Pese al aumento de las cuotas, crece la matrícula en colegios privados

Hay casos en los que se pagan hasta 50.000 pesos. Ante el deterioro de la situación económica los padres prefieren recortar otros gastos pero, aunque sea un esfuerzo, mantener la educación en instituciones privadas. Hay una valoración superior de esta sobre la pública.

Pese al aumento de las cuotas, crece la matrícula en colegios privados
Pese al aumento de las cuotas, crece la matrícula en colegios privados

Asociado al contexto inflacionario, el aumento del costo de vida en Argentina llega, obviamente a todos los rubros, y en ese sentido, las cuotas de la educación privada no están exentas. En Mendoza, hay colegios que llegan a costar 50.000 pesos por mes, de aquellos que brindan servicios con valor agregado o tienen una determinada trayectoria.

Ante la pérdida de poder adquisitivo de las familias y la tendencia al recorte en los gastos de quienes se han visto más impactados podría suponerse una disminución de los alumnos que llegan a la educación privada. Sin embargo, por el contrario, la matrícula de las escuelas privadas ha ido en aumento los últimos años, sobre todo en secundaria.

Esto está asociado a una mejor valoración de estas instituciones por sobre la educación pública por parte de las familias. Fundamentalmente, la percepción es que brindan mejores recursos académicos, con valor agregado, pero además, también se pone en juego el aspecto social. Lo cierto es que a la educación privada no llegan sólo familias de alto poder adquisitivo sino que hay segmentos de clase media que hacen un verdadero esfuerzo por pagar la cuota de la escuela a sus hijos. Aun así y en estas condiciones, prefieren hacer recortes en otras cosas, ajustarse y sostenerlo: la educación no es algo que quieran poner en juego.

Más alumnos

En términos generales, la escuela privada mendocina ha ganado alumnos los últimos tres años. Esto tras un descenso en 2020, que también se percibió en 2021, pero que luego se revirtió. Aquí puede leerse el impacto económico de la pandemia tras el año de aislamiento y cierre de actividades.

En particular, hay que decir que la escuela secundaria privada nunca dejó de ganar alumnos. También que en proporción del total de alumnos, el nivel inicial es el que menos convoca, mientras que el que más matrícula tiene es el nivel primario que triplica al anterior.

Pese al aumento de las cuotas, crece la matrícula en colegios privados
Foto: Orlando Pelichotti
Pese al aumento de las cuotas, crece la matrícula en colegios privados Foto: Orlando Pelichotti

Pese al impacto de la crisis epidemiológica del 2020, tanto en primaria como en secundaria, las escuelas privadas ganaron alumnos respecto de la pre pandemia. En primaria, aquel año había 44.426 chicos mientras que este año cursan 45.905. Incluso, desde la depresión del 2021, cuando la matrícula bajó a 43.928, se recuperó y ganó 1.977 alumnos.

En secundaria orientada, tuvo un crecimiento sostenido los últimos 5 años: pasó de 29.188 estudiantes en 2019 a 31.407 este año.

Hay que agregar que la escuela secundaria pública también ganó matrícula los últimos 5 años: pasó de 67.685 a 74.023 estudiantes.

Por el contrario, la escuela pública ha perdido matrícula en los niveles inicial y primario, aunque reúne por lejos la mayor parte de estudiantes de la provincia. Entre 2019 y 2023, el primero pasó de 56.005 a 45.655 mientras que en primaria pasó de 191.564 a 188.340 alumnos.

En cuanto a la distribución, la secundaria orientada privada reúne casi la mitad de la matrícula que tiene la pública. En tanto, en primaria la escuela privada tiene aproximadamente un cuarto de la matrícula que tiene la pública mientras que en nivel inicial está cerca del tercio.

Si se reúnen los tres niveles, con datos de 2023, la escuela privada tiene 26,62% de la totalidad de los alumnos de la provincia en esos tres niveles (incluyendo la formación técnica): 93.006 alumnos versus 349.352 de la escuela pública.

Las cuotas

Como ya se dijo hay colegios cuya cuota ronda los 50.000 pesos. Pueden mencionarse entre los más costosos, el Colegio San Jose Hermanos Maristas, la escuela Italiana XXI de Abril, Portezuelo y Los Olivos.

Menor valor tiene la cuota de los establecimientos que reciben aportes de la Dirección General de Escuelas (DGE) por lo que son más accesibles y además, justamente por ese motivo, tienen un tope máximo que autoriza el área.

En escuelas con subsidios, la cuota máxima aprobada este año, para quienes reciben menos aporte (30%), es de 15.422 pesos en primaria y de 19.327 pesos en secundaria.

En primaria la más baja es de 7.698 pesos y en secundaria 9.507 pesos, para quienes reciben 100% de subsidio.

Entre las más costosas se cuentan el colegio Andino (con la cuota más alta), Padre Claret, ICEI, Santa Clara y Antonio Tomba.

