La tasa de egreso en la educación superior se mantuvo en los niveles previos a la pandemia. Así lo explicó la coordinadora General de Educación Superior, Emma Cunietti, en el marco del Congreso Internacional Nexum 3.0, Educación y Virtualidad.
“Lo interesante es que la tasa de egreso del Nivel Superior quedó prácticamente igual que antes de que comenzara la pandemia. Así como en todo el país bajó, nosotros pudimos mantenerla”, explicó la funcionaria.
Al respecto, dijo que en formación docente fueron siete estudiantes menos que en 2019, y, en formación técnica, 94, lo que se explica porque no pudieron realizar sus prácticas el año pasado, algo que en 2021 cambió, gracias a lo cual muchos ya se están recibiendo. Así, los egresados entre marzo de 2019 y febrero de 2020 fueron 1.251 en formación docente y 1.308 en formación técnica, en tanto los estudiantes recibidos entre marzo de 2020 y febrero de 2021 en formación docente fueron 1.244, y en formación técnica, 1.214.
“Es muy satisfactorio haber conservado la tasa de egresados con respecto al año anterior, esto fue lo que más impactó”, explicó Cunietti, al destacar los resultados en comparación con otros niveles.
Vale tener en cuenta que el análisis de la experiencia en Mendoza se basó en la gestión implementada en pandemia desde la CGES y la DGE, con la promoción de la virtualidad y la calidad de formación docente, el acompañamiento de las trayectorias estudiantiles y la incorporación de la enseñanza virtual como objeto de formación en los profesorados.
Para enfrentar el contexto
Ante un nuevo escenario marcado por la no presencialidad en el Nivel Superior, desde la CGES se trabajó en la construcción de un Plan Institucional de Emergencia. El marco normativo estuvo dado por un conjunto de Resoluciones de la DGE que regularon las transformaciones de la nueva situación contextual.
Por ello, se implementaron diversas estrategias de seguimiento y acompañamiento, con el abordaje de cuatro dimensiones: tecnológica, docente, técnico-pedagógica y alumnos.
En la dimensión tecnológica se apuntó a garantizar la conectividad de los estudiantes, al promover una plataforma jurisdiccional con paquetes liberados, con la implementación de puntos de conectividad institucional y la habilitación de 11.000 aulas virtuales en la plataforma INFoD. Dentro del sistema GEM se realizó el registro nominal y seguimiento académico de 560.000 alumnos y se liberó la plataforma educativa para su uso sin necesidad de conexión.
Desde la perspectiva docente se implementó un plan de formación virtual en el que participaron 25.000 educadores y se realizaron 9.000 horas reloj de capacitaciones. También se inauguró el Aula S.O.S TIC, una propuesta integral para promover el aprendizaje de todos los involucrados en el sistema educativo, con recursos (videos, tutoriales, preguntas frecuentes) para guiar y organizar el trabajo en la virtualidad.
En cuanto a la dimensión técnico-pedagógica, se trabajó en un modelo institucional que sirva de soporte a la no presencialidad, que permita re adecuar los lineamientos curriculares a una nueva modalidad de estudio y enseñanza, marcada por la situación pandémica, al producir y proveer materiales para el trabajo en las aulas virtuales y las evaluaciones mediadas por TICs.
Finalmente, al poner foco en los alumnos, los estudiantes recibieron acompañamiento en sus trayectorias y las evaluaciones mediadas por las TICs, que permitieron mantener en más de un 90% el nivel de egreso, comparado con ciclos anteriores.
Seguimiento de trayectoria
Cunietti señaló, respecto de este último punto que haber mantenido estas tasas implica que se consideró un concepto que no siempre tiene mucho impacto en el nivel superior, ni en el sistema, que es el seguimiento de trayectoria.
“Para la Argentina siempre todo tiene que ver con dejar entrar pero no con el seguimiento una vez que los estudiantes ingresan a la escuela. Tampoco se le da importancia al egreso de los estudiantes. Incluso pasa en el secundario, tenemos tasas de egreso muy bajas en relación al resto de los países de América Latina”, dijo la funcionaria
Por eso intentaron trabajar con el seguimiento de trayectorias con herramientas concretas. Por ejemplo, no solo se consideró que la clase estaba subida en la plataforma sino revisar si el estudiante había entrado y cuántas veces lo había hecho. También se tomó asistencia dentro de la virtualidad y se llamó a los alumnos para saber qué les pasaba cuando no se conectaban.
“Utilizamos herramientas de apoyo, como un sistema de semáforo y el Whatsapp. También trabajamos con los docentes para hacerles llegar la inquietud de que los estudiantes no se estaban conectando”, estimó Cunietti. “Y creo que es lo que dio resultado. Se entendió que el nivel superior no se puede pensar el año como si fueran los meses de vacaciones y de clases como en los niveles anteriores”, agregó la funcionaria.
Para terminar, dijo que la intención es sostener esta forma de trabajo y que debe ser una línea en la educación superior. Y aseguró: “No se trata de que todos entren en la clase sino que también desarrollen un proyecto de vida y que para eso necesitan desarrollar capacidades generadas por oportunidades. Poner una clase no significa que esté aprendiendo el estudiante. Tenemos que usar las herramientas digitales para llegar y vincularnos con las personas”.