraron debido al poder de sus plegarias.
La Canonización y el Legado
Isabel Flores de Oliva falleció el 24 de agosto de 1617 a la edad de 31 años debido a problemas de salud. Sin embargo, su vida y su devoción la convirtieron en una figura venerada. El proceso de beatificación y canonización de Santa Rosa de Lima comenzó poco después de su muerte y culminó en 1671 cuando el Papa Clemente X la declaró santa, convirtiéndola en la primera santa de América.
En Argentina, Santa Rosa también es reconocida como la “santa patrona de la Independencia Argentina,” un título promovido por Fray Justo Santa María de Oro en el Congreso de Tucumán de 1816. Aunque el 30 de agosto solía ser un feriado nacional en Argentina en su honor, la fecha de su conmemoración se cambió al 23 de agosto después del Concilio Vaticano II.
En resumen, la historia de Isabel Flores de Oliva, o Santa Rosa de Lima, es una mezcla de devoción religiosa y una leyenda que perdura a lo largo del tiempo, relacionada con las misteriosas tormentas de Santa Rosa. Su legado como la primera santa de América continúa siendo una parte importante de la cultura religiosa de la región.
Seguí leyendo
