El Área Fundacional de Mendoza, considerada la cuna de nuestro origen tras la llegada de los españoles, es sin dudas una de las zonas más importantes para los mendocinos. Pero, desde hace un tiempo cerraron el acceso a todo público a las ruinas subterráneas, la fuente principal de la plaza dejó de funcionar y se percibieron “hundimientos” a su alrededor, lo que llamó fuertemente la atención de los transeúntes, que se vieron aterrados ante la idea de que todo ese patrimonio se esté dejando de lado.
Mendoza fue fundada el 2 de marzo de 1561, por el conquistador español Pedro del Castillo, en ese mismo lugar se fundó la plaza que lleva su nombre. En 1861, un atroz terremoto arrasó con la zona dejando muy pocas construcciones en pie, una de ellas son las conocidas Ruinas de la Iglesia de San Francisco, en la esquina de Ituzaingó y Beltrán, justo frente al Área Fundacional. Luego de ese fenómeno, la ciudad se tuvo que reconstruir por encima de las ruinas. Se trata de la antigua ciudad, ya que tras el terremoto, unas cuadras hacia el suroeste surgió la nueva ciudad, con la plaza Independencia como centro.
En 1993, un proyecto gubernamental decidió llevar adelante una importante y ardua remodelación del lugar con el objetivo de recuperar y preservar el patrimonio histórico de esa zona. Esa remodelación contó con decenas de profesionales entre arquitectos, ingenieros, arqueólogos e historiadores, entre otros.
Cuando comenzaron las excavaciones, los profesionales dieron con verdaderos tesoros, entre los que se hallaron restos del Cabildo de la época colonial y una fuente realizada en 1810, que abastecía de agua a sus antiguos pobladores a través de un acueducto que bajaba desde El Challao. Además se hallaron los restos de otra fuente creada en 1930 y muy cerca de estas construcciones, los vestigios de un hornito que datan de cuando sólo había población Huarpe.
La Cámara Subterránea
Luego de los hallazgos se decidió que esas ruinas debían preservarse, por lo que se procedió a diferentes estudios que terminaron apuntando a lo mismo: crear una cámara que los mantuviera en las mismas condiciones en las que fueron encontrados.
“Cuando se hicieron las excavaciones y se encontraron los restos de las dos fuentes se decidió hacer la Cámara Subterránea, para que toda persona que quisiera pudiera bajar a conocer parte de la historia de Mendoza. No podíamos no mostrar a todo público ese maravilloso hallazgo”, detalló a Los Andes, Jorge Ricardo Ponte, arquitecto e investigador especializado en Arquitectura y Patrimonio.
“Lo peor que le puede pasar a un hallazgo es que los descuiden, por eso se deben cuidar mucho y de manera constante. En este tipo de ruinas sucede que a veces las pequeñas filtraciones de agua, o pequeñas fisuras que se producen con los sismos, no se perciben de inmediato y van generando daños que se advierten cuando ya han avanzado”, destacó Ponte, quien además participó de la remodelación de 1993 siendo funcionario activo.
Para entenderlo bien se podría decir que la Cámara Subterránea es como una caja de zapatos dada vuelta, que dentro contiene las ruinas de las fuentes antiguas, las cuales deben preservarse del mismo modo en que fueron encontradas.
“Todos los restos arqueológicos requieren de un mantenimiento especial para que se mantengan conservados. En el caso de las ruinas, para que se mantengan preservadas, la Cámara Subterránea deberá tener siempre 60% de humedad”, explicó Betina Tamiozzo, licenciada en historia y encargada del Área Fundacional.
Fuente sin agua
Tamiozzo explicó que las ruinas del Área están constantemente bajo estudio, dentro de un plan integral que cuenta con un equipo completo de profesionales especializados en el tema cuyo único objetivo es cuidar, rehabilitar y preservar este patrimonio. En los últimos meses se hallaron unos pequeñas problemas que despertaron la alerta de los encargados.
Fue entonces que se decidió cerrar la entrada al público a la Cámara Subterránea, para ser sometida de lleno a nuevos estudios. Y en conjunto con esta decisión entró la de apagar la fuente de agua, que desde hace años es el atractivo de la plaza Pedro del Castillo.
“La fuente principal funciona perfectamente y no ha sufrido ningún daño, sólo se decidió quitarle el agua, momentáneamente, para no generar peso sobre la estructura de la cámara subterránea, debido a que se detectaron problemas menores en su estructura, los cuales ahora están en estudio”, explicó Tamiozzo, quien también participó de las excavaciones de 1993 y agregó que todavía no se puede confirmar la fecha para la reapertura al público.
Los “hundimientos”
Otro de los temas que también se puso en el ojo de la tormenta fueron los supuestos hundimientos que se pueden percibir a simple vista en los alrededores de la fuente principal y sobre la trinchera central, donde están los restos del piso del cabildo.
En esa misma línea, la funcionaria explicó que toda la Cuarta Sección tiene rellenos tanto naturales, que es la sedimentación que se ha ido depositando a lo largo del tiempo y también rellenos artificiales, que han sido colocados para ir subiendo el nivel.
Lo que sucede es que en muchos casos esos asentamientos generan desniveles y eso despierta la sensación de que hay partes que se están hundiendo, dentro territorio.
“Cuando la plaza del Área fue remodelada, también se rellenó y esas diferencias de niveles que se perciben pueden deberse al asentamiento del terreno. Pero son desniveles, no son hundimientos”, aclaró Tamiozzo poniendo énfasis en la diferencia.