Por tomar un ejemplo del incremento, el año pasado a esta altura, se le había autorizado al colegio Andino una cuota máxima de 11.587 pesos en primaria y 14.514 en secundaria.

Cabe señalar que en Mendoza el gobierno ha dispuesto recientemente que la actualización de los valores se haga de manera trimestral.

“Es un esfuerzo enorme, cada tres meses llega un correo de que se actualiza la cuota y los padres estamos todos en la misma, es una situación difícil porque los sueldos no se incrementan al ritmo de las cuotas”, aceptó Cecilia, que envía a sus hijos al colegio Maristas.

“Mi hijo está pagando cerca de 50.000 pesos, después viene la inscripción más todo lo que implica acudir a un colegio así, que por ejemplo tienen viajes. Es un ritmo que se torna imposible de afrontar con esta inflación”, señaló.

“Prevalece que en el caso de mi hijo, ya el año que viene termina la secundaria y tiene su grupo de amigos y bajo ningún concepto se quiere separar de ellos. Podría resignar muchas cosas pero el colegio no lo resignaría porque es su círculo social”.

Los últimos años del nivel además tienen otros costos, propios de una cuestión más social y cultural, que también hacen más pesada la carga: “Ahora encima estamos empezando a pagar la cena de egresados, que entiendo que por ahí son otros gastos pero que para la clase media devaluada como nosotros son dificilísimos de afrontar”.

Soledad se posicionó en el mismo lugar: la escuela no se negocia. “Yo sigo optando por la escuela privada porque prefiero ahorrar en otras cosas y no en la educación de mis hijos, considero que te brinda en algunos casos mejor educación que la escuela pública y además de eso cambiarlos de escuela, implica un alto costo emocional, por eso de todas las cosas que prefiero recortar de mi presupuesto la escuela no está entre las primeras”, relató.

Mejor opción

Hay familias para las que es un esfuerzo lograrlo, pero también una apuesta.

“Mis hijos van a la escuela privada porque considero que les da otros recursos, como por ejemplo, mejor inglés, pero la verdad que es un esfuerzo”, comentó Mariana.

Persiste una mirada más positiva de la calidad educativa en estos establecimientos

Persiste una mirada más positiva de la calidad educativa de la esceula privada. Freepik.
Persiste una mirada más positiva de la calidad educativa de la esceula privada. Freepik.

Una encuesta realizada por la UADE y la consultora Voices! concluyó que hay instalada sobre el sistema privado una mejor percepción. El 83% de los padres que envían a sus hijos a escuelas primarias de gestión privada definió la calidad como buena (41%) o muy buena (43%), mientras que en las instituciones públicas esa puntuación fue del 64% entre buena (43%) y muy buena (21%).

En una nota publicada por Infobae Paula Iglesias, coordinadora del Observatorio de Educación de UADE, explicó: “Los padres buscan principalmente evitar la pérdida de días de clase de sus hijos como consecuencia de los paros y el alto ausentismo docente, bajo la percepción de que estos dos factores afectan la calidad de la educación. Los mismos inciden de manera directa en una menor exposición de los alumnos al proceso de enseñanza/aprendizaje, dejándolos en desventaja frente a aquellos alumnos que concurren a instituciones que sí cumplen con la totalidad de los días establecidos para el ciclo lectivo”.

En el mencionado informe, sobre los motivos de la preferencia se señaló como los principales evitar la pérdida de clases por paros o ausentismo docente (63%) y por la calidad de la educación en general (62%). En tanto, un poco con menos peso se mencionó la “pedagogía que se aplica”, con un 28% de preferencia, la calidad del plantel docente y el prestigio del colegio con un 11% y un 8%, respectivamente.

Para Aldo Altamirano, doctor en Educación, hay una idea instalada en muchas familias de que lo privado es mejor “y ahí hay que evaluar qué entiende la gente por mejor calidad”, opinó. Agregó que otro factor es que hoy se demanda a las familias más tiempo en horas de trabajo y necesitan que los hijos estén en la escuela. Es que muchas de las privadas tienen doble escolaridad. Entonces aparece otra discusión sobre la finalidad de la escuela: si es un contenedor social o se va a revalorizar el fin pedagógico, que tiene que ver con enseñar y aprender.

En la escuela Italiana verifican que efectivamente su matrícula aumentó. “El año pasado en primaria había 300 alumnos y este año tenemos 400 y en nivel inicial pasaron de 200 a 250″, detalló la directora del nivel secundario, Roxana Azcurra.

“Probablemente impacta esto en los bolsillos de las familias pero es muy elegida por la formación: es bicultural y trilingüe, que es poco común, con doble escolaridad, y la doble titulación argentina-italiana, esto puede ser visto como un beneficio ya que apuesta a la formación de largo plazo, tenemos en este momento egresados estudiando y trabajando en todo el mundo”, consideró.

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