En Mendoza, el 25 de julio es feriado: se trata del día en que se homenajea a su Santo Patrono, Santiago Apóstol.
Lo cierto es que el santo designado durante la fundación de la ciudad de Mendoza fue “San Pedro”, en homenaje al gobernador de Chile, D. García Hurtado de Mendoza. Así fue dispuesto el 2 de marzo de 1561. Cuando Pedro del Castillo enarboló una cruz y señaló el lugar donde habría de erigirse la primera Iglesia Mayor de la ciudad dispuso dónde estaría el templo y nombró a San Pedro como su titular, según consta en el acta de fundación.
Luego se perdieron las Actas Capitulares de los primeros cinco años de existencia de la ciudad, por lo que no se sabe con ciencia cierta desde cuando se dispuso cambiar de patrono y nombrar a Santiago Apóstol.
Ya en 1565 las actas del cabildo de Mendoza consignan a Santiago Apóstol como Patrono y abogado de la ciudad, según destaca una publicación del Centro Interdisciplinario de Estudios Regionales. Santiago también es el patrono de las ciudades de Santiago de Chile y de España.
En el acta del 22 de junio de 1566, consta la elección de Gabriel Cepeda como Alférez Real, a quien se le entregaría el estandarte y prestaría solemne juramento como era costumbre. En los años siguientes, las actas consignan que en la víspera de Santiago, el Alférez recibía el estandarte y prestaba el juramento. El acta del 24 de julio de 1575, hace explícita mención del Apóstol cuando lo nombra “Patrón de las Españas y a quien esta Ciudad tiene por Patrón y Abogado”. En esa misma acta se hace referencia a la ceremonia del paseo durante los dos días del estandarte. Luego, queda establecida esta costumbre.
En Mendoza se postula que Santiago es el escudo ante el problema natural que más preocupa en la provincia: los temblores. Asociado a esto se sostiene que si se trabaja ese día, tiembla. Por ley provincial 4.081 (1976) se declaró feriado provincial el 25 de julio en homenaje al Santo Patrono Santiago.
¿Quién era Santiago Apóstol?
Según el cristianismo, Santiago era hijo de Zebedeo. Fue uno de los discípulos de Jesucristo, hermano de Juan, el que terminaría siendo el autor del cuarto evangelio. En los textos sagrados, se le retrata como un hombre duro y predispuesto siempre a la acción, incluso recurriendo a la violencia si fuese necesario, expresa en una publicación española la RTVE. Cuenta que en una ocasión Jesús le llamó la atención por atreverse a pedirle un sitio para él y su hermano a su izquierda y derecha cuando alcanzaran la gloria. Sin embargo, era uno de los discípulos favoritos de Cristo. De los doce, fue uno de los tres elegidos para contemplar la transfiguración de su maestro.
Los relatos apuntan que al morir Jesús viajó hasta Hispania con la misión de evangelizar a esta colonia romana y que a su paso por Zaragoza se le apareció la Virgen del Pilar.
Cuando volvió a Palestina fue capturado y ajusticiado. El rey Herodes ordenó su decapitación. Es el único martirio recogido en el libro de Los hechos de los Apóstoles. Después, supuestamente, sus restos fueron llevados hasta Hispania para ser enterrados. En el lugar de la sepultura se levantó un templo en su honor y eso generó la larga costumbre de peregrinación hacia Compostela para pedir la intercesión del santo.
Procesión
Tradicionalmente, el pueblo mendocino ha acompañado la imagen del Santo Patrono en una procesión por las calles del microcentro. En las actas del Cabildo ha quedado registrada esta costumbre desde principios del siglo XVII, aunque en esos tiempos la procesión tenía lugar la víspera de la festividad de Santiago Apóstol. En la actualidad, el recorrido se hace el mismo 25. La imagen que la provincia veneró durante más de 400 años fue la del Santiago guerrero o «matamoros», que llegó a Mendoza desde España en el año 1600 y muestra al santo sobre un caballo, empuñando una espada y con dos musulmanes a sus pies, tal como se apareció a los españoles que luchaban contra los moros en el año 844.
Ese ícono fue reemplazado en 2001 por uno que muestra otra faceta del santo, la del Peregrino que predicó en Judea y Samaria y -según sostienen algunos- evangelizó España y organizó su iglesia. La figura, que desde entonces preside la tradicional procesión, fue tallada en madera por la monja Marta Morader, de la congregación de misioneras Claretianas. Las dos imágenes se encuentran en la parroquia de la calle Sarmiento, pero la que preside el altar es la del caminante.