Desde que el virus Sars-Cov-2 llegó a Mendoza se han realizado más de 16.000 hisopados (PCR) para determinar su presencia. De este total, alrededor de un 25% se ubica entre fines de marzo, cuando se empezó a testear en la provincia, y fines de junio, cuando se empleaban menos de 100 por día. Sin embargo, desde esa fecha en adelante se ha aplicado el 75% restante y el promedio de agosto ya supera los 400 por jornada.
Esto inevitablemente va llevando al Gobierno provincial a adquirir cada vez más seguido estos dispositivos que son clave para combatir la pandemia. En agosto se compraron 20.000 PCR que, estimaban, durarían alrededor de dos meses pero que en las circunstancias actuales se agotarán en aproximadamente un mes y medio. Estos tests (con todos los elementos necesarios para su funcionamiento) costaron alrededor de $13 millones.
De todas formas, desde el Ministerio de Salud descartan que se esté escatimando su uso, sino que aseguran que se emplean cada vez que la persona reúne las características de acuerdo al protocolo y que se adquirirán a medida que sea necesario. Además en la provincia se utilizan otros tipos de testeos serológicos en los que también se ha invertido.
“En forma progresiva ha ido aumentando el número de determinaciones que se hacen porque la situación lo va ameritando”, explicó Carlos Espul, coordinador de la Red de Laboratorios de Biología Molecular. Tomando dos semanas como comparativo, recordó que del 29 de junio al 5 de julio realizaron 600 determinaciones y que del 3 al 9 de agosto ya fueron 3.100.
“Desde el caso 98 ha ido creciendo la demanda y nosotros la satisfacemos. No se está escatimando gasto, lo que hay que hisopar se hisopa”, sentenció el coordinador. A su vez destacó que ha crecido la fuerza de búsqueda de los sintomáticos. “El mecanismo es tratar de detectar, identificar el caso, separar y aislar contactos estrechos. Mientras esto se haga, se corta la cadena de transmisiones”, precisó.
Espul comentó que el porcentaje de positividad, es decir en cuántos se comprueba la presencia del virus con respecto al total, va variando por día; pero se encuentra entre el 24% y el 30%. “Esto indica que existe una alta transmisibilidad y que alrededor de un 70% son casos en los que se tienen dudas y se hisopan de igual forma”, resumió Espul.
Por otra parte, aclaró que en los contactos estrechos de un positivo no está indicado el testeo. “Estas personas no tienen que hisoparse, sino que tienen que aislarse y esperar a los 14 días de incubación para ver si tienen manifestación clínica. Recién si aparece algún síntoma, se hisopa”, remarcó el experto.
Tal como detalló, si la persona es testeada y no tiene síntomas es probable que le dé negativo y que comience a moverse con libertad, cuando cuenta solamente con una “foto de un día”, pero desconoce si la manifestación aparecerá en las próximas jornadas. Además Espul resaltó que el contacto del contacto no tiene que tomar medidas particulares, sino seguir con su vida normal con los cuidados que son iguales para todos los ciudadanos.
Compra de tests
Sobre la provisión de estos elementos, Espul indicó que desde abril -cuando se compraron los 10.000 tests a Corea del Sur- el Gobierno local se ha ido abasteciendo sistemáticamente. “Ahora en agosto se incorporaron 20.000 PCR”, resaltó.
Cuando se planeó esta compra se calcularon 2.500 test por semana, estimando que durarían alrededor de dos meses. Pero en este momento ya hay un promedio de 3.000 por lo que deberá acelerarse su adquisición. “Estamos atentos para adelantarnos a la demanda. La previsión ahora es que en 15 días más vamos a tener que salir a comprar otros 20.000”, manifestó el coordinador. En tanto, aseveró que si bien requiere su logística, no hay problemas con el abastecimiento de estos insumos. De hecho, algunos de los elementos que requiere la realización de estos tests ya pueden comprarse en el país, aunque hay otros más complejos que siguen siendo importados.
Sobre el futuro de la pandemia en Mendoza, Espul subrayó que el ritmo de la transmisión del virus está librado a la conducta del ciudadano. “Nosotros podemos hacer el mejor esfuerzo, pero si no hay una parte de autocontrol para disminuir la transmisión, va a seguir en escalada”, se lamentó. Según su experiencia, no sería tan complejo evitar la infección si efectivamente se cumplieran las medidas de prevención que se difunden constantemente.
Los otros tests
Además de los tets PCR (reacción de polimerasa en cadena) que se realizan como diagnóstico definitivo de Covid-19, en la provincia se emplean los test serológicos que demoran menos tiempo en procesarse. Los mismos permiten detectar los anticuerpos que se producen frente al virus. Entre estos últimos en Mendoza hay dos tipos: los de electroquimioluminiscencia, también conocidos como Eclia y los llamados tests rápidos. Los primeros se aplican en hospitales para personal de salud, en operativos en barrios y geriátricos, entre otros, y en total se han realizado 7.000. Mientras que los segundos están destinados a la detección en transportistas y ya suman 16.000. Junto a la compra de PCR en agosto también se incorporaron 13.000 unidades de Eclia e igual cantidad de test rápidos.
No se utiliza PCR para el alta
Ante el crecimiento de la demanda de los test PCR desde principio de julio se cambiaron los protocolos para dar de alta a los pacientes, siguiendo las recomendaciones internacionales. Así es que previo a esa fecha una persona necesitaba obtener 2 PCR negativos para ser considerado recuperado. Sin embargo, de allí en adelante se considera que si una persona tiene síntomas leves, después de los 10 días del diagnóstico sin síntomas durante los últimos 3, puede trasladarse a su casa y se le pide completar la cuarentena hasta los 14 días. En el caso de las personas que cursan la enfermedad con gravedad se tienen en cuenta 14 días y que no haya tenido síntomas en los últimos tres, pero además tiene que completar 21 días de cuarentena en el hogar.