Brasil analiza un posible caso de “vaca loca” en su territorio, una enfermedad que afecta al ganado bovino. Por esta causa, hasta que se tengan los resultados de laboratorio al respecto, las autoridades brasileñas han dispuesto paralizar preventivamente el mercado de hacienda para faena.
¿Pero de qué se trata esta patología?
La Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), tal su nombre, es una enfermedad progresiva, degenerativa, con daño neurológico generalizado, que tiene un largo período de gestación en el ganado bovino (hasta 8 a 10 años) y concluye con la muerte del animal, señala Anmat en una publicación. Incluso hay otras que extienden ese período hasta unos 30 años. Fue identificada en Inglaterra en 1985 y, aunque su aparición es incierta, existe acuerdo científico en que está asociada a la alimentación del ganado con harinas de origen animal que no habrían recibido el tratamiento térmico adecuado. Dicho problema incluiría a las ovejas, las cuales sufren una enfermedad equivalente llamada “scrapie”. También se han descripto enfermedades similares en otros rumiantes y también en felinos, en zorros y en ciertos tipos de ciervos. En estos casos se habla, en general, de Enfermedades Espongiformes de Animales (EEA).
Distintos países europeos han reportado la aparición de casos de “vaca loca” como consecuencia del traslado de ganado bovino de una nación a otra y de los mismos defectos de alimentación registrados en el Reino Unido, en particular en la década del 80 y 90.
Es una encefalopatía porque afecta el cerebro y se llama “espongiforme” porque el cerebro de una vaca enferma se ve esponjoso bajo un microscopio.
Cómo se presenta la enfermedad de la vaca loca
En definitiva, la enfermedad daña el sistema nervioso central de la vaca (cerebro y médula espinal) y es progresiva hasta que muere.
La Administración de Alimentos de Estados Unidos (FDA) refiere que un síntoma común de la EEB en las vacas es la falta de coordinación. Una vaca enferma tiene problemas para caminar y levantarse. Una vaca enferma también puede actuar muy nerviosa o violenta; por eso la EEB a menudo se llama “enfermedad de las vacas locas”.
Tiene un período de incubación largo: puede tomar de cuatro a seis años y hasta 30 años desde el momento en que una vaca es infectada con una proteína llamada prión. Por razones que no se comprenden completamente, un prión normal se transforma en un prión anormal que es dañino y el cuerpo del animal no puede combatirlo por lo que al cabo de un tiempo de deterioro, muere. Las vacas lo incorporan a través de alimento contaminado.
No existe tratamiento para la EEB ni vacuna para prevenirla.
¿Pueden las personas contraer la enfermedad de la vaca loca?
La FDA explica que las personas pueden contraer una versión de la EEB llamada variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD). “Hasta el año 2019, se sabe que 232 personas en todo el mundo se enfermaron con la vCJD y, desafortunadamente, todas murieron. Se cree que contrajeron la enfermedad al comer alimentos hechos de vacas enfermas con la EEB. La mayoría de las personas que se enfermaron con la vCJD vivieron en el Reino Unido en algún momento de sus vidas”, detalla la entidad.
Agrega que solo cuatro vivieron en los Estados Unidos y, lo más probable, es que estas cuatro personas se infectaron cuando vivieron o viajaron al extranjero.
Subraya que ni la vCJD ni la EEB son contagiosas. Esto significa que no es como contraer un resfriado. Una persona (o una vaca) no puede contraerlo por estar cerca de una persona o vaca enferma. Además, los estudios de investigación han demostrado que las personas no pueden contraer la EEB al beber leche o comer productos lácteos, incluso si la leche proviene de una vaca enferma.