Durante este fin de semana se dieron a conocer detalles del preocupante estado psicológico de los rugbiers, luego darse a conocer la sentencia por el crimen cometido a Fernando Báez Sosa. Uno de los condenados que genera alarma y atención en las últimas horas es Máximo Thomsen, quien no estaría pasándola del todo bien en el penal de Melchor Romero.
Según informó hoy el canal Crónica TV, el joven fue separado en el penal del resto de sus amigos también condenados. La noticia se conoció luego de que el propio Blas Cinalli confirmara a uno de los periodistas de Crónica que se había provocado un “distanciamiento de palabra” entre los condenados.
“Mi vida no tiene sentido, nadie me quiere”, habría dicho Máximo Thomsen a sus conocidos más íntimos luego de la ruptura del vínculo con sus amigos. Al mismo tiempo, indicaron que “se la pasa llorando y leyendo la Biblia”.
Así mismo informaron que, tanto los familiares como el personal del servicio penitenciario, “tienen miedo de que se quite la vida”.
Los rugbiers se distanciaron luego de conocer el veredicto: ¿Qué pasó y cuáles fueron los motivos de la pelea según Blas Cinalli?
“No entiendo porque tienen tanto odio hacia nosotros. Ya pedimos perdón. Seguro no se soluciona nada con eso pero al menos pedimos perdón por este hecho que pasó. Nos escrachan por todos lados, dejen vivir, no tenemos vida”, comenzó su descargo Cinalli, desde la Alcaldía de Melchor Romero.
En diálogo con el periodista de televisión, el joven condenado a 15 años de prisión, volvió a reafirmar que “ninguno ideó un plan para matar a ninguna persona, ni hubo roles”, con respecto al homicidio de Fernando Báez Sosa. No obstante, rompió el silencio y cargó de responsabilidad dos de su grupo: Máximo Thomsen y Luciano Pertossi.
“No voy a echarle la culpa a Luciano, mi primo, pero él empezó forcejeando con un pibe dentro del boliche, y luego siguió afuera queriéndole pegar a un amigo de Fernando. Nosotros no queríamos pelear. Máximo y Luciano estaban casi iguales de alterados”, contó sobre el hecho ocurrido el 18 de enero de 2020.
Además, Cinalli aseguró que desde la condena su relación no es la misma con los demás culpables, aunque esperan “estar juntos a pesar de que a veces hay peleas” entre ellos.
Los posibles destinos de los rugbiers: entre los pedidos de las familias y del abogado defensor
Los familiares de los jóvenes piden que sus hijos sean trasladados al Complejo Penitenciario de Campana. Por un lado, por la poca distancia que mantienen con Zárate, su lugar de residencia, y porque también allí se encuentran dos personas cercanas a los condenados: Matías Pertossi (hermano de Lucas) y la hermana de Enzo Comelli, que se desempeña como guardia.
Sin embargo, los ocho rugbiers podrían ser separados debido a sus condenas. “Nosotros si vamos a ir a Campana. Estaría todo mucho más cerca, pero tengo entendido que a los chicos que le pusieron perpetua los van a llevar a otro lado (…) a Máximo (Thomsen) seguro lo lleven a otro lado, no sé dónde, pero sé que lo van a trasladar y va a estar solo”, explicó Cinalli.
Si bien, aunque los ocho quieren ir al penal de Campana, uno de los únicos de la provincia de Buenos Aires que no cuenta con sobrepoblación, será el servicio penitenciario quien defina su destino.