El río Paraná afronta por estos días una situación inédita, ya que la bajante dejó al descubierto -y a la vista sencilla de todo el mundo- la malla de contención que cubre la estructura del Túnel Subfluvial “Uranga-Sylestre Begnis”, que une Paraná (Entre Ríos) con Santa Fe. En caso de agravarse, el fenómeno preocupa a las autoridades por la circulación de los barcos.
Augusto Cortés, director técnico del enlace, explicó en La Nación que la cubierta protectora que asoma sobre el río tiene una extensión de 900 metros sobre el ducto principal que está a 12 metros de profundidad. Si bien aclaró que no hay riesgo de que el túnel se vea afectado, anticipó que en embarcaciones de recreación o de pesca se puede generar “algún inconveniente” ante algún desprevenido o imprudentes que se acercan para caminar sobre la malla.
“No se debe hacer, se pueden lastimar. La gente no se debe acercar”, dijo sobre la malla que está a la vista de todos. Se trata de tres capas de resina poliéster reforzadas con lana de vidrio diseñadas para impermeabilizar la estructura de tubos de cemento, canto rodado y hierro.
Según informó la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el río Paraná muestra en Corrientes una bajante extrema que acerca el registro actual al peor promedio mensual en 120 años. Incluso, el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) espera que el 6 de julio el río Paraná tenga una altura próxima a los -28 centímetros en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo del cero.
Por su parte, el titular del organismo de seguridad en Rosario, Aldo Monzón, señaló en La Capital que el panorama en el futuro a corto plazo “no es alentador”, ya que no se avizoran mejoras “al menos hasta agosto”. En tanto, desde Aguas Santafesinas insistieron en pedir a la población que haga uso responsable del agua potable.
Prefectura recordó a la población que se encuentra prohibido el ingreso a las aguas, en particular a la laguna Setúbal, ya que alberga excavaciones y pozos pronunciados de los que se tiene conocimiento que han puesto en riesgo la seguridad de las personas en ocasiones anteriores.
En tanto, para los navegantes, que en calidad de trabajadores esenciales o que por motivos de fuerza mayor deban hacer ejercicio de la navegación, la autoridad marítima recomendó no transitar por cauces que presenten irregularidades de fondo.
