Su pasión por las Artes Plásticas, disciplina que enseña en dos escuelas rurales situadas en zonas inhóspitas de Malargüe, llevó al profesor Walter Portero a pensar en una interesante iniciativa que permitirá a los alumnos desarrollar una misión para la comunidad y mejorar las condiciones de quienes circulan por el lugar.
Consiste en pintar junto a sus alumnos y los padres que deseen sumarse, el puente sobre el río Grande, que permite acceder a la ruta nacional 145 que conduce al paso internacional Pehuenche.
El proyecto de Walter, que vive en General Alvear y da clases en la escuela 8-497 Bernardo Houssay de Las Loicas, una estructura que “pide a gritos” ser sometida a tareas de pintura.
“Estamos luchando por esta idea que surgió el año pasado pero que cuesta realizar por distintas cuestiones, entre ellas las climáticas. El puente está despintado, algo descascarado y es una pena”, sostuvo en diálogo con Los Andes. Dijo que si bien la estructura se encuentra en condiciones y las maderas firmes, la pintura deslucida no ayuda con la belleza del paisaje.
“Como profesor de Arte y apasionado por estos temas le comuniqué esta situación a las autoridades, considerando la posible colaboración de Gendarmería, Migraciones, incluso los propios padres de los chicos que concurren a la escuela”, dijo.
Si bien el proyecto fue tomado con alegría, el docente sostuvo que necesita un puntapié para poner manos a la obra. Esto es reunir distintos materiales.
“El viento y el frío del invierno obviamente no ayudaron, pero estamos dispuestos a encarar este trabajo. El puente es clave para numerosos vehículos que circulan hacia distintas zonas, por ejemplo hacia El Azufre, un centro de esquí que en este momento es furor en Mendoza”, sostuvo.
El paso del tiempo y la rigurosidad del clima generó que dicho puente se encuentre oxidado y despintado.
“Es eso precisamente lo que deseamos mejorar. Hay muchos chicos dispuestos, personal de las escuelas aledañas, autoridades, etc. A todos les pedimos que se sumen”, puntualizó.
El profe Walter se refirió a las numerosas satisfacciones que recibe a diario en escuelas rurales situadas en zonas muchas veces olvidadas como la del Paraje Las Loicas o la de Bardas Blancas, también en Malargüe.
“Es muy emocionante cuando llega cada profesor porque se trata de niños que encuentran alegría en todas las actividades. Son chicos humildes, obedientes y con un gran corazón, todos acostumbrados a otra vida, una vida más sencilla y muy ligada al campo”, sostuvo.
“Para ellos –continuó—esta actividad sería de mucha ayuda por varios motivos, principalmente por el estímulo de trabajar por su paraje”.
Recordó Walter que Las Loicas se encuentra a 105 kilómetros de la ciudad de Malargüe. Desde allí se accede a esa pequeña localidad por la ruta nacional 40 sur hasta Bardas Blancas, unos 65 kilómetros.
Tras cruzar el puente sobre el río Grande se accede a la ruta nacional 145 que conduce al paso internacional Pehuenche.
Luego de recorrer 40 kilómetros, habiendo pasado por los parajes de Poti Malal y Portezuelo del Viento y observado la unión del río Chico con el Grande, se arriba a Las Loicas, que debe su nombre a un ave originaria de Chile y Argentina conocida como loica.
El sitio también es conocido por los lugareños como “Mapisa”, dado que se originó en un campamento establecido a mediado de la década de 1940 por la empresa “Mapisa”, encargada de explotar la mina General San Martín.
Según dijo, Las Loicas está conformada por una frondosa arboleda, recostada sobre la margen sur del río Chico. Actualmente viven unas 250 personas. Cuenta con un centro de salud, la escuela primaria Bernardo Houssay (precisamente donde él se desempeña) que alberga a cerca de 30 niños, un campamento de la Dirección Provincial de Vialidad en cuyo edificio además se establecen los organismos de controles migratorios, fitozoosanitarios y aduaneros, mientras está abierto el Paso Pehuenche.
Asimismo, se emplaza un comedor, almacenes, cabañas, departamentos de alquiler y un camping, propiedad de la Cámara de Comercio de Malargüe.
Cabe señalar qu el lugar es muy visitado por el turismo por su proximidad con el Paso Pehueche, termas de Cajón Grande y porque en medio del pueblo nace la ruta provincial 226 que conduce, costeando la vera oeste del río Grande, a Valle Noble, las termas de El Azufre y el paso Planchón-Vergara.
Los pescadores que prueban suerte en la zona utilizan la sobra de la arboleda para armar sus carpas o bien como parada obligada.