A pocos días de celebrar sus 202 años de vida, fecha que se conmemorará el próximo 9 de julio, la Biblioteca Pública General San Martín, una de las más importantes del país, permanece cerrada durante el turno tarde debido a falta de personal.
Hasta que la situación no se resuelva, algo que recién podría suceder a fines de abril, el horario continuará parcial, es decir, hasta las 13.
De acuerdo con las propias fuentes del establecimiento, docentes que trabajaban con cambio de funciones regresaron a sus lugares de origen, por lo tanto, se está gestionando poder contar con, al menos, 4 ó 5 empleados más para desempeñarse entre las 13 y las 20.
La biblioteca funciona en Remedios Escalada de San Martín 1843, en la mítica Alameda de la Ciudad de Mendoza y estuvo siempre abierta al público de lunes a viernes, de 8.30 a 19.30 para disfrutar de la literatura mendocina y universal que allí se dispone.
Sin embargo, con la transición que supone el cambio de gobierno y, a partir de la nueva gestión de la mano de Pablo Di Bartolo, la institución permanece abierta, momentáneamente, de 8.30 a 13.
Como se sabe, no se cobra cuota mensual ni inscripción, de modo que todas las actividades que ofrece son completamente gratuitas para los visitantes mendocinos, turistas y lectores universales.
“Se fue personal y se está viendo cómo rearmar el nuevo cronograma. Al menos se necesitan 5 empleados a la tarde para atender los distintos sectores, es decir, autores locales, infantil, hemeroteca y fondos generales”, manifestó el vocero.
El nuevo director de la institución, Pablo Di Bartolo, confirmó en diálogo con Los Andes que por ahora la biblioteca funciona solo de mañana.
“Es cierto, estamos ofreciendo un horario reducido pero esperamos resolverlo lo antes posible. Hay cuestiones por solucionar que no tienen que ver solamente con la falta de personal”, amplió.
“Insisto, estamos trabajando de manera denodada para completar el horario que siempre se mantuvo y brindar un servicio de calidad”, agregó.
La normalización de la actividad implicaría, además, que funcione también los sábados a la mañana, como históricamente se hizo.
Más allá de lo expuesto, el directivo manifestó que algunas actividades igualmente se están desarrollando en turno vespertino y enumeró la reunión de las Mujeres de los confines (grupo que integra la Fundación Liliana Bodoc); proyección de películas y la celebración del Día del Poeta Mendocino, entre otras.
Cambios de organigrama
“A fines de abril esperamos poder volver a la normalidad, es decir, trabajar a jornada completa”, advirtió, para justificar que las transiciones de administraciones siempre tan aparejadas estas cuestiones de cambios de organigrama.
“No tenemos una información precisa porque, justamente, estamos realizando el inventario y los cambios mencionados”, consideró.
Hasta su nombramiento en la biblioteca “madre” de toda la provincia de Mendoza, Di Bartolo, que tiene 43 años y es técnico superior en gestión sociocultural, se desempeñó en la biblioteca Manuel Belgrano de Godoy Cruz.
“Es un desafío cumplir este rol por la importancia que tiene este lugar que es visitado no solo por turistas sino por lectores de toda la provincia, además de ser sede de visitas guiadas de escuelas y actividades de extensión en sus diferentes salas”, opinó.
Mencionó, además, que la sede es visitada por numerosos estudiantes, científicos e investigadores, más allá de la trascendencia que tiene su fantástica hemeroteca.
Variedad y nuevos desafíos
“La biblioteca es un orgullo y prueba de ello es la variedad de público que se acerca a diario, estudiantes con sus computadoras, alumnos de distintas instituciones y mucha gente adulta a leer el diario”, sostuvo. Cabe señalar que en la biblioteca se encuentran las colecciones de los principales diarios de papel de la provincia.
“Sería importante que la principal biblioteca pública de nuestra provincia brindara servicios de consulta en horarios extendidos. Incluso días no laborables”, expresó la destacada historiadora Beatriz Bragoni . Y añadió: “Es cierto que las formas de lecturas han cambiado pero eso supone nuevos desafíos, poner en marcha la imaginación y la gestión”.
Una rica historia
Por sus anaqueles, estanterías y libros ha pasado gran parte de la historia de Mendoza. Surgió a partir de un testamento que, el por entonces gobernador José de San Martín, dejó antes de partir a Chile para cumplir con la Gesta Libertadora. Dejaba establecido que, en caso de morir en batalla, donaba su biblioteca personal para que se levantara la primera institución pública de este tipo en Mendoza.
El Libertador regresó sano y salvo de la campaña y si bien la donación no se hizo efectiva en esa oportunidad, se sembró la primera semilla de una obra de gran relevancia, la primera biblioteca pública de Mendoza y tercera de la Argentina.
Hoy, además de contar con una de las colecciones más importantes de la región, el lugar ofrece actividades de extensión como cursos, talleres, presentaciones, muestras y espectáculos para todas las edades. En definitiva, la biblioteca representa un verdadero polo cultural para la región.
Más allá de que la figura del General José de San Martín resultó clave en la historia de su gestación, también participaron otros militares de la Independencia y algunos ciudadanos enrolados en las filas del rivadavismo. Todos ellos eran partidarios del pensamiento ilustrado.
En este contexto ideológico, surgió la necesidad de crear la Sociedad Biblioteca Mendocina. Su reglamento, sancionado el 11 de marzo de 1822, plasmó el deseo de crear una biblioteca popular que difundiera “conocimientos útiles”.
Se nombró al primer secretario del organismo, Agustín Delgado y, el 9 de julio de 1822 abrió sus puertas a la comunidad.