El dolor neuropático es una de las formas más graves de dolor y también la más difícil de tratar. Se produce cuando uno o varios nervios del cuerpo son irritados o dañados.
A nivel global, el dolor neuropático afecta a millones de personas, con una prevalencia estimada en la población general del 7 al 10%. Constituye un grave problema tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, con gran impacto desde el punto de vista social, sanitario y económico.
El dolor neuropático puede ocurrir junto con muchas enfermedades como la neuralgia del trigémino y la neuropatía diabética. También aparece en situaciones en las que existen diferentes tipos de daño al sistema nervioso como trauma de nervios por cirugías, presión en nervios (como la ejercida por hernias de disco), lesiones por agentes químicos y tóxicos (como en la quimioterapia), por virus como el herpes zoster o por quemaduras, entre otros agentes.
En muchas ocasiones, estos nervios estimulados continúan enviando información dolorosa hacia el cerebro aun habiendo desaparecido la enfermedad o el daño inicial que lo originó. Se trata de neuronas y nervios que quedaron ‘seteados’ para seguir disparando dolor.
El dolor neuropático tiene un gran impacto para el paciente y su familia, con consecuencias muy negativas como discapacidad y disminución de la calidad de vida. Generalmente es de naturaleza crónica, severo y resistente a los analgésicos comunes. A pesar de los avances de la ciencia, su manejo es complicado y representa un gran desafío para la medicina.
Acerca de esta investigación
Este estudio se enmarca dentro del concepto de Medicina Traslacional, cuyo objetivo es facilitar la transición de la investigación básica realizada en laboratorio, hacia aplicaciones clínicas que redunden en beneficio de la salud de los pacientes.
Se desarrolló una investigación sobre tratamiento del dolor neuropático con especies vegetales de nuestro país. Se utilizaron los principios activos provenientes de dos plantas regionales: Artemisia douglasiana Besser de la zona de Cuyo, conocida como “matico”, y de Xanthium cavanillesii Schow, conocida como “abrojo grande”, típicas del territorio pampeano, centro y norte del país. Ambas especies son empleadas tradicionalmente en la medicina folclórica argentina. La ingesta de la infusión de hojas de matico se utiliza como agente protector para la úlcera péptica. La infusión de abrojo grande se emplea por sus efectos antiespasmódico y purgante. Aplicadas externamente, ambas son utilizadas en forma tópica como tratamiento para la curación de heridas y úlceras cutáneas.
Para este trabajo de investigación se adoptó un diseño de tipo explicativo experimental in vitro, que simulaba un escenario de inflamación neurogénica, que es donde se origina el dolor neuropático. En dicho escenario participan los mastocitos, células que se encuentran normalmente en un hábitat o microambiente alrededor de nervios y vasos sanguíneos.
¿Cómo participan los mastocitos en el origen del dolor neuropático? Estas células, tras ser estimuladas por compuestos como sustancia P que liberan los nervios, son capaces de activarse y liberar gránulos con sustancias (mediadores inflamatorios), como por ejemplo serotonina, histamina y triptasa, que a su vez estimulan a los nervios que transmiten el dolor neuropático, generándose así un círculo vicioso que mantiene y potencia el dolor.
Los mastocitos fueron obtenidos por lavado peritoneal de ratas y tratados con los principios activos deshidroleucodina del “matico” y xantatina del “abrojo grande”, buscando el resultado esperado de que estas células (mastocitos), no liberen los mediadores inflamatorios que provocan la estimulación de los nervios que dan origen y mantienen el dolor neuropático.
Los resultados obtenidos son de alta relevancia en el campo de la medicina del dolor y permiten obtener importantes conclusiones.
En primer lugar, este trabajo de investigación revaloriza la medicina tradicional argentina a través del estudio de principios activos derivados de especies vegetales regionales.
Además, con esta investigación, se ha demostrado por primera vez que deshidroleucodina (matico) y xantatina (abrojo grande) inhiben la activación de los mastocitos y también la liberación de las sustancias que originan el dolor neuropático como la serotonina.
Estos resultados son promisorios por cuanto proveen las bases para una potencial estrategia terapéutica novedosa que permita el manejo del dolor neuropático y podrían representar, además, un posible nuevo mecanismo de acción que bloquee las señales que originan el dolor antes de que éstas ingresen al sistema nervioso central.
Este trabajo representa el punto de partida para proponer nuevas hipótesis y futuras líneas de investigación en fisiopatología y tratamiento del dolor neuropático.
Para finalizar, esta tarea de investigación fue publicada en la prestigiosa revista científica de difusión internacional Journal of Inflammation Research y fue distinguida como una de la mejores Tesis en Farmacología en el Congreso Argentino de Farmacología Experimental en 2020. Además, me permitió obtener el título de Doctor en Medicina, bajo la dirección de la doctora Alicia Penissi, con la máxima calificación “sobresaliente con mención de honor”.
*El autor es doctor en Medicina - UNCuyo
*Producción y edición Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar