Si has tenido el placer de tener un gato, obviamente ya sabés de que se trata: no importa qué tipo de juguetes, casas o camas le compres o hagas, siempre las cajas u objetos cerrados van a ser sus preferidos. Te habrás preguntado, también, ¿por qué les gusta tanto esconderse allí?
La incógnita tiene una respuesta científica que diferentes profesionales se encargaron de explicar. Lo cierto es que la búsqueda de espacios confinados es un comportamiento instintivo de los gatos, ya que, en paralelo con el hábitat en la naturaleza de los felinos, se trata de las áreas que les permite ocultarse de los depredadores, además de acechar sigilosamente a sus presas también.
EL ESCONDITE MEJORA SU SALUD
Este instinto natural se refleja, lógicamente, en su comportamiento doméstico como mascotas, y así lo explicó Elena Carloni, etóloga de la Universidad de Bolonia (Italia) y una de las mayores expertas en gatos en Europa: “Una caja de cartón ofrece a los felinos un escondite cuando no quieren ser molestados. Así, reduce su ansiedad y mejora su salud”.
En una charla con National Geographic, la especialista agregó que “las cajas enriquecen el espacio donde viven los gatos, bajan los niveles de corticoides relacionados con la ansiedad y mejorar la calidad de vida del felino”.
Para comprobarlo, unos investigadores evaluaron el efecto que les genera esconderse en una caja a unos fatos recién llegados a un refugio de animales en Holanda. El experimento consistió en dejar a disposición una caja a 10 de los gatos, pero a otros 9 no. Como resultado, el equipo de estudio encontró una diferencia significativa entre los dos grupos, en el tercer y cuarto día, ya que los gatos con caja fueron capaces de adaptarse más rápidamente a su nuevo entorno.
En conclusión, además de la arena para hacer sus necesidades, ya sabés que a tu gato no le puede faltar una caja para esconderse, desestresarse y, de paso, jugar.