Los organizadores de eventos en salones –junto a todas las actividades afines- hace tres meses que no pueden abrir y manifiestan que se encuentran en una situación límite. De hecho, consultados por Los Andes indicaron que 15 empresas cerraron sus puertas para siempre. Además explicaron que 80% de ellos no pudo acceder a los créditos otorgados por el gobierno nacional.
Con este panorama, mañana se congregarán en la esquina de casa de Gobierno (La Pampa y Peltier, de Ciudad), desde las 10, para pedir una audiencia con el gobernador.
El sector ya ha hecho reiteradas manifestaciones en los medios de comunicación respecto a lo perjudicial que les ha resultado el aislamiento social preventivo y obligatorio. Antes, también habían expresado sus quejas respecto de la proliferación de fiestas clandestinas en domicilios particulares. Y si bien esperaban que, junto a los gimnasios, el pase de la provincia a una nueva fase les permitiera retomar sus actividades, hasta el momento no han recibido permiso.
Hacerse visibles
Fabián Manzur, presidente de la Asociación de propietarios de salones de fiestas de Mendoza, dijo que uno de los problemas principales es la “invisibilidad” del sector y los daños que la cuarentena les trajo aparejados.
“Nos han discriminado o tratado con indiferencia. Se han habilitado restaurantes o cafés y hasta algunos boliches como bares y a nosotros no nos han escuchado. Ni siquiera hemos podido abrir las oficinas comerciales para poder reprogramar las fiestas que tuvieron que suspenderse”, dijo el empresario.
Continuando, aseguró que las reprogramaciones no han podido hacerse aun porque no se sabe a ciencia cierta cuando se podrá volver a hacer fiestas en la provincia. “No podemos reprogramar porque no sabemos cuándo levantan la cuarentena. Y al no poder abrir las oficinas no podemos conectar con la gente. Esto nos ha perjudicado para este año y para el siguiente”, señaló Manzur.
Continuando, indicó que en los pasados tres meses perdieron eventos sociales, congresos o fiestas de aniversario pero que lo más importante pasa por no haber podido vender los espacios para el 2021. “Si no abrimos pronto también vamos a perder el año que viene, este ya está perdido”, explicó.
Protocolo
Manzur comentó que han presentado un protocolo que, entre varias consideraciones, contempla la posibilidad de abrir las oficinas comerciales cuatro horas al día, con una reunión por hora. Además, informó que solo podrán ir tres personas a ver los complejos y que durante las fiestas los salones abrirían solo a 50% de su capacidad.
“Por ejemplo, las mesas de 10 personas tendrán solo 6 lugares, para respetar la distancia. También va a haber una persona con un termómetro en la puerta para los invitados. Se dará alcohol en gel y se pedirán barbijos. Lo más importante respecto a los cafés, por ejemplo, es que solo podrán ir invitados del círculo familiar y que habrá una lista de invitados con los datos de todos”, detalló.
Sobrevivir
El dato más alarmante es que al frenarse la actividad del mencionado sector son muchas las familias que se quedan sin trabajo. Según indicó, de la Asociación de propietarios de salones de fiestas de Mendoza, viven 500 familias directamente y 2.500 cuando todo funciona, por los proveedores, mozos, Dj´s, entre otros.
Al respecto, según estimó son 15 las empresas que ya no volverán a abrir. “Los que sobrevivimos tuvimos que hablar con nuestros empleados y reducirles el salario a un 30% o 40%. Contrario a lo que se piensa no tenemos grandes ganancias y nuestro colchón de ahorro es poco. Hemos ido tirando, pero necesitamos respuestas”, dijo.
Para visibilizar la necesidad
Manzur describió que la situación es desesperante y que por esta razón se concentrarán en casa de gobierno.
Será en la esquina del parque cívico, en las calles La Pampa y Peltier, desde las 10 de la mañana. Allí, empresas de catering llevarán sus hornos y quienes prestan muebles instalarán mesas y juegos de livings para visibilizar la protesta.
Participarán, con el mensaje “La diversión también sana”, propietarios de salones de fiestas sociales e infantiles, empresas de banquetes, de catering, decoradores, disc jockeys, fotógrafos, pasteleros, organizadores de congresos, empresas de custodia, proveedores y personal de las empresas pedirán ser atendidos, ya que hasta el momento – según manifestaron- nadie del gobierno provincial los ha escuchado.