Pre-test: cómo son los nuevos métodos de detección rápida y masiva de Covid-19 que se usan en Mendoza

Aunque nada le quita el reinado al PCR y en segunda instancia al test de antígenos, surgen alternativas que detectan la pérdida del olfato, alternaciones del aliento; desde un escáner corporal a dispositivos que parecen chupetines. En Mendoza usarán el “Olfa-test” en la calle Arístides.

Pre-test: cómo son los nuevos métodos de detección rápida y masiva de Covid-19 que se usan en Mendoza
El Olfa-test será utilizado a partir de mañana en la provincia. Las pruebas se harán en calle Arístides Villanueva. Foto ilustrativa

Con el virus del Covid-19 cómodamente instalado en nuestras vidas desde hace un año y medio, y para el mundo unos meses antes, uno de los desafíos es cómo generar estrategias que permitan retomar actividades y atenuar las infecciones.

En ese marco, y gracias al camino recorrido es que van surgiendo alternativas de diagnóstico facilitadoras del proceso y que además lo hacen con mayor rapidez, lo que permite abordajes a gran escala.

Una de estas alternativas es Olfa Test, un dispositivo que se usará en Mendoza estas semanas para hacer detecciones de manera aleatoria.

El sistema detecta la pérdida de olfato de la persona, uno de los principales síntomas de la enfermedad. Es un kit de diagnóstico conformado por distintos elementos y sustancias aromáticas, que permite captar la pérdida del olfato, fue desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y se encuentra validado.

La Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO), junto a la Ciudad de Mendoza, buscan implementarlo masivamente durante las vacaciones saliendo a hacer test a la calle Arístides Villanueva, donde hay bares y restaurantes que motivan reuniones.

El bioquímico y doctor en Ciencias Biológicas, Diego Esteban Cargnelutti, lidera la estrategia y dijo que el procedimiento demora 5 minutos.

“Lo desarrollamos en este momento porque es una de las herramientas que la UNCuyo ofrece para una apertura controlada de la economía, con más circulación durante las vacaciones”, destacó. Por eso, dijo que la intención es desde el sector académico proveer una alternativa para controlar un posible aumento de casos.

Detalló que estudios nacionales de la Universidad de Buenos Aires publicados en marzo de 2021 y otros de EEUU e Inglaterra muestran que 65% de los pacientes tienen anosmia (pérdida de olfato). Por ello creen que es un buen parámetro para determinar que alguien es un caso sospechoso. De detectarse se les asignará un turno para un hispodao en el Centro de Testeo Fijo de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza

Señaló que la Universidad de Chile, la de Yale y otras en Europa tienen desarrollos similares.

Dijo que este tipo de equipos son usados también para otras patologías en consultorios de otorrinolaringología(ORL) para evaluar tumores, rinitis crónica o condiciones después de una cirugía.

Para la población menor de 40 años, la pérdida del olfato es un síntoma de detección temprana y puede ser el único en manifestarse. La alteración del olfato ocurre en la primera semana post-contagio y está presente en el 40-60% de los casos asintomáticos, afirmó en un comunicado la casa de estudios.

Otros test similares

El aliento es otro de los medios a través de los cuales se busca detectar el virus.

El estudio del aliento para realizar diagnóstico lleva una larga trayectoria que tiene rastros incluso en la antigua Grecia y la medicina tradicional China, señala La Nación en una publicación.

De hecho, menciona que hace décadas los investigadores estudian huellas olfativas a través del aliento para detectar cáncer de pulmón, la cirrosis, la tuberculosis, el asma, el colon irritable y otras dolencias, hasta gripe común.

Con la llegada del Covid-19, la herramienta se volvió algo muy útil y logró desarrollos rápidos.

Allí toma una publicación del New York Times en la que se hace referencia a un dispositivo similar al alcoholímetro que analiza compuestos químicos para detectar el virus.

Menciona como ejemplo que durante la primera oleada del virus, en la primera mitad del año pasado 2020, investigadores británicos y alemanes se abocaron a esta tarea. Así, recogieron muestras de alientos de 98 personas que habían asistido a las guardias de hospitales por problemas respiratorios. “A los participantes se les pedía que exhalaran dentro de un tubo descartable, y los investigadores luego extrajeron la muestra de aliento con una jeringa”, detalla. Los resultados arrojaron que 31% de los pacientes tenía Covid.

