Menos de una semana duró en Mendoza la fase de distanciamiento social, que eliminaba algunas restricciones para juntadas entre amigos (diez, como máximo) en casas particulares. Luego de que la flexibilización entrara en vigencia el martes 9 de junio, el Ejecutivo -caso 98 mediante- oficializó el 16 la marcha atrás y se mantuvo a bares y comercios gastronómicos como único escenario permitido para estas reuniones.
Sin embargo, el Gobierno mantuvo la autorización para las reuniones familiares en casas particulares, únicamente los fines de semana o feriados y para diez personas.
En las últimas horas algunas declaraciones de la ministra de Salud, Ana María Nadal llevaron a que se instalara el temor a que se dé marcha atrás con esta autorización también. Es que la funcionaria resaltó que en caso de que aumente considerablemente la cantidad de casos de Covid-19 en Mendoza y que se acelere la velocidad de duplicación, “es muy probable” que se avance en la prohibición.
No obstante, y más allá de este análisis, desde el Ejecutivo destacaron que no se está preparando ningún anuncio formal referido a una posible marcha atrás en reuniones familiares hasta el momento. Y que es una de las posibilidades que se manejan, aunque la decisión estará vinculada al aumento de la velocidad de duplicación de los positivos.
En ese sentido, y más allá del repunte de las últimas dos semanas (se sumaron casi 50 casos), los parámetros en Mendoza no están en niveles que lleven a considerar un retroceso de fase.
Velocidad de duplicación
Cuando en contextos como el de pandemia de coronavirus se habla de velocidad de duplicación de casos, se tienen en cuenta los registros de las dos primeras semanas del mes, comparadas con los de las dos últimas semanas. Al mismo tiempo, se analiza la evolución de la situación particular mes a mes.
Si bien la semana que viene se hará oficialmente el corte para conocer el ritmo de los últimos días, desde el Ministerio de Salud trascendió que el tiempo de duplicación de casos se encuentra en 23 días.
El mes pasado, cuando se hizo el corte, marcaba 29 días desde que se duplicaron los casos. Y si bien se ha acortado en seis días, a priori no es todavía un ritmo que esté fuera de control. “La Nación habla de un período de duplicación menor a 15 días para bajar de fase”, aclararon desde esa cartera.
Posibilidad
En la víspera al anuncio del presidente Alberto Fernández referido a la extensión de la cuarentena a nivel nacional y a la restricción de algunas actividades permitidas hasta ayer, la ministra Ana María Nadal se refirió el miércoles por la noche a la situación de Mendoza.
“Si siguiéramos con casos sostenidos o en una proyección en que sabemos que por el número de contagios pudiéramos poner en riesgo la posibilidad de atender adecuadamente a las personas que se enfermen, la posibilidad de restringir está más asociada a las actividades sociales y a la vida social, que a la vida laboral”, destacó la ministra en declaraciones al programa televisivo Séptimo Día.
La funcionaria ahondó además en el tema, y destacó que en los casos más recientes la complicación para buscar los nexos y lo que amplifica la zona de contagio tiene que ver con reuniones sociales o familiares, ya que en esos contextos hay una relajación de las normas, de las pautas de distanciamiento y lo que se recomienda. En contraposición, agregó que en los lugares de trabajo, al existir un cumplimiento más estricto de los protocolos, no se dan estas relajaciones.
“Si hubiera un sostenimiento de contagios, probablemente avancemos sobre pedir la restricción vinculada a lo social y no a las actividades económicas. En las reuniones familiares es difícil que se pueda controlar el número de personas que se juntan, no existe registro ni identificación de las personas”, se explayó Nadal.
No obstante, desde el Gobierno de Mendoza insistieron en que no se trató de un anuncio concreto, sino más bien de una advertencia para que la ciudadanía no incumpla con lo que se ha decretado.
Los grises en las reuniones
El “caso 98” (es el número que se asignó en el reporte oficial a la persona contagiada) se convirtió en un botón que basta como muestra sobre las consecuencias que puede acarrear una juntada particular y sin seguir lo que fijan los protocolos. Es que el hombre de 37 años -empleado de una bodega de Maipú- participó de una fiesta que se extendió durante más de un día, y donde tuvo vinculación con una considerable cantidad de personas.
Vale aclarar que la reunión cuestionada se celebró de forma clandestina, cuando Mendoza estaba todavía en la etapa en la que tampoco estaban autorizadas las juntadas de este tipo.
Del caso 98 se sucedieron -al menos- 13 contagios más, todos con este hombre como nexo epidemiológico, por lo que el barrio de Luzuriaga donde vive se convirtió en un conglomerado de estudio. Durante las últimas semanas se realizaron 176 testeos rápidos a vecinos del lugar, tres hisopados de PCR, y todos arrojaron resultados negativos, según indicaron desde Salud.
Otro caso positivo con amplias ramificaciones de contagio es el del empleado de un supermercado de Luján de Cuyo. En esta situación, el hombre contagió a todo el cúmulo vinculado con él (los familiares que vivían en su misma casa), por lo que aquí el vínculo también fue producto del encuentro social.
No obstante, y más allá de los protocolos estrictos, también en ámbitos laborales se han registrado varios contagios en las últimas semanas. El propio empleado de la pescadería contagió a dos compañeros. Y a ellos se suman los contagios que se dieron por nexo epidemiológico con el ginecólogo que trabaja en el Hospital Español -quien habría sido contagiado a su vez por una joven a la que atendió en su consultorio.