El Ministerio de Salud reportó un incremento en los casos de infección invasiva por Streptococcus pyogenes en todo el país. Esta bacteria Gram-positiva es conocida por ser la causa más frecuente de faringitis aguda y diversas infecciones cutáneas, como impétigo, celulitis y escarlatina. Lamentablemente, de los 118 casos confirmados, se han registrado 16 fallecimientos.
Comparado con años anteriores (2019-2022), el número de casos de infección invasiva por Streptococcus pyogenes experimentó un aumento alarmante en 2023, representando un incremento del 281% en relación al mismo período de 2019.
Esta situación no es exclusiva de Argentina, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre un aumento en el número de casos en varios países europeos, y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió un comunicado por un incremento de casos en Uruguay.
QUÉ ES EL STREPTOCOCCUS PYOGENES:
El Streptococcus pyogenes, también conocido como Streptococcus grupo A, generalmente causa enfermedades leves como amigdalitis, faringitis, impétigo, celulitis y escarlatina. Sin embargo, en casos raros, la infección puede volverse invasiva y provocar condiciones potencialmente mortales, siendo responsable de más de 500,000 muertes anuales a nivel mundial.
La transmisión de esta bacteria ocurre principalmente por contacto cercano con personas infectadas, y puede propagarse a través de la tos, los estornudos o el contacto con heridas. El período de incubación varía de 1 a 3 días, y el tratamiento con antibióticos durante al menos 24 horas ayuda a prevenir la propagación de la enfermedad.
Es fundamental estar alerta a los síntomas asociados con estas infecciones. La faringitis se caracteriza por dolor de garganta, fiebre, cefalea, dolor abdominal, enrojecimiento de faringe y amígdalas, mal aliento y ganglios inflamados en el cuello, informó Télam.
En el caso de la escarlatina, los síntomas incluyen garganta roja y adolorida, fiebre, erupción roja con textura similar al papel de lija, piel enrojecida en pliegues de axila, codo e ingle, recubrimiento blancuzco en la lengua o garganta, lengua “aframbuesada”, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, inflamación de ganglios y dolores corporales.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas, es crucial evitar la automedicación con antibióticos y consultar a un médico para un diagnóstico oportuno. Si se recibe indicación médica de tratamiento antibiótico, es fundamental completar el esquema prescrito para evitar la resistencia bacteriana.
Además, se recomienda a las personas enfermas evitar lugares públicos y restringir los contactos hogareños, así como mantener una adecuada higiene personal y de manos. Asimismo, es importante recordar la importancia de mantener al día la vacunación antigripal y contra COVID-19, especialmente para aquellas personas con factores de riesgo.