Para gestar la Mendoza del futuro es fundamental priorizar la investigación y el desarrollo en biotecnología e inteligencia artificial. Estas áreas son los motores de innovación y generación de riqueza en el mundo. No solo impulsan el desarrollo económico, sino que impactan positivamente en forma directa en la salud y el bienestar de la población.
La biotecnología ofrece múltiples oportunidades en Mendoza, una provincia vitivinícola de renombre mundial, aportando innovación en la producción de vino, en la genética de cepas y levaduras, y en el uso de herramientas biológicas para optimizar la producción de uva. En agricultura, investigar nuevas variedades de vegetales que sean más resistentes a enfermedades y condiciones climáticas adversas puede no solo mejorar la calidad de los alimentos, sino también aumentar la producción en un contexto de cambio climático. Proyectos que integren nuevas tecnologías, como la agricultura de precisión y el uso de biotecnología en la generación de fertilizantes y pesticidas biológicos, potenciarán la competitividad de la provincia en el mercado global.
La biotecnología, en particular, tiene un impacto muy significativo en la salud. Es indudable que la ciencia y la investigación han logrado que el ser humano viva más años y con mejor calidad de vida. La medicina personalizada, el desarrollo de métodos de diagnóstico innovadores, la producción de vacunas y la generación de nuevos fármacos se sustentan en los avances de la biotecnología.
En el ámbito de la transición energética, la biotecnología puede jugar un papel clave en el desarrollo de biocombustibles a partir de residuos agrícolas o de cultivos microbianos, contribuyendo a diversificar la matriz energética de Mendoza, reduciendo la dependencia de recursos no renovables y fomentando un modelo energético más sostenible.
El cuidado del agua es otro aspecto crucial en Mendoza, una provincia donde el recurso hídrico es limitado. La biotecnología puede contribuir al desarrollo de sistemas de riego más eficientes y técnicas de conservación del agua en la agricultura. Además, el uso de biotecnología en el tratamiento de aguas residuales puede mejorar la calidad del agua disponible para la población y los cultivos.
Estos son algunos de los beneficios que la biotecnología puede aportar a la Agenda Territorial Integrada de Mendoza (ATIs: economía del conocimiento, agroalimentos, salud, energía y agua). La inteligencia artificial, es la herramienta que permite, entre otras cosas, analizar grandes cantidades de datos, rediseñar y optimizar procesos, y validar en forma rápida y eficiente, ideas innovadoras. La biotecnología y la asistencia de la inteligencia artificial son fundamentales para promover, fortalecer y diversificar la matriz productiva y el desarrollo socioeconómico provincial.
La Universidad tiene tres roles insoslayables en el ecosistema de innovación. En primer lugar, debe promover la formación de talentos, proporcionando educación de calidad en estas disciplinas. Además, la Universidad debe liderar la generación de conocimiento, promoviendo proyectos de investigación y desarrollo, la creación de espacios de coworking y laboratorios compartidos que faciliten la investigación interdisciplinaria, donde se integren biotecnología e inteligencia artificial, con otras disciplinas como robótica y nanotecnología. Finalmente, la Universidad debe promover la colaboración con empresas del sector privado y el gobierno, asociación clave para la transferencia de conocimientos y el desarrollo de tecnologías aplicadas que den soluciones prácticas a los desafíos locales.
Asimismo, las políticas públicas deben fomentar la investigación y el desarrollo en estas áreas, ofreciendo incentivos y financiamiento a proyectos innovadores. La promoción de ferias de ciencia y tecnología puede aumentar el interés y atraer inversiones externas, contribuyendo a un entorno propicio para la innovación.
La biotecnología y la inteligencia artificial constituyen las principales herramientas para crear valor, y dan origen a la mayoría de nuevas empresas basadas en ciencia y startups del mundo, generando empleo y riqueza. La alianza estratégica Universidad, empresas y Gobierno es la base de un ecosistema virtuoso que puede atraer talento e inversión, contribuyendo al desarrollo económico de Mendoza.
Al priorizar estos aspectos, Mendoza no solo se posicionará como referente de la innovación del oeste de nuestro país, y principal canal hacia el Pacífico, sino que garantizará un futuro más próspero y sostenible para todos sus habitantes.
*La autora es secretaria de Investigación, Internacionales y Posgrado de la UNCUYO
