Por los costos que implica moverse en vehículo propio, cada vez más mendocinos se trasladan en transporte público. La inflación y la desactualización de los ingresos ha causado estragos en los bolsillos por lo que las personas apelan a diversas estrategias para estirar el dinero, esta es una de ellas. A esto se suman las dificultades para acceder a gasoil de las últimas semanas.
La cantidad de transacciones que se realizan en el sistema público de transporte de Mendoza muestra esta realidad: el uso viene en aumento sostenido los últimos meses y expresan un notorio incremento respecto del mismo mes del año anterior.
La situación se expresa en un informe que Rodolfo Pardo, analista de datos en Python, elaboró al procesar datos del Ministerio de Transporte de la Nación. La base contiene todas las transacciones realizadas con la tarjeta SUBE.
El aumento en la demanda interanual va en ascenso mes a mes. Así, al tomar los primeros cinco meses del año ya cerrados, la mayor brecha es la de mayo que es de 90,33% más en 2022 respecto de 2021: este año se hicieron 17.086.342 transacciones versus las 8.977.025 de 2021.
En enero de 2022, la demanda fue 28,16% más que en 2021, en febrero 44,95%, en marzo 44,41% y en abril 54,67%.
Con la llegada de las bajas temperaturas, el año pasado a partir de marzo comenzó a bajar lentamente la demanda. Este año no sucede sino que se mantiene, lo que genera una diferencia mayor en este consumo.
Laura es una de las personas que decidió hace poco dejar el auto para ciertas actividades, afectada por ambas problemáticas. “No se puede ir todos los días al Centro en auto; es un gasto monstruoso. Lo que gano me lo gastaría en gasoil”, subrayó.
Luego explicó los detalles de su decisión. “Tengo un auto gasolero. Cuando puedo y encuentro gasoil lleno el tanque. Yo trabajo en una escuela en el Centro así que me traslado con el auto hasta la estación Gutiérrez de Metrotranvía (en Maipú) y tomó el tren hasta el Centro. Todos los días ese es mi trayecto, vuelvo y ocupo mi auto hasta mi casa”, relató la mujer.
“Es un desastre el tema del gasoil y de los gastos. Yo antes con 4.000 pesos llenaba el tanque y ahora es el doble. Y cuando consigo, porque con el tema de que no hay no se consigue mucho. Hace unas noches estuve hasta la 1 de la mañana buscando una estación de servicio y no encontré, así que es un problema”, detalló.
Laura destacó que en estas condiciones trasladarse en Metrotranvía es mucho más económico. “Para mí es una gran solución y deberían poner más recorridos en horarios de ingreso y salida de las escuelas porque es impresionante cómo se llena. Vamos hacinados, pero la gente lo toma cada vez más. En la estación Gutiérrez la playa está llena de autos, creo que es lo que la gente está haciendo últimamente”, agregó.
Para ir a trabajar y a la escuela
“Es visible el crecimiento exponencial en el uso del transporte público provincial desde 2020 hasta la actualidad, con una correlación casi perfecta con el crecimiento del dólar, como también con el aumento del combustible”, concluye Pardo en su informe.
Pero, claro, el retorno a la actividad después del aislamiento de 2020 por la pandemia hace difícil la comparación y por ello tomó para el análisis los años 2021 y 2022, con meses consolidados, es decir, cerrados.
“El crecimiento de transporte público ya no obedece a un mes estacional del año, es una tendencia que se profundiza aún más estos últimos meses de 2022 (marzo, abril y mayo)”, detalla.
Ignacio tiene 21 años, vive en Luján y trabaja en la Ciudad de Mendoza. Pese a que tiene una moto, hace un tiempo decidió dejar de usarla para ese fin y moverse en colectivo. Asegura que así ahorra dinero por semana.
Hay otra cuestión a tener en cuenta: según donde sea el traslado hay que sumar el estacionamiento y, si se trata de muchas horas, es un gasto cuantioso. Por ejemplo, el estacionamiento medido en la Ciudad cuesta 30 pesos cada media hora.
“El dato preocupa aún más entendiendo que los meses de frío (mayo, junio y julio) tiende a bajar el uso del transporte público por parte de los mendocinos usando su auto para ir con calefacción a sus destinos”, apunta el informe.
Además, de acuerdo a los datos, se aprecia que la demanda se concentra mayormente de lunes a viernes. Eso le permitió concluir que “el mendocino opta por el transporte público para ir a trabajar, ir al colegio y las obligaciones semanales, dejando de lado este medio en días sábados y domingos”.
El costo de los combustibles a veces hace muy pesado el traslado cotidiano. Es sabido que las cosas aumentan más que los ingresos, pero además, hay que pensar que el uso del vehículo implica también un desgaste que, a la larga, demandará gastos como cubiertas, cambio de aceite o alguna otra cuestión de mantenimiento.
“Uno está viendo cómo ahorrar lo que se puede, así que en mi caso he optado por planificar los viajes en auto para que me rinda moverlo, tratando de juntar varias actividades en una sola salida. Si tengo que ir a algún lugar donde tendré que esperar o quedarme un tiempo y pagar estacionamiento directamente me voy en colectivo, por eso ya no lo uso para ir a trabajar”, mencionó Andrea, otra mendocina que apela a distintas estrategias para ahorrar.