Mendoza tiene 40 oficinas seccionales del Registro de la Propiedad Automotor en las cuales la provincia recauda con impuestos al sello, de patentes provinciales y de multas. Sin embargo, hoy entró en vigencia el mega decreto presidencial y cambia su funcionamiento. Ahora, ¿quedan ¡afuera!?
Parafraseando al presidente de la Nación, Javier Milei en uno de los histriónicos spots que presentó en época de campaña, el DNU firmado el miércoles por la noche por el propio mandatario implica cambios drásticos en el funcionamiento de estas dependencias. Y uno de los más significativos tiene que ver con que estas dependencias dejarán de funcionar como “ventanillas de cobro” de esos impuestos y cumplimientos mencionados que eran ajenos a la Dirección Nacional de los Registros del Automotor (de la que dependen las oficinas locales).
El manejo de ese dinero, que -según destacan los responsables de las oficinas- egresa a diario de esas seccionales de la misma manera en que ingresa, representa 50% del dinero que la gente abona en esos lugares. “Representa”, en presente, ya que si bien Milei dispuso las modificaciones en el DNU y ya están oficializadas, aún resta que la dirección nacional instruya por circular la reglamentación para aplicar estas modificaciones.
En pocas palabras, hasta tanto se defina cómo implementar estas modificaciones, las seccionales del Registro de Propiedad Automotor (de Mendoza y de todas las provincias) continuarán trabajando como lo ha venido haciendo histórica y tradicionalmente.
Por fuera de los cambios en lo que hace a la recaudación de dinero ajeno al rubro, el decreto de Milei también establece la eliminación de algunos trámites, como son la emisión y renovación de la cédula de identificación del automotor (tarjeta verde) y también la figura de la cédula de autorización (tarjeta azul, que le otorgaba una tarjeta especial a las personas autorizadas a manejar un vehículo del que no era dueño).
La tarjeta azul directamente desaparece, mientras que la tarjeta verde del propietario también podrá otorgar una autorización de manejo a otras personas, aunque no existirá como tarjeta física. Y, en este último caso -de autorización a otras personas- también dejará de tener una validez con fecha de caducidad. Todos estos son trámites que se eliminan con el DNU.
Y es que, actualmente, la tarjeta azul -que desaparecerá- tiene un formato físico para que cada persona autorizada a conducir un vehículo la tenga consigo. Y la autorización a terceros a través de la tarjeta verde (o cédula de identidad del vehículo, única por cada unidad) tiene una vigencia de un año. Este período de validez es el que se eliminará, por lo que no hará falta renovarlo.
Todos estos trámites, además, pasarán a cumplimentarse de forma remota y sin tener que asistir presencialmente a las oficinas seccionales del Registro de Propiedad Automotor.
A partir de octubre de este año se había comenzado a implementar la modalidad de hacer la inscripción en los registros de autos 0 kilómetro de forma digital. No obstante, la tramitación de las cédulas debía hacerse presencialmente en cada provincia. Pero, a partir de las modificaciones del DNU -y una vez que se implementen los cambios- se podrá hacer mediante firmas digitales. En ese sentido, cada una de las oficinas de cada una de las jurisdicciones de cada una de las provincia dejará de emitir estas cédulas y es la Dirección Nacional de los Registros del Automotor -con sede en CABA- quien tiene tiempo hasta el 2 de mayo de 2024 para confeccionar y perfeccionar el trámite de inscripción inicial de manera directa y de manera remota y digital.
CUÁNTO DINERO PASA POR LAS OFICINAS DEL REGISTRO DE LA PROPIEDAD AUTOMOTOR DE MENDOZA
El DNU firmado por Milei consta de 366 artículos. En el Título XVI se incluye todo lo referido al Registro Automor, y se extiende desde artículo 351 al 366.
Puntualmente hablando, lo que establece la normativa es una restricción de la actividad de los registros seccionales, aunque no los elimina. Se quitan trámites, como el ya mencionado cobro de impuestos o multas ajenas a la dependencia o la emisión de cédulas de autorizados.
