Las infecciones de transmisión sexual (ITS) están ganando terreno en Mendoza y en el país. Los últimos años, y en particular los últimos meses, se aprecia un incremento, que también incluye el VIH, tras un descenso durante el primer año de pandemia.
Lo más perceptible es el caso de la sífilis, que en cuatro años triplicó la cantidad de notificaciones. Así, se pasó de 20 casos cada 100 mil habitantes en 2015 a 56 en 2019, el último año de notificación masiva.
Valentina Albornoz, jefa del programa de Salud, Sexual y Reproductiva de Mendoza, dijo que tras la parte más complicada de la pandemia se está comenzando a recabar nuevamente datos pero que en principio, estiman que ha continuado el aumento.
Explicó que esta proporción se registra en Mendoza y todo el país y que de acuerdo a lo que perciben los profesionales de la salud en la atención de pacientes, el resto de las enfermedades también expresa un incremento.
Sucede que de todas las infecciones de este tipo, solo tres son de notificación obligatoria: sífilis, gonorrea y VIH. Pero de la segunda hay mucha subnotificación ya que mucho se pierde porque no se registra o se hace tarde. “Me animo a decir que ese 56 podría ser más, ahora estamos tratando de recuperar esa información”, mencionó. Detalló además que el incremento se aprecia más fuertemente desde 2017.
Sobre la gonorrea señaló: “Casi no hay datos, es corta, asintomática y casi no se notifica, pero los profesionales perciben que llegan más consultas”.
En el programa de VIH-Sida de Mendoza también notan este aumento en las notificaciones, más que nada después de la pandemia, aunque es menos marcado que en ITS.
“Ha habido un aumento este año y desde el último semestre del año anterior porque a medida que se flexibilizaron las medidas que se tomaron por la pandemia (ASPO Y DISPO) la gente empezó a concurrir nuevamente”, dijo el doctor Víctor Bittar, responsable del área. Eso ni bien se flexibilizaron las restricciones, ya que durante 2020, por esta causa los nuevos notificados bajaron a la mitad de lo normal, pero luego ese aumento que percibieron se ha mantenido.
En el programa últimamente se diagnostican entre 5 y 8 nuevos casos por semana mientras que en la época pre pandemia eran unos 5 o 6, es decir, alrededor de un 30% más. Por aquel entonces se informaban entre 300 y 350 casos anuales (entre 2015 a 2019), según aprecian ahora, creen que se va a superar ligeramente. “No es que vamos a tener una explosion de casos”, subrayó Bittar. Además agregó: “Los pacientes que controlamos tienen cada vez más infecciones de transmisión sexual”.
Aumento generalizado de ITS
Este aumento se ha observado tras la pandemia en nuestro país y el mundo. Desde 2010 la tasa de incidencia de sífilis a nivel nacional creció de modo sostenido y con mayor incidencia en los últimos 5 años, remarcó la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis del Ministerio de Salud de la Nación, tal cual reflejó hace unas semanas Infobae. El área subrayó que es un verdadero problema de salud pública.
En julio, un informe anual de la Agencia de las Naciones Unidas para la lucha contra el VIH, Onusida, manifestó su preocupación sobre el crecimiento de estas infecciones en América Latina: en la última década, los casos en la región han subido un 5%, algo que considera alarmante respeto de la que describió como una pandemia del pasado.
Causas
El incremento se aprecia en la población joven y se asocia a la falta de uso de preservativo. El tema no es tanto el desconocimiento de que debe usarse sino que hay cierto relajamiento, falta de información segura, mitos que proliferan. También pueden influir relaciones sexuales no seguras muchas veces asociadas al consumo de alcohol o sustancias que pueden interferir en la toma de decisiones.
“Hemos visto que hay un déficit, no tanto en la información sino en la eleccion del metodo y hay que reforzar el cuidado ante estas infecciones, saben que está el preservativo, donde conseguirlo, lo tienen, pero no lo eligen”, esto por desinformación sobre estos cuadros, explicó Albornoz.
“También hay mitos como que baja la sensibilidad, que el que les da el Estado no sirve, lo tienen guardado dos años en la billetera, que son caros, son barreras alimentadas por la sociedad”, apuntó.
Por ello recordó que el uso del preservativo no afecta la sensibilidad, ni la erección ni ningún otro parámetro sexual.
En el mismo sentido opinó Bittar: “Las relaciones sexuales se pueden planificar pero la mayoría de las veces no lo son, no siempre tiene el preservativo a mano pero particularmente creo que no incorporan los métodos de barrera”.
Luego señaló cierta reticencia: “Observamos que la gente es bastante refractaria al uso preservativo, y no hay campañas masivas que promuevan los métodos de barrera (...) los jóvenes saben que permiten evitar infecciones pero ellos en particular le tienen muy poco respeto a esas enfermedades porque saben que la mayoría tiene tratamiento y cura, pero tomadas a tiempo”.
Mujeres jóvenes más afectadas por ITS
En el caso de la sífilis, de la que hay más detalles en ITS, se detecta sobre todo en mujeres de entre 15 a 24 años y en segunda instancia en la franja de 25 a 34 años. En VIH el crecimiento también es en población joven, sobre todo entre los 20 y los 25 años. Pero Bittar aclaró que hay casos en todas las edades.
Es importante considerar que la mayor detección en mujeres no necesariamente implica que sean las más afectadas sino que son las que más se controlan: a lo largo de su vida tienen más cercanía con el sistema de salud, son más proclives a la consulta, sobre todo ginecológica, ya sea por controles anuales, anticoncepción o embarazo.
Los varones son más reacios: “El varón es más errático, más inabordable” y destacó que hay infecciones que son propias de ese sexo.
Lo que pasa muchas veces es que no se consulta, luego la infección se vuelve sintomática y llegan al sistema de salud con un cuadro más complejo. Atendidas a tiempo, estas infecciones se sobrellevan bien y tienen cura pero de manera tardía pueden tener consecuencias más graves como infertilidad o la necesidad de cirugías.
Albornoz destacó la importancia de generar conciencia, tanto en pacientes como en médicos de realizar control sobre estas patologías cuando se realiza la revisión periódica. En tanto, Bittar dijo que la estrategia fuerte que tienen es la prevención combinada, que apela a más de una medida: acceso a información, preservativos y geles o lubricantes, profilaxis pos exposición y próximamente profilaxis pre exposición.