Los festejos por la Navidad y el Año Nuevo implican para muchos el consumo de alcohol, a veces excesivo. Pero además, en el caso de la primera, que será los próximos viernes y sábado, habrá un plus: las altas temperaturas que se presentan llevan a un mayor consumo y deshidratación.
Al cuadro hay que sumar las consecuencias que puede tener en la conducta el consumo excesivo y el malestar que puede sentirse al día siguiente.
Pero hay una receta recomendada para atenuar este impacto: beber agua. Hacerlo de manera intermitente mientras se toman bebidas alcohólicas disminuye algunas de las consecuencias negativas. También se recomienda hacerlo con posterioridad.
Qué sucede cuando se consume alcohol
Sucede que el alcohol etílico, presente en las bebidas, es un depresor del sistema nervioso central, podría decirse que tiene un efecto sedante.
Además, el consumo excesivo disminuye la producción de la hormona antidiurética, responsable de absorber el agua necesaria para funcionar de manera óptima. Es por esto que estas bebidas pueden llevar a la deshidratación, con una falsa sensación contraria.
Por ello, aunque las sugerencias son diversas, se recomienda tomar un vaso de agua por cada vaso de una bebida alcohólica. De esta manera se mantiene el cuerpo hidratado y ayuda a eliminar la acumulación de alcohol. De este modo se evita parte del malestar del día posterior.
Cabe recordar, que esa no es una de las peores consecuencias: el alcohol al volante incrementa las posibilidades de siniestros viales mientras que estas bebidas en exceso afectan la toma de decisiones.
Pernod Ricard, un grupo francés dedicado a la producción de bebidas alcohólicas lanzó #DrinkMoreWater, una campaña global que invita a los jóvenes adultos a beber más agua.
‘Es fundamental tomar agua en abundancia durante el día, pero también entre copa y copa para evitar la deshidratación. El agua ayuda al cuerpo a procesar el alcohol que consumimos’, comentó Dolores Castelli, directora para América Latina.
Explican que el objetivo es generar impacto en este segmento: que entiendan que no hay diversión en beber alcohol en exceso, prevenirlos sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol, y capacitarlos para que tomen las decisiones correctas por sí mismos gracias a la colaboración entre pares. La campaña se dirige 100% a la generación Z adoptando un mensaje simple, impactante y universal, pidiéndoles que “tomen más agua” porque el agua ayuda a reducir el consumo nocivo de alcohol.