Con la eliminación de trámites y la quita de funciones, la intención de la Nación es que cada oficina de registros procese y entregue los trámites sin considerar la existencia de multas de tránsito, deudas de patentes y pagos de impuestos de sellos, que perteneces a otras órbitas.
Será responsabilidad de los gobiernos provinciales o municipales reformular el mecanismo de recupero de impuestos y multas que se cobraban en las seccionales del Registro de la Propiedad Automotor de Mendoza y que se suspenderán con el DNU.
Por cada una de las 40 dependencias del Registro de la Propiedad Automotor en Mendoza pasan, al mes, 40 millones de pesos. Ese es dinero que, según explicaron los responsables de algunas seccionales a Los Andes, no queda en el lugar, ya que actúan como “ventanillas” para la recaudación de la Provincia o los municipios, a través de un convenio. Y este es dinero que dejará de pasar por estas oficinas, ya que el DNU de Milei elimina esta función.
Esto reducirá sensiblemente la caja del dinero que se maneja en el lugar. Y lo mismo ocurrirá con la reducción de costos que implicará la despapelización, teniendo en cuenta que la cédula pasará a ser digital. No obstante, continuará siendo una alternativa por demás rentable ser el responsable de una de las oficinas seccionales del Registro de la Propiedad Automotor.
En cuanto a los ingresos estrechamente relacionados a los trámites de registro, por cada vehículo se cobra un arancel equivalente a 2% del valor total del bien. De ello, 40% queda para el encargado de cada oficina, y es de esa porción de donde deben solventar el costo social de empleados (entre 8 o 9 por oficina, en promedio), además de asumir indemnizaciones, el funcionamiento general de las oficinas y un siempre necesario fondo de contingencia para asumir imprevistos.
Con el cambio anunciado por Milei, a las oficinas del Registro de Propiedad Automotor le quedarán funciones exclusivas de registración de vehículos.
APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS
En off the record y solicitando expresamente que no se los identifique con nombre y apellido, algunos responsables de oficinas del Registro de la Propiedad Automotor de Mendoza se explayaron sobre sus sensaciones ante el cambio que instrumenta el DNU nacional.
Para algunos de ellos, que adoptan una visión apocalíptica, estas modificaciones auguran “el comienzo del fin”, por lo que se manifiestan están en contra. No obstante, hay otros que tienen sus dudas, sobre todo por lo aceitado del mecanismo que funciona desde 1958 (ese año se creó la Dirección Nacional de los Registros del Automotor). Y, consideran, la eliminación de trámites ayudará, siempre y cuando no se altere el espíritu del funcionamiento.
“Es un un sistema muy seguro y bueno, aunque claro que es perfectible. Si bien es cierto que se sacan trámites y los registros van a precisar menos personal, hace 65 años que el sistema funciona. Y va a la vanguardia, ¡siempre lo fue! Está muy informatizado y se adapta a las nuevas tecnologías. No hay que olvidar que, en pandemia, el Registro del Automotor fue la única oficina que empezó a trabajar 28 días después del cierre de todo del 20 de marzo (NdA: del 2020). Volvimos el 18 de abril y no se dejó de trabajar nunca”, indicó uno de los propietarios consultados por Los Andes.
En ese sentido, el mismo referente destacó que el DNU y los cambios aplicados tienen su “pata débil”. Y es que, según resaltó, en tantos años trabajando de una misma manera ya se logró garantizar seguridad jurídica, a tal punto de que el sistema tiene más de 10 millones de vehículos en el país y funciona bien.
“Pueden haber algunas fugas registrales, como pasa con los autos mellizos. Pero ese es un porcentaje mínimo, y las fugas se producen en las plantas verificadoras, donde a veces el verificador no verifica y no constata que un motor y un chasis no pertenecen a un vehículo. Pero el sistema es muy seguro, y estas nuevas ideas le restan seguridad jurídica. No está mal, claro. Pero es una idea pensada, quizás, para otra cultura u otro país. Para los suizos, por ejemplo, no para los argentinos”, concluye.