Qué es la Fiebre de Oropouche, la enfermedad por la que Mendoza aumentó la vigilancia epidemiológica

Se trata de una patología de la que no se tienen registros en la provincia, producida por un virus y transmitida por un jején. Una circular del Ministerio de Salud de la Nación advirtió sobre la necesidad de vigilancia por brotes en países de la región.

Qué es la Fiebre de Oropouche, la enfermedad por la que Mendoza aumentó la vigilancia epidemiológica
Fiebre de Oropouche: Mendoza fortalece la vigilancia

Cuando el dengue empieza a dar un respiro, ahora Mendoza fortalece la vigilancia ante el riesgo del ingreso de un nuevo virus: el virus Oropouche. Se trata de un patógeno que provoca la Fiebre de Oropouche, y de la que no hay registro de casos en la provincia. Sin embargo, hay una alerta en la región por un aumento de casos, incluso en países limítrofes, por lo que tanto a nivel nacional como de organismos internacionales se ha instado a los gobiernos a mantener particular vigilancia sobre la circulación.

Entre todas las provincias, Mendoza es una de las jurisdicciones que está en la mira dado que en su territorio está presente el vector: un jején. Los “jejenes” son pequeños mosquitos o mosquitas negras, que suelen habitar en entornos boscosos y áreas con alta humedad, como arroyos y zonas urbanas cercanas a espejos de agua.

Por eso, desde el Ministerio de Salud de Mendoza se ha dispuesto una exhaustiva determinación de los cuadros que podrían ser compatibles.

“No tenemos casos pero sí tenemos el vector, entonces tenemos riesgo de tener casos”, afirmó la directora de Epidemiología de Mendoza, Andrea Falaschi. “Dentro de los criterios de vigilancia están también definidos los síntomas, es una infección transmitida por un vector que es el jején”, sumó.

Fiebre de Oropouche: los pacientes experimentan fiebre alta, cefalea  con fotofobia, mialgias, artralgias y, en algunos casos, exantemas
Fiebre de Oropouche: los pacientes experimentan fiebre alta, cefalea con fotofobia, mialgias, artralgias y, en algunos casos, exantemas

“El riesgo para Argentina, pero más específicamente para Mendoza es bajo”, opinó Ernesto Uelsetich, titular del Departamento de Enfermedades Zoonóticas y Vectoriales. En ese sentido señaló que si bien hay algunas variedades del vector, no está presente la que más transmite, que es el jején Culicoides paraensis. “No es imposible -agregó- pero realmente es muy bajo, porque es un mosquito que específicamente tiene un tropismo por climas mucho más cálidos”.

El brote

La Fiebre de Oropouche (OROV - CIE-10 A93.0) es una zoonosis producida por el virus Oropouche, un virus ARN del género Orthobunyavirus. Es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. Dicho insecto está presente en América del Norte, América Central, Caribe, Argentina y Uruguay.

El 2 de febrero la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta por un aumento de la detección de casos de fiebre de Oropouche en algunas áreas de la Región de las Américas los últimos meses. Ante esto recomendó reforzar las medidas de control vectorial y de protección personal de la población de mayor riesgo.

Una circular de vigilancia epidemiológica del Ministerio de Salud de la Nación emitida en mayo, daba cuenta de los brotes de la enfermedad en países de la región, incluso algunos limítrofes como Brasil y Bolivia.

En ese marco señala que se fortalecerá la vigilancia laboratorial priorizando a las provincias limítrofes con esos dos países, así como aquellas que poseen distribución conocida del potencial vector, entre las cuales se encuentra Mendoza.

“Hasta el momento, no se ha confirmado la circulación de OROV en Argentina. Sin embargo, el aumento de la circulación de este virus en la región de las Américas y la presencia del principal vector (el jején Culicoides paraensis) en algunas provincias del país plantean la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de casos”, expresa el comunicado.

Se habían notificado 5.193 casos confirmados de Oropouche en cuatro países de la Región de las Américas: el Estado Plurinacional de Bolivia, Brasil, Colombia y Perú.

