Tras los 1.019 casos de Covid-19 notificados hasta ayer, cómo afrontar el incremento de contagios en función de las camas disponibles pasa a ser un tema central.
En ese marco es que hay quienes señalan que debería evitarse internar en hospitales pacientes leves o asintomáticos, que no requieren asistencia médica continua y con la única intención de aislarlos. Hay que tener en cuenta que alrededor de 80% de los casos presentan cuadros leves o asintomáticos.
Las camas en los hospitales son un valor incalculable en plena pandemia, que además implica un alto costo para el sistema de salud.
Consultado el ministerio sobre el uso de espacios fuera de este para internaciones se había señalado que se implementaría en la fase de mitigación, en la cual técnicamente está Mendoza, sin embargo no se aplicó. “No sabemos si es el pico, sabemos que podemos estar yendo hacia el pico”, dijo la doctora Isabel del Pópolo, titular de la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud, entidad que ha estado trabajando con especialistas en analizar la situación.
Remarcó que hace tiempo afirma que hay transmisión comunitaria. “Ya no se puede estar hablando de cluster, es una forma de escaparle a la realidad”.
La ministra de Salud, Ana María Nadal, informó en una conferencia de prensa reciente que la provincia cuenta con 340 camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y 330 con respirador. En total el sistema tiene 3.886 camas.
De acuerdo con estimaciones de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) podrían presentarse 3 escenarios y toman como fecha de la proyección el 15 de agosto.
El escenario optimista contempla un total de 1.531 casos que requerirían 27 camas y 8 de UTI. En uno moderado, habría 2.256 totales, que implicarían 47 camas y 13 de UTI. En el peor de los escenarios, que consideran pesimista, para ese entonces habría 3.550 casos, que demandarán 105 camas y 29 de UTI.
El sector privado cuenta con 1.263 camas de internación en sala común y 163 en terapia intensiva y trabaja en coordinación con el ministerio.
Liberar camas
Desde el punto de vista de Del Pópolo si se tiene en cuenta la cantidad de muertes no parece que sea una situación para bloquear muchas camas en terapia intensiva, “hay camas de terapia disponibles y también respiradores para afrontar un mayor número”, resaltó.
Pero al mismo tiempo señaló que es cuestionable que interne casos leves o sospechosos.
En el mismo sentido se expresó Rodolfo Torres, coordinador médico de Aclisa: “Es importante destacar que casos leves y sospechosos deben ser aislados fuera del sistema de internación, nos encontramos transitando claramente a una etapa de mitigación y encontramos al sistema de salud estresado por internación de casos leves”.
Expresó además que la progresión de casos era esperable y sigue lo que ha sucedido en otras partes del mundo de la mano de una mayor apertura de las actividades. Por eso, “se debe mantener un delicado equilibrio entre los recursos sanitarios de que disponemos para responder a la pandemia y la apertura y cierre (on/off) de las actividades sociales y económicas”. Esto último es algo que el gobierno tiene en mente en caso de necesidad.