“Aquí, en el centro de Junín, me imagino cómo habrá sido la llegada de José de San Martín. Aquí, en la Posta del Retamo comenzó todo, es el primer registro de San Martín en Mendoza”, sintetiza el historiador Roberto Tripolone, quien junto a un grupo de colegas y vecinos del departamento trabajan para saber más de aquel primer encuentro del Padre de la Patria con su tierra soñada.
Según las referencias, la actual calle Mitre, casi en su intersección con La Posta, en pleno centro de la ciudad se encontraba esta parada obligada para el descanso y aprovisionamiento de los viajeros que provenían de Buenos Aires hacia Mendoza y Chile y viceversa. Se encontraba dentro del Camino Real, de herencia colonial.
Tripolone comenta que cuando San Martín es nombrado Gobernador Intendente de Cuyo en agosto de 1814, emprende el viaje desde Córdoba a estas tierras, utilizando los caminos reales. “Él ingresa a Mendoza por Desaguadero y será la Posta del Retamo donde va a descansar. Se trataba de un lugar de renombre y allí le escribe al Cabildo que ya está próximo a llegar. Por esto este sitio es de importancia patrimonial, por este motivo se pretende poner en valor”, expresa el historiador.
Roberto Ronchetti, vecino de Junín cuenta que desde chico les han inculcado a los juninenses los valores sanmartinianos, y que también saben de la existencia de lugares históricos. “Siempre me he preguntado porqué no se ha destacado lo que el General San Martín hizo aquí en Junín. Estuvo en la Posta, antes había hecho una parada en Algarrobo Grande. El molino harinero que hizo construir (Solar Histórico de Orfila), los cultivos de Los Barriales. Son marcas que dejó el General en Junín, y pasan desapercibidas. Vemos que el municipio se ha “dormido” todos estos años porque no se lo destaca como debe ser y es muy importante desde el punto de vista histórico. Esperemos que próximamente resalten estos lugares para que no queden olvidados”. Y señala que el lugar donde estaba la posta, es un campo privado que no está en producción actualmente.
Un trabajo de investigación liderado por Eduardo Guidolín, de Producción Cultural del municipio, apunta justamente en poner en valor la Posta del Retamo y el resto de los lugares creados o por donde pasó el General. “Empecé a investigar y hay mucha información mal contada. Abordamos nuestra investigación desde una postura de deconstruir la historia. La creación de la Gobernación de Cuyo se inicia en un contexto que no se debe pasar por alto y el estratega tenía una comunicación fluida con la familia Corvalán, que tenía un fundo en la zona del Retamo de más de 200 años. Y no es casualidad que él llegue allí, y se hospede”. Guidolín explica que San Martín llega el 6 de setiembre, al menos eso se interpreta porque ya en la Posta escribe una carta a las autoridades del Cabildo fechada el 7 y comenta que llegó la noche anterior. En ese escrito informa que está próximo a arribar a Mendoza. Agrega que la posta en cuestión era un lugar con las condiciones para que pudiese descansar. Contaba con un potrero para los animales, galerías de descanso y habitaciones. Estaba posicionada como una de las mejores a nivel constructivo.
Bien vale la pena imaginarse que el paisaje de aquella época era muy diferente, despoblado y una flora semi desértica reinante. En la zona del Retamo, seguramente habría una vegetación más tupida y de mayores dimensiones, ya que había una hijuela o canal y por esta razón se destaca el nombre del lugar. Allí también había una parroquia.
En la web de la Dirección General de Escuelas, se puede leer que el Retamo era un pequeño pueblo con muy pocas casas. “Todas ellas tenían una huerta con vides y frutales, rodeadas de altos álamos. Esto es en la Ruta Provincial 60 y calle la Posta Ciudad de Junín, Mendoza. La posta contaba con una gran sala, habitaciones, galería y pórtico, todo muy sombreado por una alameda bordeada por una típica acequia”. Y agrega que en 1814, el edificio ocupaba una superficie aproximada a 1500 m2 conformando un rectángulo de 30 m de frente por 50 m de fondo. Poseía altas galerías sostenidas por columnas de madera, desde el centro hacia el norte había un amplio zaguán que remataba en otras galerías a espalda del edificio. A ambos lados y en su frente se hallaban dos habitaciones. En su interior se encuentran dos amplios ambientes, fraccionados con delgados tabiques de adobón, que se utilizaban como dormitorio. A los costados de estos ambientes se hallaban dos aposentos más pequeños, siendo el que mira hacia el oeste el que se reserva a personajes de cierto rango. Desde sus ventanas se alcanza a divisar las altas cumbres cordilleranas nevadas. En este ambiente es, según la tradición, donde se alojó San Martín, la noche del 6 de setiembre de 1814. En el confín de la hostería están los corrales de la posta. Las carretas se colocan junto al cerco y en el interior del corral se guardan los animales.
Guidolín afirma que ahora la idea es poner en valor este conjunto “y armar la ruta sanmartinniana, con la visión de que acá comenzó la historia de San Martín en la provincia. Estarían el ingreso a Junín, la zona de la plaza, la iglesia, el solar histórico de Orfila, donde está el molino harinero que mandó a construir San Martín y Barriales, que es otro nodo importante es Los Barriales. El canal San Martín lleva su nombre justamente porque es el cauce que permite mover el molino. Hoy Junín tiene el 93% de su superficie cultivada, ‘es el jardín de la provincia y de alguna manera esto es fruto de aquel sueño del General San Martín”.