La primera reacción natural al frío es el temblor, también llamado escalofrío, y es causado por contracciones y relajaciones musculares rápidas. Así lo explica el servicio informativo de la Biblioteca Nacional de Medicina, perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.
El hipotálamo es el área del cerebro que controla la temperatura del cuerpo, por lo que, cuando la temperatura corporal es demasiado alta o demasiado baja, pone en marcha procedimientos apropiados de disminución o aumento de la temperatura, acorde a los requerimientos del cuerpo.
Así, cuando la piel se enfría, en todo el cuerpo se invocan efectos reflejos inmediatos que comienzan a aumentar la temperatura corporal de varias maneras. Una de ellas es justamente provocando escalofríos.
Esto sucede gracias a una región del hipotálamo denominada “centro motor primario del escalofrío”, una zona que es excitada por las señales de frío procedentes de la piel y de la médula espinal, y que se activa cuando la temperatura corporal desciende por debajo de un nivel de temperatura crítico.
Gracias a este mecanismo natural, una persona puede recuperarse de temperaturas bajas extremas. El estudio detalla que durante un escalofrío máximo la producción de calor corporal puede aumentar de cuatro a cinco veces la normal.
Sin embargo, es importante advertir que el escalofrío puede ser síntoma de otro tipo de cosas, ya que también predice la llegada de la fiebre o alguna enfermedad.
