Duende Fló, el conocido jardín para niños, ubicado en calle 25 de mayo de la ciudad de Mendoza, comunicó a través de su página oficial de Facebook la decisión de cerrar sus puertas de manera definitiva, debido a la crisis económica que atraviesan a raíz de la pandemia por coronavirus.
Este jardín maternal fue fundado en 1986 y desde entonces ha trabajado de manera ininterrumpida en la educación de las primeras edades. Pero cabe destacar que siempre se han sostenido gracias a las cuotas y matriculas de las familias de los niños y niñas que asistían a la institución, ya que nunca recibieron subsidios por parte de ninguna entidad.
Desafortunadamente, a partir de la pandemia por coronavirus se debió apelar al aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país, por lo que los pequeños no pudieron seguir asistiendo al jardincito. Esto hizo que los padres dejaran de abonar las cuotas mensuales ya que el regreso a clases es todavía es incierto. Hasta marzo, la dirección contaba con 110 matriculados, de los cuales hoy sólo habían quedado 25.
“Hay situaciones que son complejas y que van más allá de las herramientas que podamos tener para solucionarlas. Nos angustia mucho esta decisión pero lamentablemente llegó el momento de acercarnos a la comunidad y decirles que es una decisión irreversible”, explicaron Daniel y Cristina, los dueños y coordinadores de Duende Fló, a Los Andes.
Además, explayaron que si bien han atravesado varias crisis lograron poder seguir adelante, pero desafortunadamente ya venían con problemas económicos desde el año pasado debido a que bajó el número de matriculados, por lo que se vieron afectados a cerrar el turno de la tarde quedándose solamente con el diurno. Sin embargo, en estos meses al no tener el ingreso seguro de las cuotas no pudieron seguir sosteniendo el proyecto educativo.
La decisión fue tomada en conjunto con los coordinadores de Duende Fló, los docentes y profesionales a cargo, luego fue comunicada a los padres de los niños y niñas que asistían al jardín y finalmente a la comunidad.
Daniel, quien es profesor de música y ha trabajado con niños desde 1986, explicó además que en el jardín recibían chicos a partir de los seis meses hasta los 4 años, edades en la cual es muy difícil de controlar que mantengan distanciamiento social y barbijo, dos medidas indispensables para prevenir contagios.
“Las edades que manejamos son demasiado pequeñas como para obligarlos a cumplir el protocolo que se pide una vez que vuelvan las clases, la única solución para nosotros es una vacuna y eso lógicamente no sabemos cuándo va a estar disponible, entonces no podemos seguir estirando la problemática”, detallaron.
Y luego concluyeron: “Nuestra vocación es la educación, seguiremos trabajando de eso, no vamos a parar ni quedarnos quietos, seguiremos adelante. Y en algún momento veremos y si podemos volver, aunque con un proyecto similar. Es angustiante pero lamentablemente Duende Fló cerró sus puertas”.
Finalmente, tanto Daniel como Cristina expresaron que están muy agradecidos con todas las personas que han entendido lo difícil de la situación que se está viviendo por la pandemia, y no dejaron pasar por alto el agradecimiento a los padres de sus alumnos, exalumnos que pasaron por el jardín, profesionales que trabajaron con ellos y toda la comunidad que les acercó su mensaje de empatía en un momento tan difícil para el matrimonio que fundó Duende Fló hace 34 años.
