El Departamento General de Irrigación ejecuta el reservorio del Canal Vila, en San Rafael, y el Subdelegado de Aguas del Río Diamante, el ingeniero Fabio Lastra, explicó que este reservorio es un complemento de las obras que se vienen realizando, tanto en la red primaria como en la secundaria, con el fin de flexibilizar el sistema.
“Pasar de un sistema rígido a un sistema flexible significa que los productores reciban el agua en el momento oportuno y no todos al mismo tiempo”, señaló.
En este sentido, “se avanza en dos aspectos. Uno es el manejo de la Cuenta de Agua y otro el Riego Acordado. El manejo de la Cuenta de Agua es un acuerdo que se realiza entre el Inspector de Cauce y la Subdelegación de Irrigación. La Cuenta surge en función de la nieve que haya en la temporada, del pronóstico de escurrimiento y de acuerdo a las hectáreas que tiene cada canal se le asigna un volumen. El Inspector debe solicitar la forma de entrega a lo largo de todo el período hidrológico y surge en función de su propia planificación, pero también se requiere la participación activa del regante e interactuar con la Inspección para la distribución. Esto se llama macroacuerdo o acuerdo mayorista. Y el microacuerdo o minoritario es el que surge entre regante e Inspección y se realiza con el reservorio”, detalló Lastra.
Este cambio requiere de mucha gestión. Lastra dijo que “es una experiencia nueva y se debe avanzar con acuerdos iniciales. Por ejemplo, la frecuencia en la entrega. Si uno tiene hortalizas la debe recibir con mayor frecuencia y si tiene frutales, con menor frecuencia, tratando de dar oportunidad a quienes quieren cultivar hortalizas de invierno”.
Lo fundamental es la gestión en el turnado de riego para que los productores puedan recibir el agua acordada.