La empresa holandesa Breathomix había desarrollado una “nariz electrónica” que permitía detectar indicios de asma y cáncer de pulmón. Este dispositivo fue utilizado para detectar Covid y tuvo éxito pero por otra parte tuvo un alto porcentaje de falsos negativos

El medio menciona además otros proyectos en proceso. Tal el caso del que desarrolla la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos. Allí se trabaja en un biosensor recubierto de diminutos fragmentos de anticuerpos, o nanocuerpos, que se unen al virus Sars-CoV-2. A ellas se adhieren las partículas virales presentes en la exhalación, y así las detectan ya que esto activa el sensor.

En Australia están probando una alternativa para diagnosticar a los niños y evitar procesos invasivos. Por eso, idearon una opción que además, es divertida: se trata de chupetines que en realidad son dispositivos de detección. Hace unos meses las autoridades de ese país comenzaron a probarlos en jardines de infantes. Se trata de una propuesta del laboratorio del hospital Kaiser-Franz-Joseph de Viena y dirigida por Manuela Foedinger.

La empresa de Estados Unidos Advanced Medical Solutions International (AMSI) creó Covid Hunter. Es un escáner que puede detectar el Sars CoV-2 en personas y objetos hasta a dos metros de distancia. Puede hacerlo a través del cristal u otros objetos. En el cuerpo puede detectar el virus en diferentes zonas corporales como pulmones, garganta, nariz y en la piel.

Los expertos no creen que estas nuevas tecnologías vayan a reemplazar por completo a las tradicionales, con parámetros definidos y seguros de detección. Sin embargo, dada su sencillez y rapidez, pueden ser muy útiles para estudios poblacionales a gran escala o situaciones en las que participe mucha gente como eventos, sitios con público o escuelas. Esto en particular en casos asintomáticos o con síntomas leves que no acuden por un hisopado pero que transmiten el virus

Carlos Espul, coordinador de la Red de Laboratorios Públicos de la Provincia cree que lo que hay por ahora como más confiable siguen siendo las PCR y los test de antígenos o serológicos, según la situación. Consideró que otras opciones son bienvenidas pero como complementos.

“Siempre vamos a tener que recurrir a estas técnicas como rectoras en el diagnóstico, todo aquello que nos anticipe el diagnóstico va a sumar, todo aquello que nos permita abordar a un paciente presintomático o con sintomatología subclínica que lo único que tenga es pérdida de olfato o gusto permitirá aislarlo pronto”, apuntó.

Los cambios

Ni bien se inició la pandemia de Covid-19, la opción que había para la detección eran las pruebas de PCR, que de hecho se siguen usando. Pero en ese entonces, primero debían enviarse al instituto Malbrán, en Buenos Aires, lo que implicaba varios días de demora en el diagnóstico. Luego se comenzó a procesar las muestras en el laboratorio de Salud Pública en Mendoza pero no había suficientes reactivos.

Cuando el suministro se fue acomodando, llegaron a la provincia especialistas del instituto Malbrán para capacitar a nivel local y así fueron creándose más laboratorios. Pero el proceso requiere varias horas.

La llegada de los llamados “test rápidos” (serológicos) implicó un cambio drástico: no sólo la obtención de resultados en pocos minutos sino que por su sencillez, fue la oportunidad de salir a la calle a detectar personas infectadas, posibles asintomáticos u oligosintomáticos, que sin saberlo, pudieran estar diseminando el virus. Esto fue parte fundamental de la estrategia implementada por el gobierno de Rodolfo Suárez ya que apuntó a la detección temprana para atenuar la transmisión. Este tipo de testeos se siguen utilizando.

Tests olfativos en la Arístides

La UNCUYO hará testeos de olfato masivos para detectar Covid-19 los jueves y viernes durante las vacaciones de invierno en la calle Arístides Villanueva, de 19 a 22. También el martes 20 de julio, día del amigo, en el mismo horario.

Lo harán Estudiantes avanzados de Medicina de la Universidad Nacional de Cuyo, quienes saldrán en horario nocturno a realizar testeos olfativos que contribuyan a hacer una detección temprana.

La acción, que surge de un convenio entre el Área de Innovación de la UNCUYO y la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza,

Se ofrecen distintos aromas y la posibilidad de identificarlos. La repetición de la prueba permite conocer si se tiene olfato normal o si hay cierta pérdida de ese sentido. En caso de identificarse esto último, se realizan algunas preguntas sobre los antecedentes médicos a fin de conocer si puede existir una razón distinta al COVID-19 para justificar el caso.

Si se identifica pérdida de olfato se indica el aislamiento preventivo y la realización de PCR para confirmar el diagnóstico de Covid-19, que puede realizarse en el Centro de Testeo Fijo de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Este Puesto está situado en el CIC 1, ubicado en calle 9 de Julio 3565, casi Mosconi, de Capital, y funciona de lunes a sábado de 9 a 12 y, por la tarde, de lunes a viernes, de 14 a 17.

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