La OPS detalla que se han descrito numerosos brotes de la enfermedad en comunidades rurales y urbanas de Brasil, Ecuador, Guyana Francesa, Panamá, Perú y Trinidad y Tabago. En la mayoría de estos brotes, fueron afectadas personas de ambos sexos y de todas las edades. En poblaciones con contacto previo al virus, los más afectados fueron los niños y jóvenes.

Tal cual ha sucedido esta temporada con el dengue, hay factores que favorecen su diseminación, por un lado el movimiento de las personas a través de viajes, que trasladan el virus, pero sobre todo se atribuyen los cambios a factores medioambientales. “El vector ha estado siempre, pero esto también tiene que ver con el cambio climático”, apuntó Falaschi.

Cómo es la fiebre de Oropouche

El virus es transmitido a los humanos principalmente por la picadura del jején Culicoides paraensis. La enfermedad produce un cuadro similar al dengue. Según describe la OPS tiene un periodo de incubación de 4 a 8 días (rango entre 3 y 12 días). El inicio es súbito, generalmente con fiebre, cefalea, artralgia, mialgias, escalofríos, y a veces náuseas y vómitos persistentes hasta 5 a 7 días. Ocasionalmente puede presentarse meningitis aséptica.

La mayoría de los casos se recuperan dentro de los 7 días, sin embargo, en algunos pacientes, la convalecencia puede demorar semanas.

Fiebre de Oropouche: Mendoza fortalece la vigilancia
Fiebre de Oropouche: Mendoza fortalece la vigilancia

El Ministerio de Salud de la Nación expresa que gracias a la amplia distribución geográfica del mencionado jején puede sobrevivir y reproducirse en regiones semiurbanas que se encuentran cercanas a las áreas con una alta densidad humana. Su presencia es abundante en los meses cálidos y lluviosos. Por lo tanto, los huevos se ponen en lugares húmedos (barro, excremento, estiércol mezclado con tierra, entre otros) y eclosionan hasta su estadio larvario en 3 a 10 días, sin embargo se deben realizar mayores investigaciones al respecto. Los sitios donde se reproducen facilitan la transmisión a los animales y humanos que vivan en las proximidades de estos lugares.

El OROV se aisló por primera vez en el año 1955 a partir de una muestra de sangre de un trabajador forestal residente de Vega de Oropuche, Trinidad. A partir de ese momento se encuentra en circulación en la región amazónica (América del Sur y Central). El virus Oropouche presenta dos ciclos de transmisión. Uno silvestre en donde los reservorios son vertebrados (primates, perezosos y roedores), con los mosquitos Cx. quinquefasciatus y Ae. serratus y el jején Cu. paraensis, como sus vectores. El segundo ciclo es el ciclo epidémico urbano, en el cual la infección se mantiene principalmente entre el ser humano y el vector Cu. paraensis.

El Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de Mendoza detalla que en Argentina, actualmente las provincias que registran la presencia de los principales vectores, que han sido implicados en otros países, son las regiones de NEA y NOA, y las provincias de Córdoba y Mendoza.

En cuanto al cuadro, refiere que clínicamente, luego de un período de incubación de 5 a 7 días, los pacientes experimentan fiebre alta, cefalea con fotofobia, mialgias, artralgias y, en algunos casos, exantemas. En ciertos pacientes, los síntomas pueden incluir vómitos y hemorragias, manifestándose en forma de petequias, epistaxis y sangrado gingival. Además, en situaciones excepcionales, el OROV puede provocar meningitis o encefalitis.

Desde el área explican que la vigilancia epidemiológica se basa en una vios síntomas) provenientes de la vigilancia de dengue, que cumplen con una definición de caso sospechoso de dengue, pero que resultan negativas para la detección molecular del virus dengue, principalmente en zonas con presencia del vector y/o intercambio con zonas donde se haya identificado la circulación viral.gilancia por laboratorio y consiste en el procesamiento por métodos moleculares (RT-PCR en Tiempo Real) de un porcentaje de las muestras agudas (hasta 7 días de iniciados l

“Dentro de los casos, que más o menos tienen los mismos síntomas que dengue, uno va haciendo una vigilancia laboratorial. Si el dengue te da negativo, un porcentaje de casos, lo pasas a la fiebre de Oropouche para descartarlo”, detalló la funcionaria respecto de procedimiento.

La prevención es similar a la del dengue.

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